La celebración del Geneva Watch Days ha traído consigo sorprendentes propuestas de alta relojería, a través de las cuales las distintas firmas hacen un asombroso despliegue de ingeniería mecánica. Entre ellas resaltan las nuevas creaciones de Ulysse Nardin y sus colores iridiscentes.
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La firma ha irrumpido con guardatiempos inspirados en el océano, a través de códigos de diseño que inspiran audacia, libertad y determinación. Así, una vez más, se sumerge en las profundidades del mar para atraer las miradas con sus destellos del arcoíris.
Para ello, Ulysse Nardin presentó dos novedosas versiones de sus relojes en donde la revolucionaria inspiración del silicio se mantiene en sus movimientos, mientras que las piedras preciosas centellean matices de color en sus diseños.
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BLAST TOURBILLON RAINBOW
Una esfera esqueletada en forma de “X” es un detalle que atrae la mirada hacia esta enorme propuesta de alta relojería de 45 mm de diámetro, al tiempo que 50 rubíes y zafiros talla baguette son los encargados de darle el toque de color a su sofisticado bisel. De esta forma, quien lo porte en su muñeca conjugará un estilo joven y deportivo con una estela poderosa y elegante.
Una pieza de esta complejidad no puede menos que ser impulsada por un tourbillon volante automático. Meticulosamente resguardado en una caja de Titania DLC negro y coronado por una cerámica negra pulida y arenada, el movimiento calibre UN-175 incorpora la tecnología de silicio, esto le permite contar con una reserva de marcha de 72 horas. Asimismo, tiene hermeticidad de hasta 50 metros.
La chispeante silueta –de la cual únicamente existe una edición limitada de 50 piezas– se complementa con una correa de caucho aterciopelada o de piel de aligátor negra.
LADY DIVER RAINBOW
Las profundidades del océano nunca habían sido testigo de tanta distinción, hasta que por sus aguas se desplace con soltura este guardatiempos, diseñado con cuarenta piedras: entre rubíes, aguamarinas, topacios, tsavoritas y zafiros, mismas que se engastan en un bisel cóncavo. Si eso no es suficiente, un total de once diamantes se incorporan en su esfera de 39 mm a modo de índices. De esta forma, el sublime destello del arcoíris adquiere nuevos matices para bucear.
Con dos versiones en tono blanco y negro, esta pieza de alta relojería es capaz de captar la luz sin importar la profundidad de la inmersión, pues tiene hermeticidad hasta 300 metros. Su caja de acero inoxidable pulido alberga el movimiento calibre UN-816 de cuerda automática, diseñado con algunas piezas de silicio.
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Ulysse Nardin, únicamente, contempla una edición limitada a 300 piezas para esta compleja referencia femenina.
