Para que México aproveche el máximo potencial del nearshoring y se convierta en la región más competitiva del mundo, debe incentivar las inversiones públicas y privadas, internacionales y locales, en el sur y sureste del país, una región que ha quedado rezagada y olvidada desde el Tratado de Libre Comercio (1994), consideró Pedro Casas, director general de AmCham México durante el panel Nuevas inversiones, nuevas reglas, en el marco del Foro Forbes Economía Verde y Desarrollo Sostenible 2023.

Durante su participación en la Casa del Lago en el Bosque de Chapultepec de la Ciudad de México, Pedro Casas comentó que Norteamérica (Canadá, Estados Unidos y México) vive su segunda iteración desde el TLC en 1994, pero durante todas estas décadas se cometió el error de dejar atrás al sur y sureste de México, por lo que, “si queremos convertirnos en la región más competitiva del mundo necesitamos ser conscientes de que estas inversiones tienen que estar dedicadas a las regiones que han sido olvidadas en el pasado”.

El directivo detalló que hoy la participación de Estados Unidos en la Inversión Extranjera Directa (IED) en México ya ha alcanzado el 58% del total, cuando en 2018 era de 35%.

“Es un incremento absurdamente alto”, apuntó Pedro Casas, y en ese sentido advirtió que muchas de las empresas globales que están invirtiendo en México requieren componentes ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) y por lo tanto necesitan que México tenga esas condiciones para ejercer sus inversiones: “Si no las tenemos nos resta competitividad”.

Por ello, destacó, la AmCham y otros actores de la iniciativa privada crearon junto con la Secretaría de Economía del gobierno federal un grupo llamado Habilitadores de la inversión, en el contexto del nearshoring, donde se identificó que algunos de los puntos débiles que el país debe mejorar para detonar el máximo potencial de la relocalización de cadenas de suministro están relacionados con producción y distribución de energía limpia, abasto de agua, capital humano disponible, seguridad y Estado de derecho, así como infraestructura de todo tipo.

“Ahí son los puntos principales donde hemos detectado ciertos candados para seguir invirtiendo. Muchas empresas vienen con compromisos medioambientales que tienen que cumplir, entonces tenemos que apostar por mejorar la producción y distribución de energía, mejorar el uso de agua industrial y privado, toda la producción de autos eléctricos y otros usan mucha agua, tenemos que enfatizar mucho en la recapacitación de la fuerza laboral, ante la necesidad de producir más se va a necesitar más mano de obra y estamos llegando a un punto de saturación”, dijo Pedro Casas.

El director de la AmCham aseveró que en los últimos 15 años el 16.8% de la IED se ha concentrado en Nuevo León y estados vecinos; el 15% en Sonora y estados vecinos y 10% en el Bajío.

Solo 5 estados han atraído el 50% de la IED, entre ellos el Estado de México, Nuevo León, Ciudad de México o Chihuahua, regiones donde se está llegando a una saturación de infraestructura y mano de obra, por lo que se hace vital el incentivar inversiones en el sur y sureste del país.

Por su parte el presidente y CEO del Consejo Giant Motors Latinoamérica, Elías Massri, comentó que el país todavía tiene brechas en materia de capacitación de la mano de obra.

“La tecnología ha aumentado más rápido que el entrenamiento de la gente. Esa velocidad hace que los graduados no tengan idea de cómo es la nueva tecnología, y ese es el rol que estamos asumiendo las empresas porque la tecnología está evolucionando lo que no había evolucionado en muchos años”, explicó.

Además, hizo ver, “la mano de obra en Estados Unidos tampoco es suficiente, tiene sentido que en vez de mandar a la gente a una empresa (fuera de México) que requiere personal, la empresa venga a México para contratar. Y hay que ubicarnos en los estados donde hay agua, en el sureste hay agua, la logística y puertos permite ferrocarriles y puertos tenemos acceso interesante a esos estados. En el centro del país es donde más se ha desarrollado la industria automotriz, y es por tener cubiertas todas las necesidades de agua, infraestructura, logística”.

Por su parte, la CEO de Leaseplan, Regina Granados, destacó la necesidad de que las inversiones en la industria automotriz se tienen que dirigir a la movilidad eléctrica, para cumplir con los componentes ESG y los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU.

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“Hay mitos que hay que vencer sobre los autos eléctricos. El costo total de la propiedad es más barato que la inversión inicial en la compra de un auto eléctrico. No hay pagos de tenencias, hay derechos más baratos, no hay verificaciones, por eso tratamos de educar a los automovilistas”, consideró.

La directiva señaló que hoy en México solo el 4% del parque vehicular corresponde a autos eléctricos, “eso no es nada, por eso es responsabilidad de todos, gobierno, sector privado y consumidores finales” el incentivar este tipo de movilidad.

“Hay iniciativa para que en 2030 podamos reducir 30% de emisiones de carbono, eso no se va a lograr si no lo hacemos todos. El auto eléctrico no es solo Tesla, son también las flotillas de las grandes cadenas minoristas. La diferencia la va a hacer el hecho de que lo adoptemos como parte de nuestro día a día”, detalló.

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