La crisis climática por la que atraviesa el mundo está enfrentando a la humanidad con su posible extinción y han sido los “adolescentes desesperados” quienes se lanzan a protestar a las calles para exigir a gobiernos y corporaciones acciones de impacto para detener el calentamiento global; mientras que las empresas –organismos que en realidad pueden generar un cambio en el orden mundial- están “pateando la lata”. Andrey Zarur, un científico y empresario mexicano, cofundador y director general de GreenLight Biosciences – empresa enfocada en el desarrollo de ácidos ribonucleicos a bajo costo que se utilizan en cultivos y vacunas-, advierte que los problemas ambientales en todo el mundo van a obligar al capitalismo establecer objetivos más complejos que generar crecimiento desmedido y enriquecimiento. TAMBIÉN LEE: Fridays for Future: el tsunami ambientalista de los escolares “La historia indica que los cambios globales de esa magnitud son liderados por empresas”, dice Zarur en entrevista con Forbes México desde su oficina en el estado norteamericano de Massachussets.  “Antes, el asunto era generar capital, pero hoy tenemos condiciones mucho más complicadas, los recursos se nos están acabando, no podemos continuar creciendo de manera ilimitada, tenemos que buscar la manera de soportar el crecimiento de la población sin necesitar más recursos de la naturaleza”.
“Los empresarios tenemos está obligación, no es la obligación de los adolescentes que se lanzan a las calles desesperados porque no les hacen caso”.
La preocupación de Zarur respecto al calentamiento global, es justamente una de las razones por las que fundó en Estados Unidos su empresa, toda vez que una de los grandes retos de la humanidad es generar un cambio de paradigma en la producción industrial de alimentos.  Lee también: Adolescentes planean no tener hijos en demanda de acciones contra cambio climático “Las cosechas para alimentar a nuestra población es una de las actividades humanas que más están destruyendo al planeta, es responsable de la tercera parte de las emisiones de gas que cultivan al calentamiento global, pero por otro lado es indispensable, tenemos que en los próximos 30 años reducir prácticamente el doble de los alimentos que producimos hoy. Por una parte, vamos a tener otros 2,000 millones de personas y por otra parte tenemos que tomar la tierra que hemos robado a la naturaleza y hemos convertido en campos de agricultura”, advierte.  Zarur explica que en la producción de alimentos a escala industrial se han usado químicos derivados de petróleo para contener las plagas que devastan los cultivos, pero esto se ha hecho a costa del exterminio total de otros insectos, algunos de ellos vitales para el equilibrio de los ecosistemas.  A 10 años de su operación, GreenLight Biosciences ya está haciendo pruebas en campos de cultivo de papa para erradicar el escarabajo que afecta a este tubérculo, sin devastar a los demás entes biológicos.  “Lo que hace GreenLigth es utilizar un químico, un hidrocarburo químico para matar al escarabajo de la papa que son insecticidas biológicos, es un ácido ribonucleico (ARN) el que es responsable de todos los procesos biológicos del universo, lo que hacemos es interferir con un proceso natural del escarabajo de la papa, de tal manera que ninguno de los otros insectos que viven en el campo son afectados. Es interferir a nivel genético sin interferir en el genoma”, explica.  Aunque  un trabajo de 10 años para los estándares de una empresa tecnológica es “como una carrera de maratón”, es decir, muy largo; uno de los objetivos principales de la empresa es generar los ácidos ribonucleicos en cantidades industriales a un costo que permita su adopción tanto en naciones desarrolladas como países que no cuentan con recursos para este tipo de soluciones.  “El objetivo de GreenLight no es generar ganancias, es algo que tenemos que hacer para garantizarnos la supervivencia, cambiar el mundo, enseñarle al planeta que se puedne utilizar sistemas que son mucho más respetuosos con la naturaleza y no sacrificar la productividad en el campo vacunas efectivas y accesibles”. 

México y su pobre enfoque en la tecnología

Uno de los países en donde se espera poder llevar a cabo pruebas de cultivos es México, pese a que diversos procesos burocráticos lo compliquen y otros gobiernos se encuentren a la espera de poder ser elegidos para las pruebas. Después de todo, señala Zarur, tiene un compromiso con su país de origen.  El cofundador de GreenLight Biosciences, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y director de otras empresas enfocadas en el desarrollo científico, fue uno de los nominados para recibir este año la medalla Belisario Domínguez. Sin embargo, más que un reconocimiento individual Zarur espera que ser uno de los considerados para recibir una de las condecoraciones de más alto honor en el país sirva para que él pueda hablar más de los temas urgentes en la agenda mundial.  Además señala que uno de sus sueños es poder trabajar en México, deseo que parece difícil de concretar por el momento debido al pobre desarrollo tecnológico del país mismo que no están interesados en impulsar ni el gobierno, ni las empresas.  “Necesitamos fomentar, necesitamos más empresas grandes que recompensen a las empresas pequeñas que saquen soluciones innovadoras y necesitamos que nuestro gobierno encuentre la manera de destinar más recursos a la investigación, tenemos muy buenos investigadores en México pero los mejores acaban trabajando fuera de México”, apunta. Te puede interesar: La tecnología médica reducirá la desigualdad en México: Think Research

 

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