Quien ocupe la cartera de salud a partir del 1 de julio tendrá que enfrentarse a cuatro grandes desafíos que manchan el buen nombre de la sanidad pública de México. O al menos, este es el diagnóstico del gobierno prácticamente saliente. Cual si fuera una despedida en forma de lista de asuntos pendientes para el próximo sexenio, José Narro Robles, secretario de Salud del gobierno de Peña Nieto, expuso ante el auditorio del Foro Forbes Salud de este miércoles los puntos flacos que su gestión no ha conseguido sanar. Lee también Tecnología para la misión a Marte puede beneficiar a México Cuatro grandes síntomas en sanidad pública “En promedio, siete de diez mexicanos tienen sobrepeso u obesidad, uno de los más grabes problemas que confronta nuestra sociedad”, expuso Narro Robles, ante el auditorio de la Hacienda de los Morales. Ayudado por diapositivas repletas de datos que traducen a números la realidad de éste fenómeno en el país, el secretario de Salud se mostró “preocupado” por los actuales indicadores de estas patologías, que son causa directa de enfermedades crónicas. Por ejemplo, la diabetes: “Más de 105,000 personas murieron pro diabetes en 2016, un incremento de más de siete veces si se compara con las defunciones de hace 36 años”, expuso Narro Robles. El secretario también confesó que el estado no dispone de los servicios ni infraestructura necesarios para prestar atención geriátrica. “Pronto tendremos algunos asuntos derivados de la transición demográfica: en 2030 habrá cerca de 20 millones de personas mayores de 60 años y en 2050, 32.4 millones”, afirmó. Otro gran problema es el embarazo precoz. Según expuso el secretario, en 2016, 9,555 niñas de entre 10 y 14 años dieron a luz. Por último, pero no menos importante, Narro Robles expuso las disfuncionalidades del sistema sanitario público. “Tenemos un servicio fragmentado y en el que la condición laboral marca quien tiene derecho a recibir atención en instituciones de seguridad social. Si no la hay, hay que acudir al seguro popular”, explicó. Los problemas no tienen por qué ser crónicos Narro Robles aprovechó su panel en el foro para sacar pecho de los buenos datos que también presenta el sector público de salud. Por ejemplo, los “más de 220,000 médicos y cerca de 310,000 enfermeras”; la reducción de la muerte materna en un 13% y el decremento en un 40% en la transmisión del VIH, y la inversión en vacunación y en incorporación de medicamentos con patentes y genéricos. Narro Robles recordó que en México fue donde se construyó el primer hospital del continente, hace 500 años, y terminó mandando un mensaje: “La salud está en todo, no es todo, pero sin ella no hay casi nada”.

 

Siguientes artículos

Venezuela la realidad de un Estado fallido
Por

La falta de legitimidad de los comicios del pasado 20 de mayo ha generado que varios países no reconozcan los resultados...