- Reunir tantos puntos de vista como sea posible acerca de lo que causó el fracaso y los potenciales resultados positivos del mismo.
- Compartir la sabiduría.
- Hacer una encuesta a nivel corporativo para asegurarse de que este enfoque hacia el fracaso está ayudando a tomar mejores decisiones.
Cómo exprimir tu fracaso al máximo
Sí, como si fuera una naranja. Total, el fracaso ya sucedió y no puedes regresar el tiempo. Lo que sí puedes hacer es tratar de obtener el máximo valor de esa experiencia o, dicho en lenguaje financiero, incrementar tu “rentabilidad sobre el fracaso”.
Para dar crédito a quien lo merece, el genial concepto de “rentabilidad sobre el fracaso” o return on failure (en inglés) fue acuñado por los profesores Martine Haas, de Wharton, y Julian Birkinshaw, de London Business School.
En un paper que publicaron en Harvard Business Review explican que si intentáramos imaginar la fórmula de la rentabilidad sobre el fracaso, en el denominador estarían los recursos que invertiste en el proyecto fracasado. Por lo tanto, una forma de aumentar tu retorno es mantener ese número lo más bajo posible, es decir, cuidar la cantidad de tiempo y dinero que inviertes.
En el numerador estarían los “activos” que obtuviste de ese fracaso. Por ejemplo, información del mercado, conocimiento de tu equipo o acerca de ti mismo. Otra forma de aumentar tu retorno sobre el fracaso es mantener este número lo más alto posible.
Haas y Birkinshaw sugieren tres pasos para aumentar la rentabilidad del fracaso en las empresas: