Por Palmira Tapia Palacios* Días previos al domingo 1 de julio, por Twitter se leían expresiones de respaldo y de buenos augurios al candidato presidencial de Morena, de personalidades como Pablo Iglesias, líder de Podemos. Desde el día de la elección, se sumaron al carrusel de felicitaciones las de Donald Trump, Emmanuel Macron, Justin Trudeau, Cristina Kirchner, Evo Morales, entre otras personalidades. En claro contraste, el EZLN no tuvo felicitaciones para el futuro presidente. A través de un documento  firmado por los Subcomandantes Galeano, antes Marcos, y Moisés, el EZLN fijó su postura sobre la victoria del candidato de Morena a la Presidencia de la República, comparando la elección con un partido de futbol y, el resultado, con un cambio de personajes pero no de sistema. A lo largo del documento encontramos afirmaciones e interrogantes en torno al triunfo de Andrés Manuel López Obrador, sin que su mención sea necesaria para adivinar al destinatario. Se dice que extraña fue la súbita retirada del equipo contrario, y más extraño, que el derrotado haya felicitado al contrario cuando el marcador no reflejaba los resultados aún. “¿A qué hora cambiaron de favorito?” lanza el escrito, a la vez que de manera lapidaria afirma que “podrán cambiar de capataz, los mayordomos y caporales, pero el finquero sigue siendo el mismo”, “el dueño del balón no pierde, no importa qué equipo gané”, y que “…la multitud embelesada no tardará para ser expulsada de nuevo al valle de ruinas”. Difícil pensar en estos pronósticos de desilusión al triunfo del candidato de Morena, y ver la fotografía del 13 de noviembre de 1994 donde se ven reunidos el Sub Comandante Marcos, Cuauhtémoc Cárdenas y López Obrador, este último en ese entonces candidato al gobierno de Tabasco bajo las siglas del PRD. Fotografía que, por cierto, fue circulada ampliamente en redes sociales durante la pasada elección y que fue calificada como verdadera por “Verificado 2018” ante la insistencia de muchos de que era falsa. Con la premisa de que los cambios que importan nunca vienen de arriba, el EZLN vuelve a marcar distancia del proyecto que representa López Obrador. Aunque una carta estridente, lo cierto es que la postura del EZLN no resulta sorpresiva. En la historia de esta tensa relación entre AMLO y EZLN tenemos por ejemplo, el llamado del movimiento zapatista a no votar por Andrés Manuel en las elecciones presidenciales de 2006 y 2012 y, recientemente, la postulación de María de Jesús Patricio Martínez, “Marichuy”, como candidata independiente por la Presidencia de la República, aunque, sobre esto último, cabe decir que López Obrador señaló en su momento que la participación electoral del EZLN era buena y preferible a no tener actividad. Será desde luego importante conocer la respuesta o reacción que tenga Andrés Manuel a este comunicado, pero más importante será ver si las políticas que tome el nuevo gobierno en contra de la corrupción y la impunidad, alcanzarán para contrarrestar la explotación y la discriminación de la que históricamente ha sido objeto la población indígena. Veremos si el trabajo de Andrés Manuel con las comunidades indígenas, siendo director del Centro Coordinador Indigenista Chontal, y de donde él ha dicho que se formó como luchador social, se refleja décadas después en un cambio verdadero para estas comunidades. *Maestra en Políticas Públicas por la Universidad de Oxford y Licenciada en Ciencia Políticas y Relaciones Internacionales, por el Centro de Investigación y Docencia Económicas.   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

Siguientes artículos

Política migratoria, desafío para la estabilidad
Por

Por Jacobo Pombo García* El pasado mes de junio hemos sido testigos, en diversos hechos registrados a lo largo del mundo...