Antes que nada, lo primero que hay que decir, es que Marcelinho da Lua es un junglista (N. de la R. dícese de aquellos que son cultores del género electrónico jungle). Vale la aclaración porque en gran parte de la música donde ‘Marcelito’ pone sus talentos, hay un ritmo acelerado que los más puristas de los estilos, lo conocen como drum&bass. Pero el Marcelinho da Lua ‘original stylee‘ nacido y con sede insustituible en Río de Janeiro, es un mundo musical de lo más florido, sin ir más lejos su track “Tranquilo” con Bi Ribeiro y los raperos Black Alien forma parte del tracklist del juego FIFA ’06 de Electronic Arts: “me enteré por el hijo de un amigo que me mando un video jugando el juego con mi canción saliendo desde su consola. Eso fue algo de la disquera, yo no tenía ni idea”. Para interiorizarlos en el personaje, Marcelinho es un vecinho más del barrio carioca Laranjeiras que además de ser un productor musical con todas las letras compone y produce eventos. Con sus habilidades musicales de Dj fundó el grupo Bossacucanova que definió la renovación de la bossanova y no dicho por la prensa, sino por los músicos del movimiento original de Joao Gilberto, Tom Jobim o Roberto Menescal. Pero tal vez uno de los hitos que más marcó su carrera fue su encuentro con el genio del dub, Mad Professor, con quien lanzó Mad Professor meets Marcelinho da Lúa (2004). Scratches, delays de cinta, reverbs de resortes y lo que se les ocurra está en ese disco que colocó a nuestro protagonista de hoy a la altura de otros colaboradores del productor jamaiquino como Lee Perry, Pato Banton, Sly & Robbie, Horace Andy y hasta Massive Attack. Es que hay algo en común en el modus operandi de Mad Professor y el propio da Lua: trabajan con los músicos más importantes, en donde se encuentren. El territorio de nuestro entrevistado de hoy es Río de Janeiro, Brasil, donde con sus álbumes “Tranquilo” (2003) y “Social” (2007) conquistaron el Prêmio de Música Brasileira (categoría electrónica) y dos MTV Awards por los videoclips de sus trabajos junto a Mart’nália y Seu Jorge (Cotidiano), que puedes ver a continuación.
Pero tal vez con Bossacucanova es con quienes llegó más lejos con su nominación para el Grammy Latino en 2002, por el álbum “Brasilidade” y es su humildad la que lo hizo una de las figuras de la música popular brasilera actual. Fue solo un contacto a través de Facebook para reencontrar al Dj y emprender la aventura de entrevistarlo telefónicamente. F: -Marcelinho, ¿vamos a hacer una entrevista para Forbes? MDL: -Pero si no soy rico… F: -Pues eres sumamente rico en lo musical y de eso trata nuestra entrevista. Y así nos adentramos en terreno verdoso con una figura cuya carrera y la línea de tiempo que la compone, cuenta historias por demás increíbles por haber trabajado entre muchos otros, con Boca Livre, Roberto Menescal, BNegão, Black Alien, Martinho da Vila, Chico Buarque, Daniela Mercury, Roberto Carlos, Paralamas do Sucesso e incluso hasta con Ed Lincoln y su órgano espetacular. F: -¿Como comenzó tu carrera y dónde fue tu formacion musical? MDL: -Siempre fui un enamorado de la música y de chico iba siempre a un lugar muy famoso en Río de Janeiro, llamado “Circo Voador” (circo volador), donde un día se presentaba Tim Maia y otro Hermeto Pascoal, por ejemplo. Ahí comencé a hacer muchos amigos que eran Djs y otros tenían bandas. Así fue que comencé a trabajar primero con fiestas de niños y casamientos, otras veces a cargar cosas y así poder ganar un dinerito. Luego trabajé en salas de ensayo y como stage manager y de a poco me fui formando. Con el bajista de la banda de Caetano Veloso fue con quien pase a trabajar en el estudio de grabación, ayudándolo a grabar un demo. El me llevó a mi primer estudio donde trabajé, en Barra de Tijuca. Un estudio muy sofisticado, con sala de grabación de batería y rooms para grabaciones de 10 metros de alto, que daba una reflexiones maravillosas y todo lo grababamos en una mesa DDA. Ese era el estudio de Roberto Menescal, uno de los compositores que dio inicio a la bossanova que además era director artístico de la Polygram Brasil. F: -Imagino fueron muchos años de aprendizaje y grandes anécdotas… MDL: -Trabajé ahí prácticamente 10 años y aprendí el oficio del estudio, desde tirar cables hasta grabar en la consola, ecualizar, comprimir. Fueron tiempos de oir todo, de grabar desde Joao Gilberto a Carlos Lyra y muchos más. Eso fue fines de los 80 y los 90s. Luego nos mudamos a otro estudio más grande. En todo ese tiempo tuve la posibilidad de viajar a EU, cuatro veces, para la AES (Audio Engineering Society), ahí tomé un curso con Phil Ramone y aprendí mucho de los aspectos musicales de más allá de componer y salir a tocar. Fue una gran experiencia para mi formación musical y para aprender a dar valor a mi trabajo como músico.
bossacucanova da lua

