Forbes “El Grand Hotel Tijuana tiene 440 habitaciones, y 60 de ellas están equipadas como habitaciones de hospital para recuperación. Es un fenómeno que viene creciendo mucho en los últimos 15 años”, explica Héctor Kabande, presidente de los Hoteles Lucerna, en una reunión en el roof top de su hotel K Tower, en Tijuana. La del Hotel Lucerna y el K Tower es una ubicación privilegiada; sin embargo, el empresario no planea que su hotel incorpore este tipo de habitaciones, pues quiere que gane prestigio como un lugar de hospitalidad de lujo, además de que este servicio implica retos logísticos. En contraste, planea iniciar, en 2020, la construcción de un hotel en Valle de Guadalupe, el cual sí estará orientado totalmente a turismo médico y wellness. Para su desarrollo, prevé una inversión de 10 millones de dólares (mdd) para tener capacidad de hospedar a 100 personas.

Efervescencia de habitaciones

En 2018, Baja California recibió a 1.3 millones de pacientes que acudieron en búsqueda de atención médica y que pasaron al menos una noche en el estado; con ellos se registró la llegada de 1.5 millones de acompañantes y una derrama económica de 1,000 mdd, según datos de la Secretaría de Turismo del estado. El complejo médico New City Medical Plaza se construye apenas a unos metros de la garita de San Ysidro, en Tijuana. Como parte la infraestructura, que incluye 20,000 m2 de consultorios, ocho quirófanos y un centro de negocios, se construye un hotel de categoría business, el cual tendrá 30 habitaciones (de un total de 154) equipadas para recuperación quirúrgica. “Habrá una enfermera disponible para cuestiones sencillas”, explica Isaac Abadi, presidente de Grupo Abadi, propietario del desarrollo, quien estima que el costo de las habitaciones para recuperación será de alrededor de 180 dólares la noche, mientras que las habitaciones convencionales tendrán un costo de 130 dólares. “Hoteles como City Express Suites también tienen habitaciones con estas características. La Fundación Simnsa y MediExcel tienen contemplado la integración de este tipo de estrategias, apegados a la normatividad correspondiente”, explica Aarón Ureña Zaragoza, coordinador de Turismo de Salud y Bienestar, de la Secretaría de Turismo de Baja California.

Entre algodones

Cerca de Mexicali, a unos pasos de la garita de Andrade, se encuentra Algodones, cuya particularidad es ser un pueblo compuesto mayormente de consultorios dentales que, con cerca de 500 médicos, deja una derrama económica anual de 40 mdd. El doctor Carlos Rubio fue uno de los pioneros. El médico especialista en implantes dentales llegó a Algodones hace 35 años y pasó más de cuatro meses sin un solo paciente. Hoy, su agenda está llena y su clínica recibe 70 pacientes al día, todos extranjeros. Como parte de su plan de expansión, construirá un hotel de unas 20 o 30 habitaciones, exclusivo para atender a pacientes de su clínica que vienen de más lejos o para aquellos que requieren someterse a procesos complejos; la idea es ofrecer estancia y paquete dental. “Somos el punto más al norte y colindamos con cuatro estados: Arizona, California, Sonora y Baja California. El acceso se realiza caminando; los pacientes de la tercera edad entran caminando y salen caminando”. Te puede interesar: El turismo de salud, un negocio de 100,000 mdd

Render: New City Media Plaza.

Los precios de los tratamientos en Algodones pueden ser hasta 200% más bajos, como en el caso de una corona dental de sirconía, que puede costar 500 dólares, mientras que, del otro lado de la frontera, el precio puede ser de 1,500 dólares, según explica Rubio. Otro de los procedimientos es el de los implantes dentales, que pueden costar entre 700 y 1,000 dólares en Algodones, y entre 3,500 y 5,000 dólares en Estados Unidos. Para Alejandro Gutiérrez, director operativo del Centro de Atención Mediplaza, también en Algodones, la incorporación de hoteles en el pueblo puede ayudar a que la oferta de servicios se expanda. Mediplaza es un complejo con cerca de 40 consultorios de atención dental, un quirófano y varios consultorios de tratamientos oftalomológicos y wellness (como cuidado de la piel y oxigenación). La infraestructura contempla dos hoteles: uno de 29 habitaciones y otro con 39 (que crecerá este año a 53 habitaciones), algunas de ellas con comodidades para recuperación post quirúrgica. “Nuestro objetivo es potencializar el destino y no ser sólo una comunidad de atención dental. El huésped que generalmente se queda con nosotros es el paciente propio; los hoteles los hicimos con objeto de que el paciente no tenga que hacer el cruce fronterizo todos los días. Contar con el hotel da pie a que pueda hacerse otro tipo de tratamientos y extender su estancia”, explica.

Mexicali espera la bonanza

Baja California tiene una ocupación hotelera de 60%, en promedio. En Tijuana, el indicador alcanza 73%, mientras que, en Mexicali y Ensenada, es de 65%. En Mexicali hay apenas 13 hoteles de tres, cuatro y cinco estrellas, que concentran una oferta de 1,721 habitaciones y dejan una derrama anual de más de 400 millones de pesos. César Araiza, presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles de Mexicali, explica que los hoteleros de la ciudad han buscado adecuar las instalaciones para recibir pacientes, pues el 10% de los visitantes que recibe la urbe corresponden al segmento de turismo médico. “Todavía no es algo masivo, pero hay hoteles que están acondicionando de tres a cinco de sus habitaciones para poder recibir pacientes en recuperación. Se trata de una tendencia que hemos visto crecer en estos últimos cinco años”. Para Araiza, el mayor reto es que la industria de turismo médico se desarrolle a la par de como crece la oferta, pues hoy hay cuatro hoteles de cuatro y cinco estrellas que están en construcción en la ciudad y añadirán 500 habitaciones. “Todos los hoteles buscan que un paciente en silla de ruedas pueda desplazarse, tener baños amplios y, en general, dar las facilidades para una buena recuperación; pero, para incorporar habitaciones con cuestiones más especializadas, como camas o monitores, necesitamos que la industria se desarrolle a la misma velocidad, para que no veamos una sobreoferta. Ahora el mayor reto es que la actividad industrial repunte para que todo tenga un mayor dinamismo”, añade.

 

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