La compra-venta de autos usados en México está rodeada de informalidad: transacciones entre amigos, familiares o conocidos, cuando no con completos extraños; muchas veces con ausencia de contratos formales, pagos de contado, mínimas verificaciones de las condiciones físico-mecánicas, entre otros aspectos que elevan la exposición al fraude.

El mercado de los autos usados en México no es para nada menor: se estima que tiene un valor de 750,000 millones de pesos al año y con posibilidades de crecer toda vez que con la inflación, las altas tasas de interés y la poca disponibilidad de algunos modelos de autos nuevos para entrega inmediata, los consumidores han mirado hacia los vehículos usados.

Es en este contexto en el que Mezubo, una fintech nacida en 2021 en Bogotá y que es parte de las 30 Promesas de los Negocios 2023 de Forbes Colombia, llegó oficialmente a México hace un par de semanas con el objetivo de dotar de mayor certeza la compra-venta de los autos usados, de la mano de CI Banco para financiar las transacciones, aunque la empresa está en pláticas con otras instituciones bancarias para ampliar la oferta.

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Mezubo fue fundada por los hermanos Nicolás y Juan Sebastián Pardo Lanzetta. El primero fue gerente de Uber en Colombia y el segundo, fundador de Credifamilia, una compañía colombiana especializada en el ahorro y crédito hipotecario para la compra de vivienda nueva y usada. Su experiencia en movilidad y crédito financiero los motivó a fundar Mezubo.

Esta empresa se encarga de gestionar ante los bancos el crédito para que las personas puedan comprar autos usados, un mercado que no ha sido muy atractivo para las instituciones bancarias. Pero no solo eso, pues también se encargan de auditorías para verificar las óptimas condiciones físicas, mecánicas y administrativas de los vehículos, contaron los hermanos a Forbes México.

Al ser una fintech, todos los trámites se realizan en línea, reduciendo las trabas burocráticas que suelen rodear a las instituciones bancarias.

“Los interesados pueden solicitar el financiamiento automotriz hasta por el 80% del valor del coche dependiendo de la antigüedad de éste”, explicaron los Pardo Lanzetta en una reciente visita a la Ciudad de México.

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Su llegada a México se da luego de que el año pasado Mezubo levantó una ronda de capital por 5.5 millones de dólares en la que participaron Dila Capital, un fondo de inversión de origen mexicano, y Canary, de Brasil. México es el segundo país donde abren operaciones después de Colombia, donde hasta ahora han superado las 38,000 solicitudes de crédito.

Nicolás Pardo confesó que parte de la idea detrás de Mezubo surgió durante su paso por Uber en Colombia. “Pensamos en cómo podíamos ayudar a que los conductores (de la app) en lugar de estar pagando rentas altísimas para alquilar un carro, pudieran comprar su auto propio, en Colombia no había posibilidad de financiar eso de manera razonable”.

Juan Sebastián, por su parte, aportó su experiencia con los productos de crédito dado su paso por Credifamilia. Al final, dice, la necesidad existe porque a “los bancos les cuesta mucho hacer créditos para coches usados porque tienes que hacer inspección mecánica y revisiones legales de fraude, que hacen que no sea un crédito muy fácil de hacer”.

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Los bancos se apoyan de agencias automotrices o concesionarias, pero principalmente para el mercado de autos nuevos, no para los autos usados, es ahí donde entra Mezubo. Los bancos temen al fraude, a los vicios ocultos en materia físico-mecánica de los autos usados y en el estatus legal y administrativo de las unidades, pero Mezubo entra para dar certeza a todas las partes involucradas en estos procesos.

“Con Mezubo se trata de trabajar en alianza con bancos para que cuando haya negocios entre particulares se pueda entregar crédito automotriz y no un préstamo personal que tiene unas tasas muchísimo más altas, entonces lo que nosotros hacemos es apoyar al banco para lograr que se pueda entregar ese crédito automotriz cuando hay negocios entre particulares”, compartieron los hermanos Pardo Lanzetta.

“El año pasado tuvimos unas 38,000 solicitudes de crédito, que es una cifra muy importante y estamos llevando a buen término en Colombia como unos 50 financiamientos mensuales, es más o menos lo que nos gustaría replicar en México o más, aquí se venden entre 4 y 6 millones de autos usados entre particulares”, refirieron los fundadores de Mezubo.

“Nosotros acompañamos este proceso de compra-venta con la idea de que sea más fácil y más transparente el mercado de autos usados”, mencionaron. Por ahora, Mezubo trabaja con CI Banco, pero está en pláticas con más instituciones bancarias que operan en México para ampliar el catálogo de créditos para la compra de autos usados.

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