Marcelinho da Lua ‘original stylee’. Foto Marcos Hermes.

F: -¿Y cómo fue que del estudio pasaste a componer y hacer tus propios discos? MDL: -En el año 1994 comencé a hacer mis experimentos, mis primeras aventuras. En un viaje a AES, en 1996 conocí a Guru Jazzmatazz, y muchos otros. Estaba con Bernardo Betancour de mi misma edad, ahí fue cuando surgió la idea de hacer Bossacucanova, de tomar músicas y ponerles beat, para ese entonces trabajaba mucho con Marcio Menescal (bajista y uno de los apoyos del trío Bossacucanova) conocí a él cuando era un garoto de Cabofrio. A inicios de 1997, comencé a descubrir como era producir con samples y MPC (por la Akai MPC), para mi era fácil porque soy adicto a los discos, tengo de todo de jazz, hip hop, rock y la música popular brasilera. F: -Sin MPC al principio la cosa estaba difícil… MDL: -Usaba un software de 4 canales, ahí ponía el track con el que quería trabajar, sacaba un loop y con el metrónomo colocaba en tiempo, luego grababa a DAT (Digital Audio Tape), no tenía tornamesas MK2, solo un equipo integrado de aquellos antiguos y bocinas. En el estudio ponía, tornamesa con un micrófono Neumann U67 (!) frente a una caja y otro más lejos, y de ahí lo pasaba al DAT. Así hice los beats de Bossacucanova Revisited, no tenía nada por separado, no existían los plug ins, fue un disco hecho a mano, un St Pepper pero en Brasil. F: -Cuenta de como Bossacucanova comenzó a surgir y cuál fue la reacción de los compositores y músicos de la bossanova tradicional. Se sabe que ustedes son conocidos en la escena como los “renovadores” del género, que es algo bien importante y un orgullo. MDL: -Creo que con una anécdota definimos todo: a todos los “viejos” gustó, sobre todo que fue hecho una cosa con mucho respeto y tomando elementos de los propios discos de aquella época. Una idea de uno de los productores que trabajaba conmigo y algo que se dio naturalmente fue poner los viejos discos con nuevos beats, o al menos tomando unos elementos. Cuando le mostré Bossacucanova a Quartera (hoy con 70 años, fue la cuarta voz del grupo vocal brasilero Os Cariocas, que solo se da a conocer por el apellido) dijo “yo toqué ese hi-hat, pero el resto no fui yo, qué es es eso, es muy bueno”. Resulta que Quartera me reconoció que gracias a Bossacucanova, sus nietos valoraban en la actualidad la música que ellos hacían en los 60, 70s… Infelizmente no hemos tenido el reconocimiento que la banda merece en Brasil, sólo una nominación al Grammy Latino, en 2002, pero en EU. Pero lo importante es poder llegar con todo ese bagaje de música a las nuevas generaciones. A continuación la banda tocando en aquel momento tope de su carrera con vocales de Ivan Lins y Cris Delanno, más la guitarra de Roberto Menescal. Simplemente emocionante.
