Hace no muchos años, el mezcal dejó de ser una bebida local para convertirse en la nueva sensación de los bares de moda y de los restaurantes tradicionales, ascendiendo rápidamente como una apuesta de calidad digna de ser exportada, e incluso como una fantasía emprendedora para algunos famosos.
La historia de dos yucatecos que se conocieron en un viaje a Oaxaca es parte de este boom inesperado.
En 2010, Francisco Arrañaga Patrón (CEO) y Said Farah Ceh (COO) coincidieron durante un viaje turístico en la capital oaxaqueña. No solo quedaron prendados de las maravillas culinarias y la arquitectura de la ciudad, sino que vieron en la bebida autóctona, el mezcal, una oportunidad de negocio.
Así surgió Sociedad Tlacuache, una empresa dedicada a crear marcas de mezcal desde cero.
“Al principio, ayudábamos con la parte administrativa de la marca ante el IMPI y el Consejo Regulador del Mezcal (CRM), así como aspectos del branding, como nombre y logo”, evoca Farah.
El mezcal suele encontrar a su propia feligresía
Se trata de una bebida que, en su mejor hechura, tiene una composición única: al contener polisacáridos, el hígado y los riñones disminuyen los azúcares y la desdoblan más fácilmente. En pocas palabras, no sacude con la resaca al día siguiente.
En cuanto a su origen, para el mezcal se trabaja con unas 14 especies diferentes de agave, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana; nueve de ellas se encuentran en Oaxaca.
La variedad posible entre elementos terrosos y minerales brinda a la bebida una complejidad que, sin temor a exagerar, Farah compara con el vino.
El apasionamiento que provoca la bebida llevó a Sociedad Tlacuache a encontrar más posibilidades en el negocio del mezcal.
Para 2015 abren una pequeña envasadora en Tlacolula –municipio ubicado a unos 40 km de la capital oaxaqueña–, en la cual inauguran los procesos de envasado para las marcas.
En 2016 compran los derechos de la firma Divino Maguey, con la cual han logrado exportar a Estados Unidos, Europa, África y parte de Centro y Sudamérica, además de ser una de las marcas con más renombre en México; en 2017 adquieren sus propias áreas de cosecha en San Francisco de Tanivet, y, para 2018, inician operaciones con una destilería de 40 alambiques de cobre.
Sociedad Tlacuache hoy produce y etiqueta algunas de las principales marcas de mezcal que llegan no solo a los más reconocidos hoteles y restaurantes del país, sino que se exportan alrededor del mundo.
“Actualmente contamos con 100 ollas para destilar y la producción es de unos 170 mil litros de mezcal al mes”, dice Farah.
A esto habría que sumar 80 hectáreas sembradas con agave propio, palenques en Santa María Quiegolani, San Dionisio Ocotepec y Santiago Matatlán, así como tres envasadoras certificadas ante los organismos reguladores.
Los campos, destilería y envasadora de Sociedad Tlacuache generan el mezcal de unas 30 marcas nacionales, entre ellas se encuentran las que tienen mayor presencia en Estados Unidos y algunas más con premios nacionales e internacionales.
Hasta el año previo de la pandemia, las exportaciones de mezcal representaban 74 millones de dólares, mientras que Oaxaca se consolida como el origen de 75% de esa producción.
En diez años, Sociedad Tlacuache se ha transformado en una empresa de un centenar de personas, entre magueyeros, palenqueros, personal dedicado al envasado, maestros mezcaleros y colaboradores administrativos.
“Todos los procesos son intervenidos por las manos y la experiencia de las personas, no hay ningún proceso industrializado”, dice Farah cuando se le pregunta qué hace artesanal a todos y cada uno de los mezcales que manufactura Sociedad Tlacuache.
Con el entendimiento de cada uno de los procesos que implica, Sociedad Tlacuache tiene la capacidad de crear una marca de mezcal con la garantía de un producto artesanal y de primer orden en cuanto a calidad y composición, además de llevar un trato impecable hacia con sus clientes, funcionando de manera precisa y con tiempos perfectamente establecidos desde el día uno.
Los próximos años serán el gran momento del mezcal en el mundo, aseguran los empresarios. Quienes suban al tren desde este momento podrán disfrutar las mieles del maguey.
Si tienes en mente crear o consolidar una marca de mezcal, contacta a Sociedad Tlacuache para llevar tu proyecto a un nuevo nivel de la mano de expertos en el tema.
