En la construcción del futuro de las organizaciones e industrias del mundo, hay dos elementos que ya no pueden faltar: las tecnologías digitales y las medidas que reduzcan los impactos medioambientales.
Bajo este panorama, las organizaciones se están apoyando en sus equipos de tecnología para usar herramientas digitales, como la computación en la nube, en favor de sus objetivos de sustentabilidad.
En 2021, más del 93% de los tomadores de decisiones de TI en América Latina consideraron la sustentabilidad como una prioridad y en esta misma línea, el 78% afirmó que toma en cuenta la lucha contra el cambio climático para evaluar a sus proveedores de nube, esto de acuerdo con un estudio que Google encargó a IDG.
Recientes conversaciones que he sostenido, también me indican el extenso interés que hay por parte de los líderes de organizaciones privadas por encontrar más maneras de impulsar la estrategia de sustentabilidad de sus organizaciones. Principalmente reduciendo sus emisiones de carbono.
Este es el caso de Rotoplas, empresa líder en América en soluciones de agua, que anunció recientemente en México un acuerdo para potenciar el acceso a herramientas y soluciones de nube que permitan fortalecer y acelerar su estrategia climática y de sostenibilidad para reducir su huella de carbono, mediante una gestión de datos más efectiva y el uso de nuevas plataformas tecnológicas para el control de indicadores.
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Visualizar a la tecnología como una aliada brinda una amplia gama de posibilidades en la búsqueda de las organizaciones por tener y formar parte de un futuro más sostenible. A través de herramientas como el análisis de datos, el aprendizaje automático y la inteligencia artificial las organizaciones cuentan ahora con la capacidad de medir y seguir el progreso de sus estrategias de sustentabilidad, optimizar el uso de sus recursos y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Además, para muchas organizaciones la inclusión de elementos de sustentabilidad en su estrategia de transformación digital, se ha vuelto un deber ser. Como ejemplo está una marca global de cosméticos que incluyó la sostenibilidad como un elemento primordial y no negociable en los requisitos que su proveedor de nube debía cumplir para construir con ellos su infraestructura central de datos, misma que apoyaría las operaciones de esta empresa presente en 150 países y con más de 85,000 colaboradores alrededor del mundo. Una vez que encontró al proveedor indicado, fue capaz de medir y comprender la huella ambiental de su uso de nube pública e incorporar estos datos a su hoja de ruta de transformación digital sostenible.
Las organizaciones entienden que un futuro sin iniciativas de sustentabilidad que hagan frente al cambio climático no existe, y hoy es un gusto poder colaborar para que, por medio de herramientas tecnológicas de nube, las organizaciones sean capaces de alcanzar sus metas de sustentabilidad, al tiempo que abonan a la lucha contra el cambio climático.
Contacto:
Julio Velázquez, director general de Google Cloud México.
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