Por: Carlos Juárez Cruz

Se presentó la décima edición del Índice de Paz México (IPM) elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP) desde 2013.

De acuerdo con los resultados del informe, y a pesar de algunas mejoras relevantes en 2022 como la reducción de la tasa de homicidios en 8%, los niveles de violencia en nuestro país siguen siendo alarmantes. Tan solo de 2015 a 2022 la violencia sexual aumentó 141%, la violencia familiar 102%, las actividades de la delincuencia organizada aumentaron 64% y la tasa de homicidios creció 63%.

Este conjunto de violencias nos muestra la complejidad de la crisis que enfrenta el país, y deja clara la necesidad de abordajes más amplios y articulados para construir la paz. La naturaleza multidimensional de estos fenómenos permite aproximaciones desde diversos ángulos y genera oportunidades para la participación de todos los sectores sociales.

Desde una perspectiva económica, se sabe que la violencia tiene efectos en el comportamiento y las decisiones tomadas por las personas, las empresas y los gobiernos. Cada año, el Índice de Paz México incluye una sección que calcula el impacto de la violencia en la economía nacional mediante una metodología tan amplia como compleja.

De acuerdo con las estimaciones del IPM el impacto total de la violencia en nuestro país equivalió al 18% del PIB nacional en 2022, unos 4.6 billones de pesos. De este monto, el 45% correspondió al impacto de los homicidios, y 33% a los delitos con violencia. Por otra parte, se estima que entre 2015 y 2022, los incrementos en la tasa de homicidios provocaron una perdida por 324 mil millones de pesos en Inversión Extranjera Directa.

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En general, los datos confirman que la ausencia de paz es muy costosa para nuestro país y produce distorsiones significativas en las dinámicas económicas. El modelo de estimación del IEP proyecta la pérdida de productividad y consumo futuros tanto de las personas asesinadas, como de las personas en prisión. Además de los recursos públicos destinados a perseguir, procesar y mantener en prisión a quienes cometen los delitos. Incluso, se calcula el impacto del miedo en la economía y el efecto multiplicador que no sucede.

Otra parte del análisis da seguimiento al gasto público, y aquí la historia es distinta. Desde 2018, el gasto federal en seguridad pública se ha reducido 30%, y el gasto en el sistema judicial se ha reducido 15%. Durante el mismo periodo, el gasto en Fuerzas Armadas aumentó 27%. Esta tendencia refleja la creciente transferencia de labores de seguridad pública al sector militar, y la insistencia en invertir en una estrategia que no ha dado resultados en tres sexenios.

Este desbalance de la inversión contrasta con las tendencias globales y confirma la necesidad de una inversión pública más estratégica. El gasto de México en seguridad y justicia como porcentaje del PIB es significativamente bajo, apenas 0.6%. Mientras que los países de la OCDE destinan en promedio 1.7%, y la media en Latinoamérica es de 1.5%. Como consecuencia, México tiene en promedio 4.4 jueces y magistrados por cada 100 mil habitantes, apenas una cuarta parte del promedio mundial de 16.

Frente a estos datos, a nadie deberían sorprender la acumulación de casos sin investigar, la deficiente procuración de justicia y los escandalosos niveles de impunidad en nuestro país. Lo que sí sorprende es la incapacidad del Estado, en todos sus órdenes y poderes, para reconocer que 17 años después, la estrategia de seguridad no ha funcionado.

La terrible crisis de violencia que padece a diario nuestro país parece insistir en la urgencia de implementar colaboraciones intersectoriales, políticas públicas articuladas, y visiones más amplias hacia la construcción de paz, más allá de la seguridad pública.

La paz que tanto anhelamos en México se parece mucho a la justicia social, y para construirla es necesario un cambio de ruta y de estrategia. Nuevas formas de abordar una crisis que ya ha durado demasiado, pero que no se resolverá sola.

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Contacto:

*Carlos Juárez Cruz es director en México del Institute for Economics and Peace.

El reporte completo puede ser consultado en www.indicedepazmexico.org y www.economicsandpeace.org.

Twitter: @cjuarezcruz

@IndicedePaz

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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