Por Julio Velázquez
En tan solo siete años, el aumento de productividad que generó el uso de plataformas de colaboración impulsadas por Inteligencia Artificial, podría acercar la posibilidad de un nuevo tipo de interacción laboral, en donde esta tecnología se convertirá en un nuevo colaborador para los equipos y colaboradores.
Cuando en 2017 Google anunció mayores integraciones de la Inteligencia Artificial en sus herramientas de colaboración que hoy llamamos Workspace, existía un objetivo clave: apoyar a que los colaboradores pudieran pasar más tiempo creando proyectos innovadores para sus organizaciones reduciendo el 95% del tiempo que invertían dando seguimiento a tareas operativas, buscando en documentos o afinando formatos.
En ese momento, la manera en que la IA impulsaba la productividad de los colaboradores era observable en Gmail y Hojas de cálculo cuando automáticamente sugería respuestas para escribir un correo electrónico, crear tablas dinámicas o fórmulas posibles para utilizar. En Diapositivas o Documentos se contaba con la opción ‘Explorar’, que rastreaba archivos e información y apoyaba a dar formato a las presentaciones.
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La ayuda que otorgó la IA hizo que para principios de 2020, Forrester estimara que el uso de plataformas de productividad y colaboración podrían generar beneficios de 6.4 millones de dólares en tres años a las organizaciones, de los cuales poco más de la mitad eran potenciados por el aumento en la eficiencia y productividad de los equipos.
Los avances recientes en IA generativa han comenzado a cambiar la forma en que creamos, nos conectamos y colaboramos. La IA generativa complementará a los equipos de trabajo permitiéndoles potenciar su creatividad, por ejemplo, tendrán la capacidad de generar imágenes originales a partir de una descripción escrita en las Diapositivas o al redactar respuestas que tengan en cuenta el contexto de su hilo de correo electrónico existente.
Equipos de TI dentro de las organizaciones podrán contar con otro colega experto que los ayude a completar códigos contextuales, ofreciendo sugerencias adaptadas a su base de código, generando funciones completas en tiempo real y ayudándolo con las revisiones e inspecciones de su escritura.
Visto todo lo que hemos podido avanzar gracias a la IA, y como el haberla integrado en nuestras maneras de colaborar abrió un espacio para que las personas pudieran innovar dentro de las organizaciones, transformar los negocios y crear nuevos productos, me hace preguntarme ¿Cuál es el siguiente capítulo de la innovación?
Si bien es difícil predecir el futuro, será importante ayudar a las organizaciones a descubrir su propio camino hacia adelante con la IA generativa, impulsar el desarrollo tecnológico de forma audaz y adoptar un enfoque responsable. Tenemos la oportunidad de hacer que la IA sea aún más útil para las personas, las empresas, las comunidades y para todos.
Contacto:
Julio Velázquez, director de Google Cloud México
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.
