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Situación del sector inmobiliario en destinos de playa
Pese a la crisis de las desarrolladoras de vivienda de interés social y casas de 250,000 pesos y 700,000 pesos, en otros rangos de precios más altos y de otros nichos de vivienda, como la de playa, se está viviendo un momento importante de crecimiento.
En Mayo del 2007, podemos decir que comenzó la “ola” del tsunami que tuvo el efecto de una crisis de distintos grados en la industria inmobiliaria en los destinos de playa nacionales.
Súbitamente, apareció el virus N1H1, que como una plaga, provocó que los extranjeros salieran del país, y generó una atmósfera de incertidumbre que comenzó con el proceso de disminución de visita e inversión de este sector de turistas a nuestras playas.
En agosto 2007, a consecuencia de la explosión de la burbuja hipotecaria en Estados Unidos, cayó uno de los iconos del sector financiero en ese país: Lehmann Brothers. Esta caída marcó el inicio de una crisis globalizada que afectaría fuertemente al sector turístico nacional en el rubro de destinos de playas en nuestro país.
El porcentaje más alto de inversionistas extranjeros, principalmente estadounidenses y canadienses, que invertían en propiedades de destinos de playa en nuestro país, vieron su situación financiera e inmobiliaria gravemente afectada.
Las propiedades en las que generalmente invertían eran: propiedades vacacionales, propiedades de descanso, propiedades para el retiro, por lo general en el segmento de precios de 500,000 dólares hacia abajo. Este era el segmento de precio que más demanda tenía y el que sufrió caídas de hasta un 70% en ventas.
Los mercados de Cancún, Playa del Carmen, Cozumel, Puerto Vallarta, Puerto Peñasco, las playas del estado de Sonora, Baja California Sur, Manzanillo, Mazatlán, la Riviera de Jalisco y Nayarit, vieron mermado su mercado inmobiliario para extranjeros con bajas importantes desde un 30 hasta un 70% en disminución de operaciones y por ende de ingresos.
Baja California Sur tuvo momentos muy álgidos, mas el perfil de los inversionistas es más alto (en propiedades arriba de 500,000 dólares) por lo que su caída no fue tan profunda y su recuperación fue más rápida.
Acapulco, Veracruz y Zihuatanejo son mercados de playa con inversionistas en su mayoría nacionales, y se vieron más afectados por temas de inseguridad, que por la crisis hipotecaria globalizada. El tema Acapulco es un mercado que requiere renovación. Siendo el área de Punta Diamante la que más inversión inmobiliaria recibe. Con el proyecto de Nuevo Acapulco, seguramente la Bahía de Santa Lucía resurgirá de manera importante. Este puerto requiere la inversión de grandes cadenas hoteleras que le devuelvan el interés del mercado turístico internacional.
Huatulco y las playas de Oaxaca son mercados más locales y de un turismo más “experimental”. El tema de la inseguridad y la falta de infraestructura para la Industria turística limitan de manera muy importantes a estos destinos.
Destinos desaparecidos
Los destinos que sí podemos decir que desaparecieron en esta crisis, fueron Loreto y Puerto Aventuras. Loreto, por el abanando del mega proyecto turístico de que fue víctima, quedando incluso abandonada la infraestructura turística que ya estaba desarrollada.
El desarrollo de cualquier actividad económica es directamente proporcional al de la inversión que se aplica en el fomento de proyectos productivos y de servicios (en cualquiera de sus modalidades: inversión extranjera directa (IED), inversión federal o inversión privada nacional), así como en la promoción y desarrollo de infraestructura, los cuales, cuando se implementan, resultan ser un buen indicador de las expectativas de rentabilidad que dicha actividad genera y un magnífico promotor del efecto multiplicador de las inversiones.
Esto se refleja en desarrollos de vivienda y comerciales más interesantes para los inversionistas, así como en fuentes de empleo y mejora general de la zona. El resurgimiento de una zona turística, anteriormente preferida por los inversionistas, es fundamental para volver a captar su interés.
Tal es el caso del Proyecto de Puerto Cancún, que está atrayendo de manera importante el interés de los inversionistas. La Riviera Maya es la que cuenta con el desarrollo en infraestructura turística más importante y de clase mundial, siendo un excelente ejemplo de ello la zona de Mayakoba.
Ejemplo de proyectos importantes que esperamos sean los detonadores de demanda de inversionistas en las zonas son también el conocido como Nuevo Acapulco, Nuevo Vallarta, el constante crecimiento en infraestructura turística de Baja California Sur entre otros.
La inversión en turismo del gobierno federal está enfocada a optimizar la competitividad de este sector, con el objetivo de generar ventajas que proporcionen una adecuada rentabilidad y un efecto multiplicador en las inversiones. Esta inversión se ha orientado, principalmente, a financiar la promoción turística, así como el mantenimiento y consolidación de la infraestructura complementaria o de apoyo.
La inversión privada nacional muestra una tendencia creciente. Con base en información de la Secretaria de Turismo, la inversión privada se desglosa en cuatro componentes: