Por Luis Carlos Chacón J.* Qué bello es Ámsterdam, puerto de distribución comercial y paraíso fiscal bancario con altísima calidad de vida. Y si bien la mitad de las personas en sus calles son turistas (en su mayoría por menos de dos noches… lástima), la ciudad aglutina todo tipo de banqueros, importadores, joyeros, coleccionistas de arte, innovadores y diseñadores que buscan conectar e impulsar novedades a nivel mundial. Se puede escuchar el cierre de negocios al compás de las bicicletas. No por nada 75% de las bancas del Reino Unido ante las voces de ‘Hard Brexit’ tienen planeado saltar del río Támesis al Amstel. Además, la ciudad atrae a ejecutivos corporativos globales (el famoso C-Suite), ya que  junto con Milán, Barcelona y Londres, son los lugares predilectos del viejo continente para desarrollar convenciones, foros y seminarios; entre ellos el World Food Innovate Summit, que en su decimoséptima edición, presentó expertos de compañías como Danone, Mondelez, Beyond Meat, PepsiCo, etc., ratificándose como uno de los eventos principales de la industria, donde se logra analizar de qué se tratará la agenda global en términos de innovación y desarrollo de alimentos. En esta edición, conferencistas y participantes siempre llegaban al tema de la proteína animal, el nuevo ‘elefante en el salón’, partiendo del riesgo que implica generar cambios drásticos en los precios de los alimentos, en una clase media emergente global que utiliza 2/3 partes de su presupuesto mensual para comer, sin embargo según la OMS 20% de las enfermedades del mundo tienen su proveniencia en parte de la oferta actual de alimentos, y en caso de disminuir el consumo de carne se puede disminuir un 16% las posibilidades de cáncer y un 21% de riesgos cardíacos. El cambio está en una nueva perspectiva, donde por primera vez se acepta que, a partir de una disminución general en los niveles de azúcar en los alimentos procesados, comienza una nueva relación entre la comida que se consume y el beneficio que le hace al cuerpo humano, descubriendo que el crecimiento global de diabetes no es tan ‘azucarado’ como parece: OMS ha confirmado que la mitad de las personas con diabetes en los países desarrollados (tipo 2) no es obesa, lo que de nuevo lleva a cuestionar la calidad de la oferta de alimentos. También puedes leer: 13 aprendizajes sobre el negocio de la comida y la alimentación Para poner el contexto aún más complejo, varias ponencias presentaron una cifra de WEF, donde se prospectan dos billones más de personas para 2050 (la mitad en África), hecho que obligará a incrementar la producción de alimentos un 57%. Pero si el 80% del terreno de agricultura, según FAO, está siendo usado para el almacenamiento de ganado y su pastoreo (básicamente en la industria de alimentos, los cárnicos dominan el espacio físico de producción), los economistas y futurólogos levantamos la mano para advertir: Cuando los precios de la comida suben se disminuyen sus posibilidades de ser sana -y mucha gente necesita esto y no puede pagarlo-, al tiempo la industria de alimentos tiene que preparar su sistema a futuro para tener más producto disponible, sin sacrificar el terreno (para no morir ahogados en smog), y con menor mano de obra disponible, una solución estará en crear alternativas que disminuyan el consumo de carnes rojas en la población, un cambio global de gustos y ofertas, donde existan (ya sean nuevas o existentes) proteínas nutritivas que tengan el menor impacto ambiental posible. El enfrentamiento se basa en: Lo que hoy es conocido como ‘veganismo’ (consumir alimentos veganos) se ha convertido en una mezcla entre mito, porque el concepto raya con el cliché hippie y tendencia, porque hoy estar ahí es mandatario para ser (o parecer) cool. Sin embargo los beneficios de esta dieta están más que comprobados. Sin Embargo… La transformación de la industria cárnica tendrá costos en tiempo y dinero, que crearán presión política alrededor de tierras y empleos, teniendo en cuenta que su desaparición no es posible, dado el tamaño del mercado, y los comprobados beneficios de la proteína animal a facultades motrices / mentales humanas. En términos generales, las ponencias de este foro (que recuerde se enfoca en innovación) planearon cuatro soluciones al tema: 1. Seguir impulsando el desarrollo de reemplazos de carne. Se asemejan a una burger, pero están construidos desde las plantas, bajo un proceso de laboratorio. 