Durante los últimos años, la economía relacionada con la salud ha tomado especial relevancia, no solo a raíz de la pandemia, sino también gracias a los avances tecnológicos que en la última década han transformado y acelerado esta industria.
Mohamed Othman da cuenta de ello. El doctor Othman es jefe del Departamento de Gastroenterología en Baylor St. Luke’s Medical Center, uno de los hospitales que más impulsan el desarrollo científico y tecnológico en Estados Unidos.
“La salud es muy importante para el entendimiento económico de cualquier país, particularmente en un contexto en el que la gente puede vivir mucho tiempo y cambia la integración de la tecnología con los procedimientos y la cirugía, así como la manera en la que se reciben los tratamientos”, explica Othman.
Durante su participación en el Foro Economía y Negocios, de Forbes México, el especialista precisó algunos ejemplos de esta evolución en su propio campo de estudio.
“Utilizar nuevas técnicas ayuda a contar con soluciones tempranas. La Inteligencia Artificial, por ejemplo, está transformando la endoscopia después de casi 70 años de no tener ningún cambio sustancial en este proceso”, explicó el doctor.
De acuerdo con Othman, con la llamada endoscopia robótica hoy es posible disminuir la posibilidad de daños al paciente, así como corregir la técnica cuando los doctores con poca experiencia realizan el procedimiento.
Con la llegada de nuevas tecnologías, como la IA, la robótica o el Big Data, se han generado cambios masivos para la medicina quirúrgica.
El experto subraya que lo que se busca es dejar de ser invasivo, es decir, convertir la mayor cantidad de procedimientos en intervenciones, con el mínimo de heridas y aprovechando los orificios naturales del cuerpo.
“En el pasado, un paciente con cáncer de esófago en etapa temprana era tratado con una cirugía compleja, que le exigía hasta 10 semanas en recuperación; hoy en día, este tratamiento se puede llevar a cabo por medio de endoscopia avanzada, utilizando cuchillas de 2 milímetros que nos ayudan a realizar la disección de la lesión. El paciente se puede ir a casa el mismo día”, contrastó Othman.
La productividad y precisión que permite la tecnología es un factor de equilibrio con el surgimiento de nuevas enfermedades y la longevidad que permite la medicina moderna.
“Debemos considerar que la salud tendrá muy pronto un impacto de 20% en el PIB de cualquier economía”, dice el experto.
Potencias como Estados Unidos y Alemania ya perfilan su gasto público hacia el tema de salud. El país norteamericano, por ejemplo, considera casi 15% de su PIB al gasto en salud; México, por otro lado, no llega al 3%.
Con la adaptación de nuevas tecnologías, Othman anticipa un futuro en el que se mejoren los tratamientos, y se logre una verdadera personalización al seguimiento de las enfermedades. Asimismo, los avances y sus aplicaciones permitirán identificar enfermedades en etapas tempranas minimizando el rango de error.
“En el futuro, el tratamiento estará basado en el perfil genético, microbiótico y farmacológico del paciente”, precisó. De tal manera, será posible entregar el tratamiento o el fármaco correcto a cada persona.
Por otro lado, la Inteligencia Artificial y la robótica ofrecerán la posibilidad de democratizar la medicina y el acceso a tratamientos especializados.
“Los cirujanos más preparados podrán operar a distancia gracias a estas tecnologías. Esto será posible en el 2040, gracias a estos nuevos recursos”, concluyó Othman.
