En un contexto de innovación y transformación tecnológica, las grandes protagonistas son las nubes, ya sean abiertas, privadas o híbridas. Es dentro de este gran universo de opciones que las empresas encuentran la mejor alternativa para avanzar. 

Tanto es así que proyecciones recientes de IDC señalan que las inversiones en la nube deben aumentar un 6.9% este año. América Latina, que lideró el avance global en 2022, se mantiene al frente de este crecimiento.

Aprovechar todo el potencial de las nubes sigue siendo un gran reto para la industria. ¿Trabajar con una o varias nubes? Esa es la primera pregunta de muchas, sin percibir que la elección debe venir de adentro; ni la complejidad de la tecnología o el soporte que puede ofrecer un proveedor deben generar limitaciones.

Además, hay que considerar que no existe un solo proveedor que dé todo, por eso las opciones siempre tienen que mantenerse abiertas. Contar con un enfoque abierto que permita explorar con agilidad, sin barreras y se centre en la innovación es esencial para avanzar a los próximos niveles de la transformación en un cielo lleno de nubes. ¿Y cómo llegar hasta ahí?

En un creciente ambiente híbrido, el primer paso es tener una plataforma de nube híbrida que permita lograr la transformación de las aplicaciones, brindando la uniformidad y la flexibilidad necesarias para modernizar las actuales, desarrollar nuevas en la nube y distribuirlas según se requiera en cualquier infraestructura. 

Implementar y mantener estas plataformas puede ser un desafío para algunas organizaciones que no cuentan con personal ni con las habilidades necesarias para manejar este tipo de ambientes. Por eso, los servicios de nube gestionados permiten crear un entorno de nube híbrida rápidamente y atender las prioridades empresariales, en lugar de dedicar tiempo a gestionar la plataforma de aplicaciones.

Al adoptar una plataforma de aplicaciones gestionada y basada en la nube es posible simplificar el desarrollo, optimizar las operaciones y obtener resultados en menos tiempo, en comparación con soluciones internas. Por ello, el 73.5% de las empresas terceriza la implementación, el mantenimiento y la optimización de sus plataformas en la nube; o bien, planea hacerlo, de acuerdo con un estudio de Pulse.

Nubes conectadas

Un cielo de nubes conectadas y bien gestionadas abre el escenario para el desarrollo de nuevas soluciones y ofertas a los clientes, mejora la productividad de los equipos y trae vientos positivos para los negocios. 

Por todo eso y más, los servicios gestionados de nube no son solo una solución temporal, sino la mejor manera de continuar creciendo en la nube de forma sostenible, ya que también ayudan a optimizar los gastos y a desarrollar estrategias efectivas a largo plazo.

Parte de ese esfuerzo se traduce en “gastos comprometidos” (committed spend, en inglés), una inversión anual predeterminada con el proveedor. La organización puede usar esta asignación según sea necesario para migrar entre productos, manejar picos estacionales en la demanda y optimizar las compras de software.

Las organizaciones pueden explorar los servicios disponibles en el marketplace o en la consola del proveedor y utilizar los fondos asignados para realizar compras que se integren mejor con sus estrategias de nube híbrida. 

Según Tackle, el 43% de los compradores dice que la posibilidad de aprovechar el “committed spend” de su proveedor de nube es su razón principal para comprar a través de este sistema.

En Red Hat sabemos lo que eso significa porque hemos estado ahí, hemos sido testigos y partícipes del cambio. Así como en el pasado fuimos pioneros en la aplicación del código abierto empresarial con una perspectiva de comunidad, hoy sabemos que para alcanzar las demandas de la industria se debe continuar trabajando de manera colaborativa. 

Junto con grandes players de la industria, como Amazon Web Services (AWS) y Microsoft Azure, brindamos soluciones como Red Hat OpenShift Service on AWS y Azure Red Hat OpenShift, ofreciendo una plataforma de aplicaciones lista para usarse, de cuya gestión y soporte nos encargamos en conjunto. 

Así, las organizaciones ya no tienen que ocuparse de investigar, probar, gestionar o actualizar las tecnologías subyacentes, lo cual permitirá ahorrar tiempo y dinero.

Toda la estrategia está basada en entregar herramientas y servicios de desarrollador incorporados e integrados para ayudar a las empresas a responder a las demandas de los clientes. 

Ingenieros de Red Hat automatizan y administran la infraestructura para optimizar el rendimiento y la escalabilidad en cada una de las principales nubes públicas. También optimizan soluciones nativas de la nube disponibles dentro de la consola o el portal del proveedor de nube, simplifican las tareas diarias y amplían los conjuntos de herramientas de gestión disponibles. 

Con el foco puesto en la innovación, el valor que reside en esto es brindar nuevas experiencias, potenciar la conexión de las distintas nubes y el trabajo en conjunto con flexibilidad de adaptación y agilidad empresarial.

Cuando hablamos de que el futuro de la tecnología es híbrido, ya no nos referimos únicamente a las nubes en general, sino a cómo se integran los distintos proveedores para generar mejores resultados para una organización. Hay muchas nubes en el cielo, solo es cuestión de integrarlas. Ya conocemos el cuento. Las aplicaciones se quedan encerradas en las nubes que las alojan. Técnicamente, es cierto, pero sabemos que existen otras opciones. Con un enfoque abierto al estilo open source, sabemos cómo trabajar en colaboración y dejar que los clientes sean quiénes eligen su propio destino.

*Por Germán Soracco, VP de Ventas y Cloud para América Latina en Red Hat.

 

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