En el escenario global que vivimos, todos los que habitamos este planeta tenemos que ser conscientes del cuidado al medio ambiente. Décadas han transcurrido y la degradación del ecosistema avanza de manera desafiante. Las señales que la naturaleza nos entrega día a día en nuestras ciudades y en distintas latitudes nos obliga a ser consecuentes y actuar de manera responsable para entregar un mejor futuro a las nuevas generaciones. Ante estos hechos, la cita anual del Foro Económico Mundial reunió a más de 3 mil líderes de países e industrias, así como personajes de distintos sectores: académico, social, artes y medios de comunicación, en torno al tema “La creación de un futuro compartido en un mundo fracturado”. Con más de 130 años de vida al frente de la industria de bebidas, la visión de Coca-Cola es una apuesta global sumamente alentadora, que se sustenta en una meta audaz: ayudar a recolectar y reciclar una botella o lata por cada una de las que venda para el año 2030. “Independientemente de su procedencia, queremos que cada envase tenga más de una vida útil”, adelantó la compañía mediante la declaratoria Un Mundo sin Residuos, escrita por James Quincey, CEO de The Coca-Cola Company. “Hemos pasado más de 100 años vendiendo Coca-Cola en la misma icónica botella de vidrio y hoy más de 500 marcas distintas son parte de nuestra cartera global de productos. Quien quiera tener éxito en este negocio necesita un portafolio amplio y comercialmente atractivo de marcas fuertes. En el futuro, la compañía será más grande que la marca”, señaló Quincey, durante uno de sus primeros discursos al frente de la empresa en mayo de 2017, lo que vislumbraba el camino que iba a tomar la compañía. Coca-Cola, que opera en más de 200 países y cuenta con un portafolio de bebidas que se ajusta a los diferentes estilos de los consumidores, apunta hacia un futuro sostenible, y aprovechó el foro de Davos para compartir esta estrategia de cambio en consonancia con el presente que vivimos, pero también con la mente clara para escuchar y aprender los distintos puntos de vista que se gestan en el entorno económico mundial. De acuerdo con James Quincey, estamos usando (y desperdiciando) nuestros recursos naturales a una velocidad cada vez mayor, actuando como si simplemente no tuvieran fin. “Sé que todos compartimos el deseo de un mundo mejor para las generaciones futuras. Me entusiasma la pasión que veo sobre este tema, y si todos hacemos algo para asegurarnos de que los envases no terminan donde no pertenecen, sin importar cuán grandes o pequeñas sean nuestras acciones, la visión se puede lograr”, afirmó Bea Pérez, directora de Asuntos Públicos, Comunicaciones y Sustentabilidad de Coca-Cola, quien formó parte de la delegación que envió Coca-Cola a Davos, Suiza. Te puede interesar: Un Mundo sin Residuos, la meta global de IMCC. Compañías tanto locales como globales, del tamaño de Coca-Cola, deben hacer su tarea para asegurar que en un futuro cada uno de sus productos y envases sean reciclables. Pero, para que esto sea posible, la compañía hace un llamado a los individuos, organizaciones y gobiernos para que participen de manera activa en esta tarea de largo aliento. El propósito de Coca-Cola tiene como última meta el año 2030; sin embargo, la empresa de bebidas más grande del mundo realiza esfuerzos para mejorar todos los días su relación con los consumidores y con el medio ambiente, haciendo negocios de la manera correcta, no solo de la manera fácil. En México, la Industria Mexicana de Coca-Cola reitera su compromiso Un Mundo sin Residuos es el próximo paso en los esfuerzos continuos que lidera la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC) por la sustentabilidad, construyendo sobre el éxito de importantes acciones que han implementado en pro de la protección del medio ambiente como:
  • El reabastecimiento del 100% del agua utilizada en la elaboración de sus bebidas.
  • Incorporar el 25% de resina reciclada a sus envases de PET y trabajar bajo la filosofía de Economía Circular, lo que resulta en un 39% de empaques diseñados para convertirse más adelante en una nueva botella.
  • Contar con PetStar, la planta de reciclaje PET grado alimenticio más grande del mundo, e IMER, la primera construida en Latinoamérica, que, gracias a su gran capacidad, le han permitido convertirse en el principal reciclador de PET en México, contribuyendo de forma directa con el acopio del 21% del PET que se recupera en el país, lo que equivale a más de 90,000 toneladas del material.
  • Desde hace 15 años ha colaborado con ECOCE, sumándose a iniciativas como “Eco-Reto”, orientado a la educación y concientización en la sociedad mexicana para crear nuevos hábitos en el manejo de los residuos.
  • En 2016, inauguró en México uno de los seis Centros de Innovación y Desarrollo Coca-Cola (CID), en el que se elaboran alternativas para soluciones y materiales sustentables que minimizan el impacto ambiental.
Además de mantener su objetivo por conseguir que todos sus empaques sean 100% reciclables, la Industria Mexicana de Coca-Cola sumará esfuerzos en la difusión de la cultura del reciclaje para contribuir a esta valiosa meta que ha planteado la compañía. Lee también: Un mejor futuro, reducción de CO2 en IMCC.

 

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