- Observar el color. El color clásico de un whisky es un ámbar brillante. Si se puede ver a través de él y no hay nada flotando en el líquido significa que es de buena calidad porque no hay error en la parte del filtrado.
- En la nariz se cata el 80% de un whisky. Para hacerlo remolinamos en pequeños círculos el líquido y soplamos un poco al interior del vaso para que los vapores salgan. Entonces metemos la nariz dentro de la copa con la boca abierta porque al ser un destilado de alta graduación alcohólica (un whisky tiene entre 40 y 43 grados), al abrir la boca evitas el golpe alcohólico. Éste es un whisky muy aromático con muchas notas a bosque, muy dulce a la nariz, con mucho caramelo.
- En boca. Un muy pequeño sorbo al principio para limpiar las papilas gustativas, después un segundo sorbo que no se traga de inmediato, sino que se “paladea” que significa dar golpecitos al paladar con la lengua, como si se masticara. El sabor residual es el que permite percibir los sabores. Glen Grant 18 tiene toques de vainilla, pera, frutos secos, ciruela pasa y especias.
Así se cata el mejor scotch whisky del mundo
Cada año hay numerosos concursos y reseñas que premian a los mejores vinos y espirituosos alrededor del mundo. En el caso del whisky uno de los más respetados es el llamado Whisky Bible de Jim Murray. En esta edición el que fue galardonado como el mejor scotch fue el Glen Grant 18 year old.
César Ramírez, el embajador de la marca y fundador de la Academia Mexicana de Whisky, realizó una cata especial para Forbes Life, en donde nos muestra las características clave que se deben encontrar en un destilado premiado, ya que no sólo fue votado como mejor scotch, sino que quedó en segundo lugar en el listado de los mejores whiskys del mundo.
Catar este destilado es muy parecido a catar un vino, con algunas diferencias: