Impulsado por los tiempos de crisis que siempre logra acentuar el poder resiliente del ser humano, la start up estadounidense Sway ha dado con la fórmula de plástico de algas, que pretende ser una de las alternativas más viables en el reemplazo de los polímeros del petróleo.

Si bien el plástico no es el material más natural, desde su invención hace más de un siglo atrás ha llegado para quedarse e incluso ser parte de nuestras vidas en todo o casi todo lo que tenemos a mano.

En lugar de estar basado en combustibles fósiles como lo son muchos derivados de petróleo convencionales, este plástico de algas es el paso siguiente en la evolución de los envases, solucionando el daño que los plásticos derivados del petróleo han causado a lo largo de tantos años.

Con un concepto de diseño regenerativo, el nuevo plástico de algas de la start up Sway parte de los vegetales de la vida marina y a través de la creatividad humana se ha convertido en una alternativa al consumo de derivados del llamado oro negro.

Según Sway, a través de su página web, las algas marinas crecen hasta 60 veces más rápido que otros cultivos en tierra, y pueden eliminar hasta 20 veces más carbono del aire que los bosques, cuando se mide por kilómetro cuadrado, lo que lo convierte en “carbono negativo”.

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Para la fabricación de los flamantes polímeros vegetales, son necesarias algas que se cosechan en asociación con comunidades de todo el mundo que se han visto gravemente afectadas por la sobrepesca y otros desastres ecológicos similares.

“El cultivo de algas es económico, no requiere pesticidas ni fertilizantes y requiere poco equipo”, detalla Sway. De esta manera, es mucho menos dañino que otras prácticas agrícolas.

“Pasé unos 10 años como diseñadora de sistemas de marca y embalaje, por lo que a menudo fui la responsable de incorporar los plásticos en un ecosistema de marca”, dijo en declaraciones periodísticas, Julia Marsh, cofundadora y directora ejecutiva de Sway.

Pero esto no es todo, el plástico de algas marinas de Sway se puede convertir en abono en el hogar, de compostarlo, y está diseñado teniendo en cuenta la accesibilidad, con la esperanza de hacer de la sostenibilidad un entorno más inclusivo.

Fotos Sway.

En este sentido, indican que este plástico de algas se puede usar en prácticamente cualquier cosa en la que se usa plástico habitual, aunque la compañía cita la revolución del empaque como enfoque principal.

Claramente, este plástico a base de algas no es la única alternativa que se propone cambiar el mundo, ya que existen innumerables e incluso hemos dado cuenta de ellas, pero muchas de las otras opciones tienen algunos inconvenientes al momento de ser fabricadas a gran escala.

Sin duda, el nuevo material del algas de Sway, recientemente obtuvo una ronda de financiación de 2.5 millones de dólares, para hacer realidad esta alternativa que promete reducir la carga de los plásticos existentes en la Tierra.

Julia Marsh explica el proceso.

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