El orden en las finanzas personales es la piedra angular para lograr tranquilidad, según el libro La Magia del Orden y el blog Pequeño Cerdo Capitalista. Mantener en orden las finanzas personales puede servir para generar un presupuesto y así evitar gastos innecesarios. Estos son cuatro consejos para mantener en orden las finanzas personales. En esencia se trata de mantener en orden el costo de nuestra vida diaria para poder gastar en lo que soñamos, pero que con nuestras acciones acostumbradas aún no podemos tener. Estos son cuatro para mantener en orden tus finanzas.
  • Saca todo lo que tengas y quédate sólo con lo que te haga feliz
La mayoría de las cosas y servicios que tenemos son “a lo mejor y…”, “que tal si” o “por si”. Y aunque la ropa que tienes sin usar físicamente no sea un desastre (o tal vez sí), es dinero que está ahí guardado sin que le des un uso y sin generar ni siquiera recuerdos. Además, los cargos por seguros que nunca pediste pero te da flojera cancelar o las suscripciones domiciliadas que te niegas a dejar de pagar “por si un día las usas”.
  • Pregúntate, ¿en qué te estás centrando?
El dinero es para gastarse en lo que uno quiere, y si no tienes las cosas que quieres o al menos una parte ahorrada, ¿en qué gastas tu dinero? Si quieres amueblar tu casa, irte de viaje o comprarte un coche, no vas a poder hacerlo con tus tickets diarios del café. Visualiza tus metas y usa tu dinero para vivir, no para sobrevivir.
  • ¿Sabes qué es lo que no te hace feliz?
Una vez que hayas decidido qué es lo que no usas y no quieres que siga haciendo bulto en tu vida, deshazte de él. La mejor recomendación es que lo vendas, no vas a poder recuperar todo el dinero que gastaste, pero sí una parte. Si no está en condiciones de venderse: dónalo, o si tienes cosas que puedan gustarle a algunos de tus amigos, aprovecha para reencontrarte con ellos y dales algo que les pueda servir.
  • Cada que entra algo nuevo, algo viejo tiene que salir
Una vez que hayas ordenado tanto tus cosas como tus gastos hormiga, debes de ser consciente de lo que tienes ahora, lo que necesitas y lo que te hace feliz. Si un par de botas se te cruzan en el camino espera unas semanas para ponerlas en tu presupuesto y luego comprarlas, si sigues necesitándolas, contempla la posibilidad de deshacerte de las que ya tienes. No es forzoso, si no tienes algo de qué deshacerte, pero eventualmente llegará la tentación de acumular más y más cosas que sirvan para lo mismo y debes ser fuerte para evitarlo.

 

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