“Tu herida posiblemente no es culpa tuya, pero tu sanación es tu responsabilidad”

Denise Frohman

El año 2021 comenzó en todo el mundo con sucesos políticos importantes y un contexto complejo de salud, economía, medio ambiente, entorno social y cambios tecnológicos, que sin duda nos marcan el rumbo para comenzar a sanar.

El año político inició con un cambio de presidencia en nuestro vecino país del norte, que ha quedado envuelto en polémica por los sucesos que marcaron historia en la política de quien se posicionaba como uno de los estandartes del modelo democrático y, como lo han dicho muchos, una de las tareas más importantes del nuevo presidente es lograr sanar y unificar a la fracturada sociedad.

La llegada de las vacunas, un gran anuncio que promete en el mediano plazo reducir las muertes por la pandemia, inició con la enorme tarea para gobiernos, farmacéuticas, personal médico e instituciones en todo el mundo, de ayudar a sanar a la población lo antes posible.

La recuperación de la salud en el horizonte, aunque sin una fecha concreta, comienza a devolver la esperanza y confianza de consumidores, inversionistas y analistas para que sea un año en el que la economía comience el proceso de sanar los indicadores más urgentes, como lo es, entre muchos otros, el impulso a la productividad, empleo, inversión y recuperación del consumo.

Suscríbete a Forbes México

En cuanto al medio ambiente, con el cambio en EE. UU. de política asociada al cuidado de éste, se despierta la esperanza de ayudar a sanar a nuestro mundo. Y aunque es claro que no es suficiente, estoy convencido de que la pandemia nos ha enseñado mucho más que el simple hecho del cuidado de nuestra salud, la higiene o el respeto a espacios personales. También nos ha dejado claro que podemos disminuir el uso del transporte, que sí podemos trabajar desde casa, que somos parte de una gran comunidad y que debemos respetar el mundo en el que vivimos, cuidando el medio ambiente y sanando nuestra relación con él.

En nuestro entorno social, sanaremos heridas por aquellos que nos dejaron, cuidaremos más de los nuestros y, por iluso que parezca, creo firmemente en que seremos una sociedad más consciente y empática.

En términos de la tecnología, el 2020 ha sido un parteaguas, en donde ya existe un antes y un después. Cerca de un año de pandemia, y lo que aún falta, harán que esta época sea recordada como en la que la tecnología ha tenido uno de sus impulsos más grandes en la historia de la humanidad y, sin duda, en el presente año la interacción digital estará cada vez más consolidada.

Sigue la información sobre los negocios y la actualidad en Forbes México

A un año, puedo asegurar que la digitalización o cualquier tema asociado a la tecnología, ciberseguridad o transformación digital, está incluido en las grandes prioridades de todos los consejos y directores en las empresas, ya no existen las dudas de antes o la insensata directriz de disminuir los costos “sea como sea”. Hoy, en un año complicado y lleno de retos todavía, estoy convencido de que se están sanando relaciones entre las áreas de tecnología y las funciones de negocio, ya que es cuando se han dado cuenta unos y otros que la inversión correctamente dirigida en tecnología debe ser usada para crecer el negocio y no sólo para mantenerlo, esto sin duda hará la diferencia. La clave entonces será recordar que la tecnología no sólo habilita al negocio y es un generador de ingresos, es parte del negocio mismo, y sin ella ya no podría existir.

 Y tú, ¿cómo crees que estás sanando?

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Contacto:

Alejandro López de la Peña es Ingeniero en Sistemas Computacionales por el ITESO. Actualmente se desempeña como Director General de T-Systems México*

LinkedIn

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

Siguientes artículos

Guerrero; la némesis de los Presidentes
Por

En los últimos años, el estado de Guerrero se ha convertido en el termómetro del país y en la némesis de nuestra endeble...