El actor australiano Hugh Jackman, célebre por su trabajo en cine y teatro, ha encontrado en Wolverine al personaje de su vida.
No sólo ha sido nominado al Oscar, también ha ganado un premio Tony y ha destacado en teatro por su participación en obras como
The Boy from Oz; sin embargo, sigue siendo el papel de Wolverine, que interpreta en la saga de
X-Men, el que lo ha convertido en un icono de la cultura popular, y gracias al lanzamiento en DVD y Blu-Ray de la última entrega de esta historia titulada
X-Men: días del futuro pasado, Jackman se tomó un tiempo para realizar entrevistas.
–¿Es
X-Men: días del futuro pasado la película más impresionante de esta saga?
–Sí, definitivamente. Es la que tiene más presupuesto y es la mejor en todos los sentidos, especialmente en la narración. El peligro es muy real. Desde el momento en que la película empieza es espectacular, tiene una tensión que se ejecuta a lo largo de toda la historia. No es sólo una película de superhéroes, también es de viajes en el tiempo.
–¿Cuáles son tus momentos favoritos de toda la franquicia de
X-Men?
–Me gusta la primera, el inicio de
X-Men, pues en los primeros 10 minutos te permite entender que todos estos poderes mutantes emanan de una experiencia traumática en la vida de los personajes. Es la gran dicotomía de la vida en general; su poder y su fuerza salen de la adversidad. También me encanta la apertura de
X2 con Nightcrawler en la Casa Blanca; es fantástico y se puede sentir, en los primeros cinco minutos de esa película, un montón de inteligencia e ingenio, y por supuesto tengo una debilidad por
The Wolverine; me encanta la secuencia del tren bala.
–¿Qué opina tu hijo, Oscar, de que su papá es Wolverine?
–Creo que él nunca ha considerado que eso sea algo genial. Es una cosa extraña, porque él ha crecido en ese mundo. Nació cuando hicimos la primera película, por lo que es parte de su realidad. Sí he escuchado que en ocasiones le dice a las chicas para impresionarlas: “Mi papá es Wolverine”, pero noto que él sólo quiere que yo sea su padre. No le gusta la atención que recibe de otras personas, pues los niños, sobre todo a esa edad, sólo quieren ser normales. Creo que para los niños lo que hacen sus padres es vergonzoso, y si aquí sumas el que todo el mundo esté hablando de tu padre, es aún peor.
–¿Qué significa Wolverine en tu vida?
–Significa mucho. Él es la base de mi carrera.
X-Men fue la primera película que hice en América; me hizo famoso y me dio un perfil que hizo que los estudios se interesaran en mí.
–¿Cuál es el regalo más grande que esta profesión te ha dado?
–Siempre he sido un fan del aprendizaje; me encanta aprender. Si yo no fuera actor sería un tipo que asistiría a cursos nocturnos e invertiría mi tiempo en estar en clases. Cada día tengo la oportunidad de trabajar con personas increíbles y estoy constantemente aprendiendo. Eso es lo más gratificante.
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