Siempre puede ser “Día del Amor”, sin embargo, el 14 de febrero es un día creado para recordarle a la gente que queremos, lo que significan para nosotros; para entregarnos apasionadamente, para seducir, para celebrar la existencia de amigos y familiares; un día para simplemente querer y dejarnos querer.
Pero, ¿no deberíamos hacerlo cada día? Convencernos de que cada día es el día perfecto para agradecer la suerte de querer y que cada día debemos celebrar, aún a distancia, la maravillosa fortuna de encontrarnos en un mundo inmenso.
¿Por qué elegir solo un día al año? En un tiempo donde cada vez más, la importancia de vivir en el presente se ha puesto en evidencia de una forma brutal. ¿Entonces por qué continuamos postergando las celebraciones? Creo, que ha llegado el momento de dejar de esperar por una ocasión especial y brindar con la bebida más emblemática para una celebración: los vinos espumosos.
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5 vinos espumosos para celebrar el amor
1. Collevento 921
El Prosecco es uno de los vinos espumosos más fáciles de beber por su amabilidad, frescura y burbuja sutil; lo cual lo convierte en la puerta de entrada al mundo de las burbujas para muchas personas. Pero en el mundo del Prosecco hay un sinfín de etiquetas y elegir la ideal puede ser un reto.
Para quien busca un vino espumoso ligeramente afrutado, ideal como aperitivo, para acompañar comidas ligeras y días largos de puro amor, Collevento 921 Extra Dry es una opción ideal; elaborado por la bodega Antonutti, que desde hace más de 100 años elabora vinos en la región del Friuli, en el norte de Italia, donde nace este estilo de vino espumoso elaborado con la variedad de uva Glera.
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2. Château de Breze Crémant de Loire Blanc
De las cosas que más disfruto al probar un vino nuevo es conocer más sobre la tierra donde nació y las manos que lo cuidaron y sin lugar a dudas Château de Breze Crémant de Loire no decepciona. El “Château” es un inmenso castillo medieval, clasificado como patrimonio de la humanidad por la UNESCO, ubicado en Samur, una de las localidades más bonitas del valle de Loire en Francia.
Y si el castillo es impresionante, las extensas cavas subterráneas lo son aún más; allí se guardan en espera de su momento las botellas de este Crémant, elaborado por el método tradicional con uvas orgánicas de las variedades Chenin Blanc y Chardonnay. El vino es ligero, refrescante y con un perfil afrutado que lo hacen ideal para beber solo y como maridaje de platillos espaciados como comida tailandesa, entre muchas otras.
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3. Etienne Calsac Les Rocheforts
Etienne Calsac es un joven y apasionado elaborador, que a los 26 años decidió encargarse de los viñedos familiares, convirtiéndolos a agricultura orgánica y vinificando por parcelas buscando reflejar en cada etiqueta el “terroir” de cada zona.
Al día de hoy, es reconocido como uno de los jóvenes viticultores más talentosos de Champagne y Les Rocheforts una de sus bellísimas tarjetas de presentación. Perfecto para los amantes de los vinos únicos y expresivos, este Blanc de Blancs, elaborado con uvas de la variedad Chardonnay de más de 40 años de edad que vienen de una sola parcela denominada Les Rocheforts (rocas fuertes) en el Premier Cru Bisseuil.
Un vino seco, muy fresco y mineral que es un motivo en sí mismo para celebrar.
4. Vinaltura Espuma Rosé
Espuma Rosé es fruto del trabajo bien hecho de Vinaltura, una bodega mexicana de pequeña producción que centra todos sus esfuerzos en elaborar vinos de calidad a través de una viticultura razonada, cuidando el medio ambiente y buscando reflejar el terruño del Valle de Colón, en el estado de Querétaro.
En este maravilloso lugar ubicado a una altitud de 1950 metros sobre el nivel del mar y con una vista espectacular de la Peña de Bernal, se cultivan las uvas de las variedades Syrah, Chenin Blanc y Chardonnay que conforman la mezcla de Espuma Rosé.
El vino se elabora por el método tradicional y el resultado es prueba fiel de que se pueden elaborar vinos espumosos mexicanos de calidad. El resultado es fresco, frutal y con la potencia suficiente para ser gran compañía de muchos platillos de cocina mexicana, un vino ideal para sorprender.
5. Raventós i Blanc De Nit
De Nit es uno de esos vinos que llevo en la memoria como maridaje de muchos años de mi vida. Es un vino espumoso rosado a base de las variedades autóctonas Macabeo, Xarel.lo, Parellada y Monastrell, de agricultura biodinámica y elaborado por el método tradicional bajo la categoría “Conca del Riu Anoia”.
Es un vino que es pleno reflejo de la identidad y tradición de una de las familias más antiguas y emblemáticas de la viticultura europea, la familia Raventós. De Nit es totalmente mediterráneo, auténtico y profundamente catalán.
Ideal para acompañar una gran variedad de alimentos, para largas charlas y como maridaje de momentos inolvidables.
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