Fernando Ortiz Monasterio es un arquitecto que no busca construir casas ni edificios, sino reincorporar la naturaleza a las ciudades. Su proyecto Vía Verde surgió porque los habitantes de la Ciudad de México tienen apenas 3.7 metros cuadrados disponibles de áreas verdes, cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda que haya nueve metros cuadrados por habitante en las ciudades para que la salud no se deteriore, sobre todo por la calidad del aire. Es por eso que Vía Verde apuesta por transformar la infraestructura urbana en jardines verticales, los cuales son financiados, tanto en su implementación como en su mantenimiento, a través de la venta de publicidad a marcas que buscan que se les asocie con sustentabilidad.

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“Los sistemas ayudan en la captación y filtrado de dióxido de carbono, gases tóxicos contaminantes y metales pesados. Los jardines pueden reducir localmente la concentración de partículas en suspensión en el aire además de que ayudan en materia de contaminación auditiva pues amortiguan el ruido del tráfico”, explica el emprendedor. Estos jardines verticales tienen estructuras prefabricadas que se instalan en lugares como segundos pisos vehiculares y camellones, cuentan con un sistema de riego automatizado y su diseño evita que se afecte el concreto de la infraestructura. En los próximo cinco años, Ortiz Monasterio espera que su empresa opere al menos en 10 ciudades a nivel nacional.
  • Emprendedor: Fernando Ortiz Monasterio Garza (37 años)
  • Socios:  NO
  • Fecha de fundación: 1 de septiembre de 2014
  • Facturación 2018: 87 mdp
  • Empleados: 250
El modelo de negocios de esta empresa implica que haya publicidad únicamente en una de cada 10 columnas en infraestructura de la vía pública. Recientemente, realizaron algunos cambios para optimizar el funcionamiento de estos espacios publicitarios: el primero es que  el área de exhibición de las columnas de publicidad se redujo más de un 50% y se aumentaron las áreas verdes al incorporan jardines verticales en dichos espacios. El segundo es una migración de publicidad impresa a digital, con lo que ya no se cerrará el periférico para cambiar los materiales de exhibición publicitaria,  se evitará la contaminación de  cientos de metros cuadrados de plástico y tintas utilizadas para el formato impreso y se utilizará parte del tiempo de exhibición para transmitir contenidos ciudadanos ( arte, información ciudadana, alertas de emergencia, etc).
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