Juan Pablo Castañón, empresario dedicado a productos de biotecnología, venta de bienes raíces y presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) desde 2015, es un hombre que pocas veces se detiene antes de contestar una pregunta, pero no por ello sus respuestas dejan de ser elaboradas y muy claras. Por ejemplo, tiene muy claro tres cosas: los empresarios son el motor de la economía del país; en estas elecciones está en juego la construcción del modelo de país del siglo XXI; y no están dispuestos a perder “libertades” que han ganado en las últimas décadas para crear y hacer crecer sus negocios. El hombre originario de Los Mochis, Sinaloa, recibe a Forbes México en el edificio de nueve pisos del CCE en Polanco, una de las zonas más exclusivas de Ciudad de México. En ese espacio afirma que la participación del sector empresarial, que siempre ha estado presente en la vida política y social del país, es vital ante este proceso de “reflexión de la sociedad”.
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No hay puntos medios, afirma. Y, desde su perspectiva, la sociedad se encuentra en la bifurcación de un camino: “regresar a la época del proteccionismo donde el gobierno emplea los recursos económicos y políticos para subsidiar y proteger con políticas generalistas a muchas personas y (hacer) política clientelar y probablemente cerrar en unas áreas de la economía hacia el exterior; o continuar y profundizar un modelo de apertura, de competitividad, que nos lleve a solucionar los problemas de pobreza, a través de trabajo y no a través de regalar el dinero que contribuimos las personas que generamos impuestos”. El líder empresarial no deja en claro a qué propuesta para “combatir la pobreza” se refiere cuando habla de reglar dinero, si a la de José Antonio Meade de otorgar 1,200 pesos a las madres de familia, la propuesta de Ricardo Anaya de establecer una Renta Básica Universal o las propuestas de Andrés Manuel López Obrador, entre la que destacan las becas para los jóvenes que estudian bachillerato. Lo que si queda claro es que hasta que concluyan las elecciones e incluso una vez que se decida el rumbo del país para los próximos seis años a través del voto de 89 millones de mexicanos, el CCE continuará posicionando los temas de interés para el sector en la agenda política “gané quien gané”. Presentar las prioridades de México y cómo planea el sector empresarial abordarlas es justamente lo que generó la “diferencia de visión entre un candidato y el grupo que lo apoya”, afirma Castañón. Aunque evita mencionar su nombre, es claro que el candidato al que se refiere el empresario es Andrés Manuel López Obrador, de la coalición Juntos Haremos Historia, quien señaló que el gobierno no debería estar “al servicio de una minoría rapaz” y acusar a cinco presidentes de empresas de alto perfil en México de reunirse con su adversario Ricardo Anaya, para negociar la declinación de José Antonio Meade y revertir los resultados electorales en su contra.

Foto: Fernando Luna Arce / Forbes México

¿Qué responden ustedes cuando se dice que están enfrentados a AMLO, que según las encuestas de preferencia del voto, es el candidato puntero? ¿No les tiembla la mano al ver a un personaje que lidera las encuestas y que se opone a lo que ustedes buscan? Si llega a la presidencia, ¿cómo negociar con él? “Es importante reflexionar sobre esa pregunta porque me la han hecho muchas veces. “¿Qué están viendo en la sociedad que expresan los periodistas que a lo mejor nosotros no estamos viendo? ¿Están viendo, a la mejor, a un personaje que es probable que llegue a la presidencia de la República que no va a respetar las instituciones? ¿Están viendo un personaje que va a ser intolerante, que no acepta que los demás piensen probablemente diferente que él? ¿Están viendo eso y eso les preocupa a los medios de comunicación? “Estamos muy satisfechos de lo que hemos venido construyendo en nuestra democracia como país, tenemos instituciones y tenemos libertad de opinar, libertad de emprender, libertad que nos provoca responsabilidad en la generación de empleo, de ese empleo que genera un patrimonio para un trabajador y su familia en el largo plazo. “¿O estamos viendo que vamos a perder libertades y por tanto entonces debemos ser prudentes para después negociar en qué marco de libertad ese gobierno nos va a cooptar? “Y ante eso nos resistimos y eso no estamos dispuestos a perder y me parece que no hay sociedad moderna posible que está dispuesta a perderla y no sólo por ser empresarios, sino nuestros propios trabajadores no están dispuestos a perder esta libertad y supongo que muchos mexicanos”.

