Por: Ernesto Piedras*

El confinamiento al que nos ha llevado la pandemia mundial de coronavirus, ha hecho que nuestras capacidades laborales, escolares, de convivencia social, entretenimiento y hasta de aprovisionamiento de víveres, dependan creciente e intensivamente de la tecnología.

La conectividad se ha convertido en el aliado esencial de la humanidad para sortear esta crisis de salud pública global, la primera en la historia de la humanidad que tiene lugar en condiciones de hiperconectividad, si bien aún no para todos.

Sin embargo, ante la falta de computadoras y tabletas en una amplia proporción de hogares mexicanos, el smartphone se ha constituido como el principal nodo de acceso a Internet. Así, no sólo nos permite conocer los alcances de la pandemia y sus consecuentes recomendaciones sanitarias, sino que también hace posible continuar con nuestra operación económica, educativa, cultural, informativa, social y de entretenimiento, entre otras.

¿Gasto o Inversión?

Al segundo trimestre de 2020 (2T-2020) y aun en medio de la crisis pandémica, el mercado en México rebasó, por primera vez, la barrera de adopción de 90% en el acceso a Smartphones. De las 119 millones de líneas móviles, 109 millones operan ya sobre dispositivos inteligentes, para alcanzar una penetración de 91.6% del total, y aun en marcado ascenso.

Esta tendencia se detonó desde hace cuatro años, como resultado de la notoria baja de tarifas por servicios celulares, que indujo a que 82% de las líneas móviles que constituyen el subsegmento de prepago, comenzaran a hacer uso más intensivo de la navegación móvil, experiencia previamente casi exclusiva para los usuarios de pospago (18% del total).

Con ello, todos los usuarios empezaron a identificar la conveniencia de invertir más en sus equipos, al experimentar los beneficios de contar con mejores procesadores, capacidad de expansión de memoria, mejor resolución, cámara, entre otros atributos de su dispositivo móvil inteligente, al ser su eslabón principal en la vida y conectividad cotidiana.

Gasto Promedio en Smartphones (Erogación en pesos por equipo)

Fuente: The Competitive Intelligence Unit

Efectivamente, desde el 2T-2016 se advierte una trayectoria ascendente en el gasto promedio que realiza el consumidor mexicano en la compra de un smartphone, al partir en 2016 de un nivel de $2,656 pesos, que habilitaba la adquisición principalmente de dispositivos de gama baja. Ciertamente esos dispositivos permiten una plena conectividad, pero con limitada capacidad de almacenamiento y procesamiento.

De manera continua desde entonces, cada trimestre el gasto promedio ha evolucionado a una tasa de crecimiento promedio anual de 11.3%. Esta decisión racional del consumidor evidencia la búsqueda por contar con dispositivos de mayores capacidades y consecuentemente de mayor precio.

Otro efecto identificable resulta en el prolongamiento del periodo de reemplazo, qué pasó de 22.1 meses en 2T-2016 a 23.5 meses en 2T-2020.

Incluso, la adquisición de smartphones ha mostrado un comportamiento contracíclico, respecto al desempeño de la macroeconomía. Datos del INEGI documentan que en el último trimestre (2T-2020), la economía mexicana padeció una doble crisis económica, una inducida por las decisiones de política pública del gobierno federal durante 2019; la segunda, resultante de la crisis pandémica global que ha paralizado a la sociedad y, consecuentemente a la actividad productiva. Ambas provocaron la mayor caída registrada en un solo trimestre del PIB, en -18.7%, mientras que el gasto promedio para adquisición de dispositivos inteligentes continuó registrando un marcado ascenso.

En este periodo, el indicador creció 9.9% en términos anuales, al pasar de $3,694 pesos en promedio en 2T-2019, para ubicarse en $4,058 pesos, superando por primera vez la barrera de los cuatro mil pesos por la obtención de un equipo.

El grueso de los usuarios realiza esfuerzos significativos por adquirir mejores dispositivos. Sin embargo, aun cuando la oferta abarca dispositivos desde los $1,000 hasta $60,000 pesos, en el país aún existen segmentos de consumidores que enfrentan severas dificultades presupuestales. Existen también alternativas accesibles para la base de la pirámide social, por ejemplo, con equipos basados en el nuevo sistema operativo, KaiOS, que en otros lugares del mundo ha tenido éxito. Estos equipos con apariencia de feature phones, son de muy bajo precio, a la vez que permiten al usuario acceder a aplicaciones y páginas web. Así, por ejemplo, las 10 millones de líneas que aun operan sobre un teléfono básico, cuentan con opciones para enriquecer su experiencia de conectividad ubicua y permanente. Sin duda una ventana de oportunidad para continuar cerrando la brecha de conectividad.

Evolución en la Distribución de Gamas de Smartphones

Fuente: The Competitive Intelligence Unit

Tres años atrás, seis de cada diez equipos eran de gama baja, mientras que el más reciente registro muestra que a la fecha prácticamente siete de cada diez, son de gamas media y alta.

Este marcado esfuerzo de los usuarios en México por contar con mejores dispositivos nos ha llevado a ser un país que cuenta en su mayoría con dispositivos de gama media (59% del total), que representa una ganancia de 3 pp respecto al cierre de 2019. Si bien esta categoría media no cuenta con características como desbloqueo de huella debajo del cristal, zoom óptico, pantallas ‘infinity’ o carga inalámbrica, entre otras incorporadas en equipos de gama alta, sí cuenta con capacidades de procesamiento y almacenamiento que permiten optimizar actividades laborales y escolares, en este periodo de confinamiento.

Con respecto a la gama alta, su participación de mercado también continua en ascenso, con una ganancia de 2 pp en el curso del primer trimestre de 2020, al pasar su participación de 7% a 9%, en términos de unidades operando en el mercado.

Smartphone, Eje de Conectividad

Los equipos inteligentes son crecientemente el eje de nuestro ecosistema de vida. Con ellos cambiamos los canales de la TV, operamos las luces y otros dispositivos domésticos, mapeo, información, redes sociales, indicadores de ejercicio, peso, salud, ingesta calórica y, en fin, parecieran no tener límites en su utilidad.

No se vislumbra en el corto y mediano plazos un sustituto que los reemplace en su esencialidad cotidiana. Por otro lado, para las empresas de telecomunicaciones representan importantes fuentes de ingresos, tal que al menos uno de cada cuatro trimestres, son el componente más lucrativo, por arriba de los servicios de voz y datos.

Efectivamente, estos equipos inteligentes con capacidades equiparables a las de las computadoras han cambiado al mundo y es previsible que sigan profundizándose en el uso cotidiano que les damos. Así, han pasado de ser un ornamento tecnológico a un equipamiento prácticamente de primera necesidad.

Contacto:

El autor es director general de The Competitive Intelligence Unit y Nomismae Consultin

E-mail: [email protected]

Twitter: @ernestopiedras

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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