F: -Capitalizar el suceso de Bossacucanova ¿fue la plataforma para “Tranquilo” y tu carrera como Dj? MDL: -Bossacucanova fue un grande sucesso, vendió una gran cantidad de discos. Ahí comencé a armar mi propio estudio y vinieron las producciones. Pero siempre ligado a mis fiestas y a Febre, la fiesta de mi colega Carlos Albuquerque (aka Calbuque) que se hace desde los años 96, 97 y 98, el primer lugar donde escuché drum & bass en Brasil. (N. de la R. Febre es la fiesta de drum&bass más antigua de todo latinoamérica, por la cual han pasado numerosos exponentes internacionales). Desde principios de los 2000 tocaba 4 o 5 veces por semana, nunca paraba, ocupaba muchos espacios de la ciudad y en fiestas de varios estilos. Tocaba con músicos en vivo, entre ellos José Roberto Bertrami, el tecladista de Azymuth; en incluso llegué armar mi propia banda de dub con batería, bajo y yo ponía el resto. Trabajé también con Dj Thiago Torres (Ali-Z) del proyecto Dubon. Incluso con BNegao y los Seletores de Frequencia. Mis influencias incluyen afrobeats y reggae, y creo que todo eso junto fue “Tranquilo”. F: -Luego sucedieron tus álbumes “Social” y el último “Insolente”. Cuentanos algo de esa etapa y lo que viene para Marcelinho da Lua y Bossacucanova. MDL: -Ambos son dos obras que adoro y representan un poco de su momento y sobretodo el viaje que representó hacerlos, porque siempre es una cosa de varios invitados. De “Social”, hay que destacar Ela Partiú de Tim Maia pero con la vocal de los Ultramen. Incluso “Insolente” tiene también lo suyo pero va más allá, como la versión de La Maza, de Silvio Rodríguez y Luis Eduardo Aute. Hay muchos planes, el año pasado me encontré con Mad Professor nuevamente aquí en Río, en Casa da Gloria que es donde tengo mi estudio,  y acordamos un segundo álbum con las outtakes (N.de la R. tomas e ideas que quedaron afuera del disco original) de Mad Professor meets Marcelinho da Lua. Pero lo que más animado me tiene es la edición aniversario de lujo de “Tranquilo” que tendrá sorpresas, remixes y más que no puedo adelantar aún. Y de Bossacucanova estamos disfrutando la reciente aparición de “Bossa Got the Blues”, un disco de bossanova y blues enfocado en la guitarra de Roberto Menescal.

La portada del álbum de Bossacucanova y Roberto Menescal “Bossa Got The Blues”.

F: -Para despedirnos, tu mensaje para los lectores de Forbes en esta pandemia… MDL: -En lo personal no me siento con ánimo de hacer una fiesta por internet, teníamos idea de hacer shows y transmitir, para que la gente disfrute en casa viendo y tomando una cerveja, pero estamos pensando realmente que hacer. Por lo pronto con esto de la pandemia y la triste situación que vive Brasil en el contexto de Latinoamérica, es preciso que las personas y empresas se humanicen más, porque ya está demostrado que el neoliberalismo no sirve. Antes de despedirse, nos dejó la playlist que habitualmente viste este espacio y un ate mais, porque Marcelinho da Lua es uno de esos personajes que podemos encontrar tal vez en algún boteco de cualquier esquina de Laranjeiras y hasta comiendo unos tacos al pastor en una reconocida taquería de avenida Río Mixcoac.  

 

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