Proponen producir electricidad con energía nuclear en México
En septiembre, el PAN propondrá en el Congreso una iniciativa que pretende generar un mercado de energía nuclear en México, que proporcione una alternativa limpia y constante de electricidad para el país. ¿Las opciones? Aumentar la capacidad actual de Laguna Verde, en Veracruz, o abrir una nueva planta que requeriría una inversión de 4,000 millones de dólares.
El Partido Acción Nacional (PAN) quiere que la energía nuclear sea protagonista en la generación de electricidad en México, por lo que en septiembre impulsará en el Congreso una iniciativa que busca crear un mercado para este tipo de combustible, que hoy sólo representa 5.6% de toda la energía eléctrica que se produce en el país.
El PAN buscará reproducir un micromodelo similar a la reforma energética en materia de hidrocarburos con la energía nuclear. Así lo adelanta el senador del partido blanquiazul, Jorge Luis Lavalle Maury, miembro de la Comisión de Energía de la Cámara alta, en entrevista con Forbes México.
El tema ha quedado rezagado en la agenda política, asegura el legislador. “Con la minuta de la ley de transición energética en el Senado, donde se establecen las bases y las potenciales áreas que debemos aprovechar para la generación eléctrica, la energía nuclear está quedando de manera anecdótica porque no se ve ninguna apuesta importante por este energético.”
El modelo que propondrá el PAN deberá incluir y cuidar, según el legislador de Campeche, los cinco ejes que se fijaron para la reforma energética sobre hidrocarburos: reglamentario, regulatorio, la asignación de un responsable —una paraestatal o empresa productiva del Estado—, fiscal y medioambiental.
Lavalle Maury aclara que no busca una modificación constitucional, sino que, bajo la tesitura de las leyes secundarias de la reforma energética, pretende encontrar un camino para generar más electricidad a través de la vía nuclear.
“Si vemos la experiencia mundial de los países que han tenido reformas similares y sus transiciones hacia un modelo que garantice no solamente la seguridad eléctrica de las naciones, sino que sea más eficiente y económico, la apuesta por la energía nuclear sí genera un área muy interesante”, dice el senador.
Antes de pensar en la construcción de nuevas plantas, Lavalle tomaría como punto de partida Laguna Verde, que ya cuenta con reactores en operación, y buscaría que se complete su capacidad de hasta cuatro reactores con mayor potencia.
Si se eligiera el camino de un nuevo complejo nuclear, la inversión requerida rondaría los 4,000 millones de dólares, según especialistas consultados por el senador. Para el desarrollo de ésta, la senda más apropiada sería una asociación público-privada.
La construcción de una nueva planta tendría un impacto positivo en la generación de empleos. Datos del Instituto de Energía Nuclear arrojan que una planta requiere los servicios de entre 1,400 y 1,800 trabajadores de la construcción —entre operadores de equipo pesado, arquitectos, ingenieros civiles, técnicos, instaladores—, pero la cifra puede llegar hasta 2,400 o 3,500 trabajadores dependiendo del tamaño de la planta y su fecha a inaugurar.
El átomo en el mundo
En Francia y Estados Unidos, este modelo ha probado su viabilidad y equilibrio con el medio ambiente frente a la generación eléctrica a través de hidrocarburos.
El país galo genera 78% de su energía eléctrica a través de 58 reactores nucleares. Estados Unidos, aunque sólo produce 19% de su electricidad mediante este esquema, es el principal productor de energía nuclear, con casi 100 reactores activos, según datos del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), el brazo energético de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El clima también se beneficia con la energía nuclear. La energía nuclear no rebasa el rango de 80 toneladas de gases de efecto invernadero por gigavatio hora (GWh) producido, mientras el carbón produce más de 800 toneladas por cada GWh que genera. El petróleo está cerca del umbral de 800 toneladas, y el gas natural oscila las 500 toneladas, según estimaciones de la Asociación Mundial Nuclear.
No obstante, en México la energía vive un momento de incertidumbre en el largo plazo. Hasta 2014 produjo 5.6% de electricidad a través de los dos reactores de la planta Laguna Verde, en Veracruz, y no tiene más generadores en construcción, mientras que otros gigantes latinoamericanos, como Argentina y Brasil, sí están apostando por nuevos reactores.
Legislación y comunicación, los frenos
Existen retos para generar nucleoelectricidad en México. El primero es transmitir de forma clara cuáles son las ventajas y desventajas porque existe una “desinformación terrible”, no sólo en México sino en muchos países tras los accidentes en Chernobyl, Ucrania y Fukushima (en Japón).
“Se trata de una situación positiva para el país, que si no es bien comunicada podría terminar en un rechazo social”, reconoce el senador panista.
Otro freno es la materia prima, el uranio. El recurso tiene potencial: datos del Servicio Geológico Mexicano arrojan que se encuentran 49 localidades de uranio en México. Investigaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México señalan la existencia de reservas de entre 15,000 y 22,000 toneladas del elemento, de las cuales, entre 8,889 y 11,491 toneladas están sujetas a producción.
Pero “para un minero es un problema muy grave. Prácticamente implica la expropiación de la mina”, explica Jorge Luis Lavalle.
Por eso, opina, se debe analizar la posibilidad de generar un mercado ante toda la cadena de valor que existe alrededor de la energía nuclear, desde la extracción del uranio.
“El procesamiento seguiría limitado, no lo podríamos hacer en México por cuestiones de seguridad, pero sí la generación eléctrica”, puntualiza.
Lavalle considera que tendría que revisarse la posibilidad de ir con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), bajo el antiguo esquema de Pemex, a través de contratistas, y así producir un mercado que genere valor, riqueza y empleos, además de contar con energía más limpia y económica.