Una relación intermitente

El posicionamiento de la campaña de López Obrador en sus propuestas económicas se ha calificado como irregular. Con el anunció de la integración a su equipo de campaña de Alfonso Romo, empresario originario de la Ciudad de México que desarrollo su carrera en Monterrey, se auguró un acercamiento al empresariado, pero sus declaraciones en actos de campaña y en foros a veces en contra de los empresarios y otras pidiendo un voto de confianza han terminado por tensar ese lazo.
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Esta actitud ha supuesto una dificultad durante el proceso electoral, apunta Castañón. “No puede ser que te digan, que te insulten en lo público y se quieran reconciliar en lo privado”. A través del Consejo Mexicano de Negocios (CMN), respondieron a las acusaciones del candidato de izquierda con la misma magnitud e hicieron desplegar en las páginas de periódicos de circulación nacional un comunicado titulado “Así No”, en el que exigieron respeto, además apuntaron que “no es denigrando ni calumniando como se establece y fortalece una relación constructiva y de confianza con el sector productivo y empresarial”. Días más tarde, el propio CCE sacó su desplegado en el que trató de limar asperezas y se dijo listo, como sector, a trabajar con cualquier gobierno electo “legítimamente”. La publicación cambió el tono que se planteó 10 días antes del inicio de la contienda electoral cuando en la presentación de la agenda integral de políticas públicas “México Mejor Futuro” elaborada por el CCE, Castañón hizo un llamado a todos los candidatos a puestos de elección popular para detener los agravios entre ellos y enfocarse en un debate serio. ¿Cómo ha sido la relación con este candidato? ¿Cómo empezó? Supongo que en algún momento no había una liga tan tensa ¿En qué momento empezó a tensarse y cuándo surgieron los focos rojos? “Hicimos contacto con todos los candidatos visibles y sus equipos, siempre tenemos que hacer estos contactos, por dos motivos: uno para anunciarles que estábamos haciendo el trabajo de la agenda México Mejor Futuro y que nos gustaría compartirla con su gente; y dos para empezar a calendarizar su visita para las organizaciones empresariales y discutir temas específicos de la Agenda por México. “Con todos lo hicimos y si eso significa dialogo, pues sí, con nadie hemos roto el diálogo. “Lo que sucede es que las campañas van evolucionando y en la medida que van caminando también nosotros exigimos posiciones específicas para conocer propuestas sobre distintos temas, desde la infraestructura, el mercado, la responsabilidad económica, variables económicas, combate a la pobreza, generación de empleos, seguridad, lucha contra la corrupción para que haya un ambiente propicio para hacer más empresas, para generar más empleos, que eso es lo que finalmente nos preocupa, porque es lo que sabemos hacer: empleos.
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“Pedimos una visión de política pública para pequeñas empresas para que se incorporen este modelo de competitividad, condiciones de infraestructura para el sur sureste. “Nuestra contribución es en la inversión y generar empleos y nuestra contribución es estar en generar propuestas que el siguiente gobierno debe de atender y lo que nosotros debemos de atender. “En el transcurso de la campaña ha habido posicionamientos que hemos tenido que decir: no, nuestra postura no es esa visión. “Si quiero comentar que desde el inicio de nuestra conversación nosotros en los primeros acercamientos le dijimos al propio candidato y a su equipo: hay posiciones que nos preocupan que ustedes están empezando a visualizar, se conoce su posicionamiento de la educación, se conoce y se ha dicho su posicionamiento de subsidios al campo, nos preocupa su visión sobre la Reforma Energética. “O sea, hemos hablando de frente derecho, y la verdad es que siempre tuvimos la disposición para discutirlo. “El calor de las campañas ha hecho que tengamos ciertas diferencias públicas en donde nosotros hemos sido firmes y en donde algunos miembros del equipo han polarizado aún más la intolerancia a nuestras posiciones. Esa es la circunstancia que significa tener posiciones muy duras respecto de todo el sector empresarial y de algunos empresarios en particular, en la que nos tenemos que resistir a aceptar el adjetivo calificativo de que los empresarios somos los causantes de la crisis en México.
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El pasado 20 de marzo en un evento del CCE con empresarios, políticos y dirigentes de diversas organizaciones usted dijo: “Ya Basta” a todos los candidatos y afirmó que no había un candidato favorito, pero con la evolución de la campaña de la que usted habla  ¿Este posicionamiento va a cambiar? “Nosotros, incluso dentro del sector empresarial, tenemos asociados que pueden o no simpatizar con uno o con otro candidato. Nuestra misión es marcar las diferencias y coincidencias de visión con cada candidato. “Pero desafortunadamente la libertad en México en materia electoral no es completa y no es para todos a nosotros. Por el simple hecho de ser empresarios, nos impiden expresar libremente lo que a nuestro juicio tiene características mejores un candidato que el otro. “Se ha manipulado la idea social de opinión pública de que tenemos tanto poder que podemos influir en que gane uno o que gane otro y evidentemente si podemos influir en que gane uno o gane otro pero como mexicanos, como cualquier ciudadano y por favor no podemos obligar a nuestros trabajadores a que voten corporativamente, eso no es libertad y ese México ya pasó. “Nadie puede asegurar y pensar que todos los trabajadores de una empresa, los miembros de un sindicato, los miembros de una organización, porque les diga el jefe van a ejercer su voto en un sentido, esa es una manipulación política para coartar la libertad a nosotros, y eso me parece que tiene que ser denunciado. “La ley electoral nos amarra las manos a los ciudadanos para poder hablar libremente y en cuanto hablamos parece que nos cae la intolerancia de algunos. Con eso hay que tener mucho cuidado porque es el ejercicio de nuestra libertad, entonces somos muy cuidadosos de no provocar el escándalo de aquellos intolerantes hacia la iniciativa privada, pero al mismo tiempo ser claros y directos de lo que si queremos y lo que no queremos para México.

Trabajar con quien sea

Con el acento característico del norte de México, que Castañón aún conserva, señala que es preocupante que se genere una tendencia de división entre “los ricos y los pobres” porque se trata de “una sola nación” y al día siguiente de la elección, una vez que los mexicanos hayan elegido a sus gobernantes, se acercarán al gobierno electo, su equipo de campaña y apoyaran en el proceso de transición. “Para lo que siga, sea quien sea. Porque lo que nos interesa es seguir construyendo, si no coincidimos, buscar coincidir en las diferencias”.

 

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