2. Impulsar productos veganos, omitiendo a qué estilo de vida pertenecen. Vender algo que no es burger, de forma mucho más interesante de consumir para los nuevos consumidores. 3. Explorar el consumo de proteínas emergentes. Pensar en opciones de burger que puedan venir de fuentes de proteínas como el mar o los insectos. 4. Elevar el estándar y premiunización de la industria bovina. Consumir menos burger de res, pero que esta sea de las mejores vacas y su precio sea más elevado. Hubo muchos ejemplos para justificar esta nueva mentalidad… incluir opciones veganas disminuye los niveles de apetito, glucosa y enfermedades del corazón. Pero hubo algo que llamo mucho más la atención: Los gladiadores romanos eran vegetarianos. Esto se confirma en ‘The GameChangers’ (sí, como el mejor foro de Forbes), un documental (https://www.youtube.com/watch?v=bMQ1rzz9t5w) basado en los efectos positivos de una migración de dieta hacia proteína vegetal en deportistas de alto rendimiento en Estados Unidos. Y la cúspide del tema en Ámsterdam (dentro y fuera del Summit) estaba detrás Beyond Meat, la compañía californiana que después de una década de ser fundada, por esos días había realizado su IPO (NYSE: BYND), con un precio inicial de 25 dólares, que al día de hoy tiene crecimientos del 475%, llegando a un precio de 156 dólares, con expectativas de crecimiento de 13% semanal. Hace dos años este era un producto cool de San Francisco, Chicago y Nueva York. Hoy, gracias en parte a estos movimientos financieros, pero también a esperar, es parte del menú de cadenas como: Carl’s Junior: (https://www.youtube.com/watch?v=vhv7WfalZvc) Burger King: (https://www.youtube.com/watch?v=N9FED3jkNTo) Su éxito radica en entender que el perfil organoléptico (sabores comunes adquiridos por la mayoría de la población) humano necesita el sabor de la carne, logrando una oportunidad única: de acuerdo con Nielsen el 70% de los consumidores de carne en EU están reemplazando una ocasión por proteína no animal al menos una vez a la semana; por esta razón el 93% de los consumidores de Beyond Meat aceptan que comen carne; es decir, que su estrategia competitiva no es el veganismo como causa, sino lograr que las proteínas vegetales adquieran para 2030 un 10% de la categoría global de cárnicos, que hoy representa 1.3 trillones de dólares. Al parecer hay mucho de ‘rico’ en ser vegano!, y este gran cambio que estamos viviendo  es solo una parte de la industria, así que si decidió emprender desde la comida, le recomiendo no desistir… El 70% del crecimiento del sector de alimentos del mundo de los últimos 10 años vino de compañías pequeñas, que pueden satisfacer necesidades específicas de manera ágil, de acuerdo con McKinsey & Co. La presión que viven los grandes productores de alimentos en la actualidad por sacar nuevos productos es mucho mayor que antes, y esto cambia la dinámica corporativa. Aproveche el momento. *Luis Carlos Chacón es consultor global de negocios; enfocado en consumo masivo, estrategia competitiva, innovación, y prospectiva. Fue invitado a este Summit a dictar una charla sobre el perfil organoléptico y su evolución global a 2030. “En términos gastronómicos disfruté con igual felicidad la comida del Vegan Junk Food Bar https://www.veganjunkfoodbar.com/ y los hot dogs -por supuesto de carne- de la zona de los museos (Museumplein)”.  

 

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