El Paquete Económico 2020 no pinta nada fácil

Si bien es cierto que el Paquete Económico enviado por el ejecutivo a la cámara de Diputados cumple en principio con un superávit primario de las finanzas públicas del 0.7% del PIB, lo cierto es que surgen bastantes dudas respecto a su cumplimiento. Aunque sabemos que este paquete económico es una primera versión y está hecho para negociarse, el hecho es que es la versión más cercana a las intenciones del gobierno para el próximo año. Las expectativas son altas pues la economía estuvo economía estancada en el primer semestre del año, con un crecimiento muy cercano a cero. ¿Pero qué podemos decir del paquete económico?

• Supuestos optimistas. El gobierno está planteando para el 2020 un crecimiento económico mayor de 2% que muestra recuperación. Sin embargo, al revisar los Criterios Generales de Política Económica, pareciera que el gobierno ha sido muy optimista respecto a las principales variables macroeconómicas. Los supuestos de crecimiento económico, inflación anual, tipo de cambio y plataforma de producción, resultan bastante más optimistas que los del consenso entre especialistas. Básicamente, se está planteado un menor nivel de precio del petróleo al pasar la estimación de 55 dólares por barril de la mezcla mexicana en 2019 a 49 en 2020, así como un menor crecimiento de la economía de los Estados Unidos que pasa del 2.4% de 2019 a un 1.8% en 2020, así como un incremento de 12% en la producción petrolera.
• Ingresos optimistas. Al asumir el crecimiento de 2% para 2020, las autoridades contemplan un crecimiento de 3.7% de los ingresos por concepto de impuestos asociado a eficiencias en la recaudación como la obligación a emitir CFDI, aunque no lo solicite al arrendador, las retenciones en el pago de impuestos en esquemas multinivel y plataformas digitales, así como actualizaciones de impuestos a bebidas azucaradas y tabaco.
• Austeridad. El gobierno sigue la tónica de manejar un presupuesto bajo el mandato de austeridad con un presupuesto que plantea un crecimiento de 0.9% respecto a 2019 en el gasto programable. Esto implica reducciones en su presupuesto de 32% en Agricultura, del 38%, en Comunicaciones y Transportes y del 36% Trabajo. Por el contrario, el gran ganador por los proyectos que impulsa será Energía con un crecimiento de 72%, seguida de Bienestar con 11% y Educación con 1.8%.
• Inversión pública muy floja. Para lograr el crecimiento que requiere el país se necesita una mayor proporción de inversión tanto pública como privada como porcentaje del PIB. El presupuesto plantea un nivel de inversión pública de 2.9 puntos porcentuales del PIB, cifra similar a la planteada para 2019, y con una disminución de 5% en el gasto de inversión pública en infraestructura, por lo que el impulso a la economía definitivamente no vendrá del gasto público.

En resumen, el Paquete Económico es muy apretado en su diseño y depende en gran medida de supuestos optimistas y fuera del control de las autoridades, por lo que requiere de todo el viento a favor que pudiese haber y de una mejora en la eficiencia recaudatoria. Llama la atención que se hable de solicitar cambios al régimen legal para introducir una regla fiscal contra cíclica que permita operar mayores déficits en forma temporal. En caso de que esto no se dé y se busque mantener un superávit primario habría que realizar odiosos recortes al gasto que tendrían un impacto en el crecimiento o, alternativamente, hacer nuevamente uso del remanente de los recursos del fondo de estabilización que ya se usaron este año. O las dos. No pinta fácil.   Contacto: Correo: thecatalist@thecatalist.org Twitter: @MxPiensaMas Facebook: JFloresKelly Páginas web: México Piensa Mas / elcatalista Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.