Por Julio Pilotzi* Los capitalinos gastan al menos 12 mil millones de pesos al año en taxis, ya que la Ciudad de México es la de mayor densidad en número de unidades y corridas en América Latina y una de las principales en el mundo, sólo detrás de la India. Es por ello que cada vez más aplicaciones móviles que ofrecen este servicio llegan al país. Sobre el tema, aún persiste un intenso debate entre los representantes de estas aplicaciones y los líderes de los taxistas organizados de la Ciudad de México, los cuales han anunciado un paro nacional y el cierre de las principales avenidas de la capital del país para el próximo 3 de junio, al considerar que las autoridades han impulsado la competencia desleal del servicio con quienes lo dan con una aplicación. Integrantes del Movimiento Nacional Taxista, que integra a más de 20 mil transportistas en la Ciudad de México y a 200 mil a nivel nacional, argumentan que los que trabajan con aplicaciones no tienen que pagar una concesión de 40 mil pesos ni la revista vehicular de 1,635 pesos. Es evidente que existe la necesidad de renovar la regulación en materia de movilidad para que ambos modelos puedan operar en el país; sin embargo, las posturas de cada uno difieren en la manera en que se deben regular estas opciones de transporte. El pasado 24 de abril, la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México publicó las nuevas disposiciones de circulación y operación para las plataformas de transporte como Uber, Didi, Cabify o Beat. De acuerdo con los cambios hechos al Reglamento de la Ley de Movilidad, publicados en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México, los conductores deberán cumplir con varias reglamentaciones como tramitar una nueva licencia, usar tarjetón y pasar revista. Al respecto, la compañía de origen Chino Didi, que capitanea en México Pablo Mondragón, que llegó a México apenas en octubre de 2018, explicó que está buscando espacios de diálogo con las autoridades para así poder continuar colaborando, en conjunto con distintos miembros de la sociedad, a la generación de sistemas y políticas públicas adecuados para el desarrollo de la movilidad inteligente, apoyándonos en el uso de la tecnología para la generación de fuentes de ingreso flexibles, seguras, eficientes y modernas. Se estima que la ciudad de México cuenta con un parque de por lo menos 120 mil taxis en circulación, lo cual genera un millón cien mil servicios diarios, con una tarifa promedio de 30 pesos por viaje, da como resultado un gasto de 12 mil millones de pesos anuales, pero si se consideran ciudades como Guadalajara y Monterrey, el gasto podría alcanzar hasta los 20 mil millones de pesos, por lo que México es un país atractivo para soluciones de taxis en el mundo. Los dispositivos electrónicos han alterado la forma en que interactuamos y llevamos a cabo acciones cotidianas, tal es el caso de algunos servicios públicos tradicionales como el tomar un taxi… Y es que la idea es que el uso de estas tecnologías resulte ser más seguro tanto para los usuarios, como para los mismos taxistas, ya que, aunado al parque legal de taxis, se estima que circulan 40 mil unidades toleradas o sin papeles, las cuales pueden representar un peligro para el usuario…Asimismo, los taxistas también corren riesgo de ser asaltados por parte de supuestos usuarios. En cuanto a la seguridad, se ha demostrado que las aplicaciones no cuentan con los mecanismos necesarios para garantizar la seguridad de sus usuarios, ya que hemos visto varios casos de negligencia de operadores de aplicaciones en casos de presunta violación y secuestro. Es un hecho que el mercado del transporte de pasajeros ha cambiado y es momento de revisar su regulación. De acuerdo con especialistas, lo que se requiere es una regulación por etapas, primero para que ambos modelos coexistan y después una reforma profunda que deberá darse en el seno del Congreso de la Unión. Lo que resulta evidente es que el gremio taxista mexicano jamás podrá hacerles frente a los monstruos de la tecnología como Uber, Cabify, Beat y Didi. Éste último, para que se dé una idea, en el mundo realiza más de 10 mil millones de viajes al año, cuenta con 31 millones de socios conductores en todo el mundo, transporta a 550 millones de pasajeros, opera en más de mil ciudades, cubriendo cerca del 80 por ciento de la población global, procesa más de 4 mil 800 Terabytes de información al día y recorre más de 190 millones de kilómetros por día, según información de la propia compañía.  En México, actualmente DiDi opera en 17 ciudades del país y están por lanzar otras más. El servicio de aplicaciones móviles originalmente estaba orientado a un segmento de mercado distinto al de los taxis y de ahí deriva el que se haya mantenido la restricción para que los conductores que trabajan con estas empresas puedan cobrar en efectivo, usar tarjetas prepagadas o recargas en tiendas de conveniencia. Sin embargo, de un debate que apenas inicia y de desplegados a favor de las plataformas de chofer privado, y los cobros en efectivo a través de estas aplicaciones, es un hecho que llegaron para quedarse, pero en la actualidad como la conocemos: ¿Hay espacio para la llegada de más aplicaciones de taxi móviles? La realidad nos dice que No. Ya veremos, cual decide quedarse y cual resiste el embate de quienes no están contentos con su existencia. *Analista de temas económicos.   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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