Durante la mañanera del pasado lunes, el presidente López Obrador llamó a cuentas a Facebook y Twitter, dos de las principales redes sociales con presencia en México. Mencionó que, aunque la crítica es necesaria en un sistema democrático, su gobierno ha sido sometido a duros cuestionamientos a través de las plataformas digitales, sin embargo, la mayoría eran artificiales, es decir, construidos a través de bots, por ello, dijo que era necesario transparentar cuánto recibían en ingresos publicitarios por venta de espacios para bots. “…Pedirle a Twitter y ‘Face’ que nos expliquen cómo es que venden publicidad para bots, y, además, sobre todo que rindan cuentas, que haya transparencia, cuánto ingresa a las empresas de México por compra de publicidad”, mencionó el mandatario.

En el reclamo que el Presidente hace a las plataformas hay algunos puntos que merecen un análisis más cuidadoso, 

Venta de publicidad. Tanto Twitter, como Facebook cuentan con informes de transparencia financiera que hacen públicos cada tres meses. Al ser empresas que cotizan en diferentes bolsas de valores, están obligados a transparentar y desglosar sus ingresos. Por ello, pueden ser consultados por cualquier persona. Así, Twitter y Facebook cuentan con portales de relación con los inversores donde dan cuenta de sus movimientos financieros. Lo que en efecto no existe son informes desglosados sobre cuánto ganan en cada región, es decir, están obligados a decir cuánto ganan en general, pero no cuánto en cada país, lo que deja entonces un incógnita sobre los ingresos recibidos por publicidad. Por supuesto, puede ser un secreto comercial y con las leyes vigentes, no están obligados a revelarlo.

Comunicación política. Las redes sociales han tratado de ser muy cuidadosas en este sentido porque han sido señaladas no sólo por México, sino prácticamente por todo el mundo. Twitter anunció en noviembre pasado que ya no permitría anuncios políticos pagados en su plataforma y Facebook anunció el endurecimiento de las reglas de los anuncios políticos, además de la creación de una biblioteca de anuncios políticos que permite ver quién paga y cuánto paga por hacer anuncios políticos. En principio, sólo estaba disponible para Estados Unidos, sin embargo, el número de países ha crecido y México ya está incluído. Por ello, es posible que cualquier persona se entere quién y cuánto invierte en comunicación política a través de Facebook.

Redes y Bots. Los posicionamientos de Facebook y Twitter son claros, ellos no venden publicidad a bots, de hecho para ambas empresas está prohibido. En Twitter, en los informes de transparencia y de inversores se habla de cuántos bots dan de baja cada tres meses y, en efecto, son millones. El último informe habla de poco más de 3 millones de cuentas. Facebook no da información tan detallada al respecto, sin embargo cuenta con un programa llamado detección de comportamiento inauténico coordinado  dedicado a cazar y bloquear a los bots.

Es un hecho que ninguna de las dos empresas vende publicidad a bots, sin embargo, lo que obliga a diferentes grupos (sobre todo de carácter político) a crear eatrategias al margen de la ética y la legalidad son los algoritmos de distribución de contenidos, mediante los cuáles pueden crearse tendencias informativas de manera artificial a través de granjas de bots semiautomatizadas de forma relativamente sencilla, pero costosa. Por ello, por la propia naturaleza y complejidad de su actuación en la comunicación digital, es difícil llamar bots a las cuentas que impulsan tendencias de forma artificial.

Aunque regular la venta de espacios de publicidad digital se vuelva más estricta y aunque las autoridades fiscalizacen los recursos invertidos, lo que en realidad debería abrirse y en todo caso observarse públicamente son los algoritmos de distribución de contenidos. 

Pero eso está lejos de ocurrir, puesto que regular los algoritmos de contenido en las redes sociales podría entrar en conflicto con el derecho a la libre competencia, aunque también podría argumentarse un interés mayor sobre él cómo nos estamos informando. 

Liberta de expresión. El presidente tiene razón cuando habla de tendencias creadas de manera artificial en las redes sociales. El problema es que no sólo lo atacan a él, sino a prácticamente todos. En un análisis publicado recientemente, Signa Lab da cuenta de todas las tendenciasdesde 2018 que apoyan o defienden al Presidente y a su gobierno y, al mismo tiempo, atacan o acosan a quienes les critican. Y de la misma manera que sucede con las tendencias que critican a la 4T, tampoco hay claridad de dónde vienen o quién las maneja.

La única realidad es que un espacio como el que brindan las redes sociales que debería ser incluyente, transparente y democrático, se ha convertido en un campo de batalla desde hace años, que lejos de informar, terminan polarizando y confundiendo a los usuarios que buscan información clara y concreta.

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