La industria automotriz, así como el resto del mundo, ha tenido que ajustarse y trabajar para salir adelante ante las dificultades y pérdidas que se presentaron desde el inicio de la pandemia.
Durante 2021, los retrasos en vacunación y la escasez de semiconductores, entre otros retos que iré enumerando más adelante, han sido los principales detonantes que afectaron el escenario de pronósticos favorables que habíamos compartido al inicio del año.
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Para el cierre de este diciembre, se estima que el resultado en los volúmenes de producción y de exportación, sean similares a los de 2020 y que alcancemos niveles pre-pandemia hasta el año 2024. A continuación, enlisto otros retos con los que cerramos 2021 e iniciaremos 2022:
Inflación: Actualmente, la inflación y su tendencia al alza, sigue siendo un tema que ha afectado no sólo a México, sino a toda la región. Mientras que la industria trabaja para mitigar los efectos que tendrá el incremento de los niveles de inflación en las OEMs, en los consumidores y en toda la cadena de suministro.
T-MEC: la implementación del T-MEC representa otro reto para nuestra industria en el país. El apartado de las reglas de origen y las diferencias de aplicación de criterios con Estados Unidos ha generado inquietud entre los países de la región. Los miembros de AMIA han realizado lo necesario para ajustarse a las reglas plasmadas en el tratado, pero es fundamental tener claridad a fin de que se respete lo establecido en el texto del tratado y de las reglamentaciones uniformes.
Regularización de vehículos ilegales: Agregando a lo anterior, las recientes decisiones para regularizar los vehículos internados ilegalmente al país también han generado preocupaciones para la industria. Esto genera una afectación en primer término al patrimonio de los ciudadanos propietarios de vehículos adquiridos legalmente en el país, ya que ante la saturación de vehículos usados que se encuentran ilegalmente en el país y pretenden ser regularizados, disminuye el valor del parque vehicular en circulación, al tiempo que se beneficia a organizaciones criminales. Adicionalmente impide la reducción de autos contaminantes y menos seguros para las y los mexicanos.
Reforma energética: De igual modo, la iniciativa de reforma constitucional en materia energética también representa un gran reto para la industria automotriz. Sabemos que México se ha caracterizado por ser un país competitivo y atractivo para la inversión extranjera directa, siendo el sector automotriz uno de los principales motores para el crecimiento y desarrollo del país, así como un gran generador de divisas para la economía mexicana. Sin embargo, esta iniciativa de reforma podría afectar la competitividad e imagen del país, ya que, podría afectar negativamente los compromisos internacionales y metas globales corporativas de descarbonización anunciadas por las diferentes marcas, la inversión futura podría verse amenazada si el país no demuestra su compromiso con energías limpias y la reducción de emisiones contaminantes.
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Electromovilidad: Si bien la industria ha evolucionado a la adaptación de tecnologías verdes con el fin de que transitemos hacia los autos eléctricos; aún hay un largo camino por recorrer; la falta de inversión en infraestructura dificulta y retrasa el cumplimiento de los objetivos planteados. Es importante que tanto el gobierno como la iniciativa privada puedan entablar un diálogo constructivo para continuar con la transición hacia un parque vehicular electrificado.
A pesar del escenario en el que nos encontramos, mantenemos un optimismo cauteloso y estamos conscientes de la necesidad de seguir colaborando en la construcción de puentes entre la industria, autoridades gubernamentales y la sociedad para salir adelante y continuar con la tarea de procurar el desarrollo de actividades que favorezcan la recuperación económica y el bienestar de la población a pesar de la adversa coyuntura. La AMIA y sus miembros continuarán trabajando para defender los intereses de México y apostar por el bienestar del país.
Contacto:
José Zozaya, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA)*
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.
