Sr. Arenas, escucho regularmente que hay que diversificar las inversiones, pero quiero preguntarle ¿cómo hacerlo?

Los inversionistas que han dado un paso al frente y eligen al mercado de valores como el vehículo para cuidar y acrecentar su patrimonio regularmente tienen esta inquietud. Pisar terrenos de inversión en bonos, acciones y divisas podría sonar como querer entregarle el patrimonio a la diosa fortuna. Pero esto no es cuestión de suerte.

Don Edgar, ¿invertir en una casa de bolsa es como apostar a los caballos?

Hace pocos días un inversionista me preguntaba esto, su pregunta era válida, pero muy alejada de la realidad. El dinero fácil y rápido de una apuesta no concuerda con la filosofía de un inversor que tiene como prioridad cuidar sus recursos y tener alejada la concentración de su patrimonio en un solo activo.

Diversificarse es el primer paso para un inversor que quiere graduarse.

La diversificación no tiene que ver con la convicción que se tiene en los activos que conforman una cartera de valores, invertir no es un dogma de fe; en cuanto al peso de los activos en el portafolio, la ponderación tiene que ver con la gestión de riesgos.

De hecho, el principal factor para diversificarse es mitigar los riesgos que existen en cualquier inversión.

Don Edgar, ¿alguna vez no ha acertado al conformar una cartera de valores?

El Sr. Trejo me preguntó esto, me observó un instante y luego bajó su vista hacia el filete que cortaba durante una comida que tuvimos hace algún tiempo.

No solo alguna vez. Incluso al conformar mi propio portafolio de inversión he tenido desaciertos. Lamentablemente no puedo dilucidar el futuro.

El mercado de valores no tiene palabra y en situaciones de estrés no coopera. Los primeros meses de pandemia y el reciente medio año de 2022 dan fe de esto.

Todo activo de inversión conlleva un riesgo y, en consecuencia, el error en la distribución de activos es un evento siempre presente y que solo tiene una forma de mitigarse: diversificando.

¿Te perdiste la columna de opinión anterior de Edgar Arenas?: Rendimientos pasados no garantizan rendimientos futuros

Una estrategia diversificada soporta cualquier error individual, pero lo más importante, soporta los infortunios de las caídas económicas.

Para que un portafolio de inversión esté correctamente diversificado los activos deben tener características diferentes. La prioridad para una diversificación adecuada no es la cantidad de activos, sino la poca correlación que exista entre ellos. Entender en qué está invirtiendo es una obligación del inversionista.

Una buena idea para diversificar son los fondos de inversión. Ya hemos platicado en artículos anteriores sobre las bondades de estos activos que gestionan de forma profesional y diversificada la cartera de valores de los inversores.

Lee también: ¿Cómo iniciar mi primer portafolio de inversión?

En mi experiencia los inversionistas en fondos son los que han transitado con mayor éxito los tropiezos de la economía en todas las crisis que he visto desde que inicié mi labor profesional en el mercado de valores hace 22 años.

La diversificación construida con una parte en activos de deuda (principalmente bonos gubernamentales) es un buen cimiento que ayuda a los portafolios en épocas donde la renta variable tiene tropiezos, recordemos qué aproximadamente el 35% del tiempo las acciones tienen retornos por debajo de los instrumentos de deuda, pero en horizontes mayores a tres años el mercado de capitales en su conjunto históricamente ha demostrado ser la opción más rentable, aunque siempre existen sectores, regiones o índices que se desmarcan de las subidas generalizadas, por lo que es indispensable elaborar una estrategia donde los valores de renta variable en el portafolio de inversión tengan poca correlación entre unos y otros.

Diversificarse busca generar retornos suavizados a lo largo de los ciclos económicos. Las posiciones de títulos en lo individual pueden tener bandazos extremos, pero en conjunto un portafolio diversificado compensa los movimientos abruptos.

La diversificación es la mejor forma de controlar riesgos, pero no por ello solo es una herramienta defensiva. Genera equilibrio que potencializa las alzas del mercado y suaviza las caídas. La diversificación bien planificada acorde a cada perfil de inversionista es la meta de los inversores maduros que se alejan los mitos de seguridad de los pagarés bancarios o de inversionistas inexpertos que concentran todo su patrimonio en una sola acción con la falsa esperanza de tener algunos días de suerte que los conviertan en millonarios.

¿Qué opinan?, ¿están preparados para empezar a diversificarse?

Les deseo felices inversiones.

Edgar Arenas Sánchez es economista, gerente comercial en una casa de bolsa en México, profesor de economía bursátil en la UNAM, blogger de Rankia México y autor del libro “Invirtiendo y entendiendo”, reconocido por la Universidad Anáhuac, universidad de Cantabria y Santander Financial Institute como mejor asesor de inversiones en 2020 y 2021.

Twitter: @garoarenas

LinkedIn: Edgar Arenas

Email: [email protected]

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