Uber tiene nuevo jefe en nuestro país. La empresa de tecnología y movilidad anunció hoy que Federico Ranero se encargará de dirigir los esfuerzos de la compañía en México y el Caribe, relevando en el puesto a Francisco Sordo, quien ahora tendrá la responsabilidad de hacer crecer Uber Eats en Latinoamérica. Ranero, quien fuera alguna vez director de Operaciones de Linio en México, es el tercer director de Uber en el país, lo que no es un encargo menor, sobre todo considerando que la Ciudad de México es el segundo mercado más grande para la compañía a nivel mundial, y Guadalajara se encuentra en el top 10. ¿Cómo hará frente a los desafíos de la empresa? “Mi visión está basada en tres pilares”, explica el ejecutivo a Forbes México en entrevista telefónica:
  1. “Seguir ofreciendo miles de oportunidades de autoempleo a través de la tecnología.”
  2. “Implementar nuevas funcionalidades para que tanto usuarios como los socios conductores se sientan cada vez más seguros de usar nuestra plataforma.”
  3. “Queremos que el transporte esté a disposición de quien sea donde quiera que se encuentre, o cualquiera que sea su ingreso o su método de pago.”
El impacto de Uber es innegable. Su modelo de negocio y su nivel de servicio y atención al cliente a través de la tecnología no sólo han inspirado a industrias enteras a replantear sus fundamentos, sino que también la han convertido en la startup más valiosa del mundo (está valuada en más de 70,000 millones de dólares). No llegas a ese punto sin enfrentar resistencias y ganar detractores, en algunos casos, poderosos. Lee también: Gobierno de Quintana Roo incauta automóviles de Uber El ejemplo más reciente en la lucha de poderes entre los nuevos modelos y los viejos es Cancún, una plaza donde el transporte público históricamente ha sido controlado por muy pocas manos, lo que ha impedido a Uber operar como a ellos les gustaría. “La regulación es un tema local; nunca hemos visto una regulación que preceda a la innovación, mientras hay regulaciones como las de Puebla o el Estado de México, modernas, que entienden las plataformas y respetan el derecho de los conductores a autoemplearse y a los usuarios escoger cómo moverse e incluso elegir su método de pago, también hay reacciones muy distintas, como el caso de Cancún”, dice Ranero. “Estamos en 31 ciudades en México, 20 estados, estamos comprometidos a mejorar la calidad de vida de sus habitantes a través de la tecnología y por ello mantenemos un diálogo abierto a pesar de que las regulaciones no contemplen nuestro modelo”, añade. Al estilo Uber, Ranero enfatiza también que, “nosotros estamos en la mejor de las disposiciones para trabajar con ellos y quiero dejar claro que somos, pro regulación, siempre y cuando ésta entienda y respete el derecho de los socios conductores y los usuarios a elegir cómo autoemplearse y transportarse”.   Un mejor servicio La magnitud que Uber ha adquirido en sólo 8 años no tiene precedentes. Hoy opera en más de 570 ciudades de todo el mundo, 31 de ellas, en México. Ese crecimiento resulta otro gran desafío, pues el nivel de servicio es difícil de mantener cuando reclutas a tasas tan aceleradas. “Mantener el estándar de calidad es algo desafiante, pero afortunadamente tenemos una plataforma tecnológica robusta que confío nos permita subir aún más la barra para asegurarnos de que la experiencia sea la mejor”, explica el director. Del lado de los socios, recuerda, Uber se lleva una parte de las ganancias, por lo que “para nosotros es vital asegurarnos de que estén contentos con la plataforma, no sólo con sus ganancias, sino que reciban su propuesta de valor”. Una de esas propuestas es la generación de un mapa propio a través del mapeo de las calles de las ciudades donde opera, en donde, por cierto, Monterrey estrenó la tecnología a escala mundial. Lee también: Uber empieza a mapear en 3D las calles de Monterrey “No sólo será un tercer servicio de mapas, sino que se enfocará en la experiencia del socio conductor, dándole visibilidad de los puntos sugeridos de recoger y dejar a usuarios”, añade Ranero mientras explica que ya suman 14 las ciudades del mundo en las que se despliega esta tecnología. No obstante, también han noticias del lado de los usuarios. “Podemos usar la tecnología para tomar acciones puntuales que hasta hace poco eran imposibles”, dice el ejecutivo. “Estamos tomando acciones nuevas para dar seguimiento a los patrones de manejo de algunos conductores que hayan sido señalados por los usuarios, a través de la telemática podemos seguir la aceleración, el frenado, los cambios de carril y con ello podemos tomar acciones como dar retroalimentación a los socios hasta incluso desactivar la cuenta de los usuarios si fuera necesarios, con la intención de maximizar la experiencia de los usuarios durante el viaje”. El objetivo, al final, es que todos tengan la certeza de que el servicio de Uber es seguro, confiable, accesible y que tiene la mejor experiencia: “Mi prioridad es asegurarme de que todo lo que hagamos atienda a las necesidades de usuarios y conductores.”

 

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