Por: Yvette Mucharraz y Cano y Karla Cuilty Esquivel*

Descifrar las claves del éxito de una mujer extraordinaria, posiblemente permitiría a otras personas encontrar el camino con mayor facilidad. Como parte de una Istmotalk, una serie de entrevistas con mujeres líderes que  lleva por título Mujeres Cero Ordinarias, conocí a Rosangela Guerra, Directora de Lincoln México, Puerto Rico y el Caribe. A lo largo de nuestra conversación pude constatar que es una mujer inteligente, decidida, carismática, visionaria y comprometida con su equipo. En el camino ha sorteado obstáculos que la han fortalecido para situarse hoy en esta posición, en una industria y un segmento que tradicionalmente fue un terreno ocupado por hombres, y que está en proceso de transformación.

Rosangela me contó sobre su trayectoria de veinte años en la industria automotriz y como era de esperarse ha sido toda una aventura; inició en la planta de motores Ford ubicada en Chihuahua dentro del área de Recursos Humanos, siguió en manufactura, después saltó al área comercial para posteriormente trabajar en el desarrollo de distribuidores para llegar finalmente a la Dirección de Lincoln.

Confesó haber trabajado constantemente para dar resultados y cumplir objetivos. Agregó que soñar le permitió estructurar un plan de carrera y el hecho de rodearse con personas líderes que fungieron como sus “role models”, coach o mentores, fue determinante. Por otro lado, mencionó que, al pertenecer a una empresa global comprometida con el desarrollo de carrera, la inclusión y la diversidad, nunca se sintió limitada para lograr su sueño de carrera profesional.

Cuando analicé profundamente sus palabras, deduje que el coaching, el mentoring, así como el trabajo y soñar con los pies en la tierra, son las llaves del desarrollo profesional. Rosangela estuvo de acuerdo, mencionó el balance de vida como otro punto importante. Me sorprendió que su enfoque de balance es distinto a la mayoría de las personas, ella lo analiza como periodos de tiempo con trabajo y otros periodos para buscar despejar la mente, cuidar de uno mismo, viajar, entre otros. Estos tiempos son para ella un modo de lograr mantener o reforzar la creatividad y “cargar pilas” para volver al trabajo con ánimo e ilusión.

Obviamente, ha enfrentado desafíos significativos, los cuales trazaron un camino al enfrentar una decisión complicada y tomar la decisión correcta. Me indicó dos momentos que fueron un parteaguas en su vida profesional: el primero cuando salió de Chihuahua para trabajar en el Ciudad de México en el área comercial y el segundo al irse a vivir a Michigan para trabajar en el corporativo global.

Esta última experiencia fue decisiva porque pudo estar en la mesa donde se toman las decisiones más importantes de la empresa y aprender directamente de grandes líderes, como su CEO, no solamente temas relacionados con el manejo de la empresa sino su humildad y su liderazgo sumamente humano.

Desde mi perspectiva, este aprendizaje con los líderes de la empresa, permitieron que Rosangela definiera su propio estilo de liderazgo donde la humildad y la valoración por su equipo son aspectos esenciales, me comentó que “uno sin su equipo no logra entregar los resultados que la compañía requiere”.

A su equipo lo impulsa siendo positiva, empoderándolo, encaminándolo y compartiendo con ellos los éxitos. Además, ella construye sus equipos buscando que las personas que lo conforman crean en el proyecto, compartan sus ideales, y trabajen con empatía, aspectos que forman parte vital de su liderazgo.

Sobre la crisis del Covid-19, me compartió que la velocidad de reacción y transformación que han tenido las empresas es un aprendizaje significativo. Asimismo, el trabajo desde la casa ha demostrado ser posible y funcionar, además, abrió la posibilidad para las empresas de buscar el talento en cualquier lugar.

Acerca de sus recomendaciones para las mujeres que buscan ser líderes, mencionó que la confianza en uno mismo es vital, el apoyo mutuo entre mujeres como una pieza esencial y la preparación constante para no perder el gusto y la curiosidad por seguir aprendiendo.

De igual manera, indicó que las mujeres debemos estar abiertas a estudiar temas actuales y potenciar nuestras habilidades como la compasión, la empatía, la preocupación por el otro y el sentido de equipo, estas características son valiosas y hacen una gran diferencia en las empresas.

Contacto:

Yvette Mucharraz y Cano es Directora del Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección del IPADE.*

Karla Cuilty Esquivel es Investigadora Sénior Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección.*

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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