El presidente del organismo en Minneapolis destacó la importancia de promover el estímulo en el mercado laboral, debido a la poca disponibilidad de empleos; actualmente la tasa de desocupación laboral es de un 7.3%.   Reuters   HOUGHTON, EEUU – La Reserva Federal de Estados Unidos debería hacer todo lo que pueda para reducir el desempleo lo más rápido posible, incluso con el costo de una pequeña inflación, dijo una importante autoridad del banco central. “Hacer lo que sea necesario significará mantener una cantidad históricamente inusual de estímulo monetario, y posiblemente proporcionando más estímulo”, aseguró el presidente de la Fed de Minneapolis, Narayana Kocherlakota, en comentarios ante el Rotary Club de Houghton, en Michigan. “Bajos niveles de inflación muestran que (la Fed) tiene mucho espacio para proporcionar el tan necesitado estímulo al mercado laboral”, agregó. La semana pasada la Fed mantuvo inesperadamente su programa de compra de 85,000 millones de dólares mensuales en bonos del Tesoro y activos respaldados por hipotecas para presionar a la baja los costos del endeudamiento a largo plazo e impulsar la inversión y la contratación. Economistas esperaban que el banco central anunciara una mejoría en el mercado laboral y comenzara a reducir su estímulo. Kocherlakota dijo que el mercado laboral aún está lejos de encontrarse sano y requiere estímulo monetario continuo, y tal vez adicional, para volver a la normalidad. Aseguró que la percepción de que la Fed no tiene ni las herramientas ni la voluntad para combatir el alto desempleo contribuye a las continuas expectativas de una desaceleración del crecimiento, lo que a su vez ayuda a perpetuar las débiles condiciones económicas. La Fed debe estar “dispuesta a continuar utilizando las herramientas de política monetaria no convencionales que ha empleado en los últimos años”, aseguró. Y al hacerlo, el banco central debería estar dispuesto a tolerar un dolor económico de corto plazo, agregó. Kocherlakota afirmó que se debería mantener el estímulo incluso si el empleo aumenta apreciablemente, si el crecimiento supera promedios históricos, si inusuales compras de activos generan preocupaciones sobre burbujas y si la inflación a mediano plazo sube temporalmente por sobre la meta del 2%. Invocando el ataque contra la alta inflación en 1979 del ex presidente de la Fed Paul Volcker, Kocherlakota efectivamente pidió una nueva guerra de política monetaria, esta vez sobre el alto desempleo. Volcker subió las tasas de interés tan rápido que llevó a la economía hacia la recesión, pero la “terapia de shock” finalmente derrotó a la inflación y estableció el escenario para expansiones económicas futuras. La Fed ha comprado billones de dólares en bonos para rebajar las tasas de interés a largo plazo, mantiene las tasas de corto plazo cerca de cero desde diciembre del 2008 y dice que no las subirá hasta que el desempleo baje a al menos un 6.5%. El desempleo actualmente es de un 7.3%, una estadística que Kocherlakota dice exagera la fortaleza del mercado laboral porque muchas personas que quieren trabajar, o trabajar más, han salido de la fuerza laboral debido a la poca disponibilidad de empleos.

 

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