Por Cristián Jara B.* En teoría cualquiera puede opinar del futuro de un mercado, pero lo difícil es tener una visión clara y asertiva. En este aspecto, solo me circunscribiré sólo a datos de la banca y lo acontecido en con los acuerdos del Banco de Pagos Internacionales (Basilea III) luego de la primera crisis global del siglo XXI. La banca, sin duda es un área que une, cataliza y conecta mercados, servicios y personas, más con el amplio centro bancario panameño y el robusto sistema bancario y nuevas adaptaciones regulatorias chilenas. Alguien podría preguntarse qué tiene que ver la diplomacia o los Estados en esto, la respuesta es: mucho. Primero por el mandato de promoción de intereses comerciales y segundo por la tarea de lectura de ambientes y evoluciones regulatorias en base a estándares internacionales y experiencias comparadas. Requerimientos mínimos de capital para toda la banca, tales como, supervisión de la suficiencia de capital y la divulgación pública de resultados, se presentaron como desafíos mínimos. Hoy se ha ido más allá. Actualmente en Chile, se aprobó por el Congreso Nacional la mayor reforma bancaria en 30 años, en un proyecto que produjo acuerdos y consensos transversales, destacando aspectos como el acceso a información sujeta a reserva bancaria por parte del Servicio de Impuestos Internos (SII); y la Unidad de Análisis Financiero (UAF); el aumento de la supervisión preventiva contra lavado de activos y financiamiento del terrorismo de la UAF y dotar a la Superintendencia de Bancos Chilena de nuevas herramientas para compartir información sujeta a reserva bancaria. En este sentido, la nueva ley plantea facultar a la CMF (la Comisión para el Mercado Financiero, organismo público que fiscaliza a las entidades y las actividades que participan de los mercados de valores y de seguros en Chile), para que pueda compartir información sujeta a reserva bancaria con la UAF cuando la CMF detecte alguna irregularidad en los controles aplicados por los bancos en materia de lavado de activos y financiamiento del terrorismo. Actualmente el procedimiento establece que cuando un organismo internacional (como es el caso de autoridades competentes extranjeras) o el propio Servicio de Impuestos Internos requieren información ésta sea solicitada al banco. Luego, el banco informa al cliente y si éste no accede a entregar la información el SII deberá acudir a los Tribunales Tributarios y Aduaneros (TTA). La nueva ley apunta a cumplir con los requerimientos internacionales dotando de condiciones más idóneas para realizar una investigación preventiva contra lavado de activos y financiamiento de actividades ilícitas. Esta reforma del Gobierno del presidente Sebastián Piñera, asume los desafíos regulatorios, en términos de poner a Chile al nivel de los estándares de Basilea III y obliga a pensar en la importancia de un orden regulatorio bancario global, como actores relevantes y de suma relevancia en el escenario internacional. *Abogado, LLM UAI, diplomático chileno en Panamá   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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