Reuters.- El dólar subía el lunes frente a sus rivales, extendiendo una racha alcista de dos semanas, después de que los inversores deshicieron algunas apuestas cortas en el billete verde por temor a que el conflicto comercial entre Estados Unidos y China provoque una compra de activos en la divisa norteamericana.
La moneda estadounidense se apuntaba la mayoría de sus ganancias frente a sus pares asiáticos. El yuan se mantuvo cerca de su mínimo diario frente al dólar tras un reporte que indicó que China está evaluando el impacto potencial de una depreciación gradual de su moneda en la creciente disputa comercial.
“Este tipo de titulares son más bien una herramienta para elevar las tensiones y están siendo usados como una estrategia de negociación, por lo que los mercados están a la espera de medidas concretas”, dijo Ian Gunner, gestor de carteras de Altana Hard Currency Fund.
El dólar mejoraba un 0.2% frente a una cesta de seis destacadas monedas, extendiendo ganancias previas y experimentando un avance cercano al 1.5% durante un periodo de dos semanas. Frente al yen trepaba cerca de un 0.2%.
Las preocupaciones sobre una guerra comercial han llevado a los inversores a reducir sus apuestas bajistas frente al billete verde, mientras que los últimos datos de posicionamiento mostraron que las apuestas cortas netas contra el dólar han caído por segunda semana.
Estrategas de UBS dijeron que una guerra comercial afectaría a las exportaciones asiáticas y generaría flujos de salida de mercados de acciones orientados a la exportación como Singapur, Malasia y Taiwán.
Analistas y medios estatales chinos redujeron el probable impacto de las medidas comerciales estadounidenses sobre la segunda mayor economía mundial y describieron la postura del gobierno de Trump frente al comercio como el producto de un “desorden de ansiedad”.
El índice dólar tocó un máximo de un mes de 90.597 antes del reporte de nóminas no agrícolas de Estados Unidos el viernes, pero después perdió algo de fuerza, afectado por preocupaciones sobre la disputa comercial entre Washington y Pekín y el decepcionantes dato de empleo estadounidense.
