Niklas Luhmann —sociólogo alemán del siglo pasado— pensaba que los humanos no podían comunicarse porque sus cerebros eran incapaces de hacerlo, así que, concluyó, solo la comunicación podía comunicar.
Más allá del retador juego de palabras, Luhmann sugiere que la comunicación no es una habilidad inherente al ser humano: reunir a dos personas en un espacio no garantiza que se fragüe una legítima comunicación. La calidad de la información representa el valor a obtener.
¿Cómo nació Zettelkasten?
Luhmann era un burócrata fascinado por la filosofía. Devoraba información y pronto se dio cuenta que necesitaba un soporte para guardar los datos que le generaban curiosidad y valor. En sus investigaciones diarias llegó a la propuesta de Conrad von Gasner, que fue el rudimento de su propuesta de sistematización de información.
Así, cayó en cuenta de que las notas lineales —la manera convencional en la que tomamos apuntes— eran poco útiles, porque no tenían una sistematización, se guardaban para difícilmente volver a ser vistas y porque no había interconexiones entre dichas notas.
Con base en estas tres deficiencias, Luhmann ideó un sistema al que nombró “La caja de fichas” o Zettelkasten. Se trata de un enfoque de toma de notas —sobre todo, de organización del conocimiento— que se ha vuelto popular en el ámbito de la investigación y la escritura por un solo hecho: a diferencia de la manera tradicional en la que se toman notas —análogas o digitales— el Zettelkasten te habla, es decir: es un método vivo para relacionar las notas y da vida a las ideas.
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¿Cómo funciona?
El núcleo del método Zettelkasten es nota individual, pero pensada para ser parte de un sistema. Cada idea, pensamiento, cita, fragmento de texto o concepto se registra en una nota. A esto le llamaremos «nota atómica» por representar el fragmento y unidad elemental de este sistema. La ficha puede ser análoga o digital, pero tiene que ser específica, redactada con tus propias palabras y tendrás que citar la fuente y fecha de la toma de nota.
Una vez que vayas registrando notas con estas directrices tendrás el principio de una estructura atómica porque podrás ir relacionando unas con otras. También puedes usar programas como Roam u Obsidian para automatizar la relación entre estas notas.
El propio Luhman abrió el método para que fuera adaptado según las necesidades del usuario, pero recomendó estructurar tres diferentes categorías de notas :
- Notas Fugaces: En estas notas se capturan ideas que capturas de manera cotidiana
- Notas literarias: Son las ideas que extraes de fuentes bibliográficas
- Notas permanentes. Son las notas de las dos categorías previas, analizadas y refinadas
Principios
Zettelkasten, como cualquier método tiene principios, que de no aplicar, influirán en el resultado buscado:
- Notas atómicas. Cada nota debe contener una y solo una idea
- Simples. Cada nota debe expresar la idea con tus palabras
- Fuente. Las notas deben traer la referencia de su origen
- Relación. Si las notas no fueron hechas en un software compatible con Zettelkasten, van a necesitar un código de clasificación para relacionarlas
¿A dónde lleva el uso de este método? A una menor sobrecarga de información y más momentos de conocimiento útil. Por eso se le conoce como «el segundo cerebro»: conecta ideas, es dinámico y permite retener lo relevante.
Para sistematizar la información que suele inundar —y representar— el mundo, vale la pena intentar este método que requiere varias notas formadas (al menos 50) para empezar a ver cómo funciona y los frutos que brinda.
Niklas Luhmann usó este sistema y gracias al mismo publicó más de 70 libros y 400 documentos académicos. Después de todo, Luhmann criticaba la comunicación como un fenómeno dado y pensaba que era algo que requería curiosidad, esfuerzo y conciencia. Por eso decía que los humanos no podíamos comunicarnos. El reflector lo pone bajo el hecho del intercambio eficiente de información. Y su materialización es el método Zettelkasten.
Contacto:
Eduardo Navarrete es Head of Content en UX Marketing, especialista en estrategias de contenido y fotógrafo de momentos decisivos.
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