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En 2015 Yusra Mardini se convirtió en refugiada de la guerra civil siria tras huir a Grecia en un bote. En la travesía, cuando el motor de dicho vehículo falló ella, su hermana Sara y otras dos personas que sabían nadar saltaron al agua para empujar el bote hasta un lugar seguro. Después de tres horas llegaron a la isla de Lesbos. Finalmente, obtuvieron asilo en Alemania para establecerse en Berlín.
Tan sólo un año después de este suceso, Yusra compitió en los Juego Olímpicos de Río, como miembro del primer Equipo Olímpico de Refugiados, en las categoría 100m mariposa y 100m estilo libre, lo que le dio la oportunidad de clasificar a los Juegos de Tokio.
En 2017, fue nombrada como Embajadora de Buena Voluntad de la ACNUR, y en 2018 plasmó su historia en el libro Butterfly, mismo que se llevó a la pantalla en 2022 a través de Netflix, con la cinta Las nadadoras. En este año apareció junto con su hermana en la lista de las personas más influyentes del mundo que es publicada por Time 100 y en junio lanzó la Fundación Yusra Mardin con la que busca apoyar proyectos de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
El rostro de la determinación
Gracias a su impactante historia y a su encomienda para lograr un cambio, la marca de relojes suizos Oris nombró a Yusra Mardini embajadora de la marca. “Aún queda mucho por cambiar para que los refugiados aumenten sus posibilidades de comenzar una nueva y exitosa vida”, afirma la nadadora a través de un comunicado.
Para Rolf Studer, codirector ejecutivo de Oris, la alianza entre la Fundación Yusra Mardin y la marca suiza representa una oportunidad para cuidar de nuestro mundo y para generar cambios trascendentes.
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