El Buen Fin está a la vuelta de la esquina; tu bandeja de correo y tu navegador seguro ya están llenos de ofertas únicas que no quieres dejar pasar. Si bien esta fecha tiene como objetivo impulsar la reactivación de la economía, no podemos perder de vista nuestra salud financiera.

Para sacarle el mejor provecho a este evento y cuidar tus finanzas, puedes poner en práctica estas tres pausas financieras antes de sucumbir a la tentación de comprar algo.

No dejes de leer esto, es muy interesante: La teoría de la relatividad en las finanzas personales

¿Por qué es bueno hacer pausas financieras? 

En un estudio que se hizo en México hace unos años, un grupo de investigadores exploró el impacto de las pausas en los créditos de consumo que tomaban las personas. 

En colaboración con una entidad de préstamos digitales, se dieron cuenta que el tiempo entre que las personas aplicaban a un crédito y recibían el dinero podía variar desde unos minutos hasta varias horas, esto porque las aplicaciones se agrupaban y evaluaban en lotes. 

Mientras que para algunos el dinero llegaba casi inmediatamente, otros tenían que tomarse una pausa y esperar a que el dinero llegara a sus cuentas. ¿Qué ocurrió? Los investigadores encontraron que esperar 10 horas entre la aplicación al préstamo y la recepción del dinero redujo 21% la probabilidad de default en el préstamo, es decir, a mayor tiempo de espera, mayor la probabilidad de que las personas paguen sus préstamos. 

Los investigadores sugieren que las pausas o tiempos de espera pueden ayudarnos a tomar mejores decisiones; decisiones que nos benefician más en el largo plazo y que nos ayudan a superar las tentaciones inmediatas. 

De esa forma, quienes esperaron más para recibir el dinero del préstamo, tal vez usaron el tiempo para pensar en cómo usalo; si realmente lo necesitaban y cómo iban a pagarlo. De nuevo: una pausa puede mejorar nuestra salud financiera.

Por ello, antes de hacer tus compras de El Buen Fin, tómate tres pausas para asegurarte de tomar las decisiones que cuiden más tu salud financiera. 

Pausa 1: Define cuánto vas a gastar en El Buen Fin

En un artículo anterior sobre el autocontrol les contamos cómo nos anclamos a diferentes números o informaciones que influyen en nuestras decisiones. Con tantas ofertas apareciendo en las tiendas y en internet, es fácil perder de vista cuánto estamos gastando y cómo afectara nuestra salud financiera. 

¿Te perdiste este texto de nuestros especialistas en ciencias del comportamiento?: Cómo evitar comerte el ‘malvavisco’ mientras cuidas tus finanzas personales

La primera pausa que debemos hacer es definir cuánto vamos a gastar. Para hacerlo, tomemos en cuenta qué artículos necesitamos comprar, qué otros gastos tenemos que hacer y cuánto queremos ahorrar este mes. Este es el costo de oportunidad de nuestro dinero, aquello que dejamos de lado cuando usamos el dinero para otros fines. 

Más aún, solemos subestimar los gastos excepcionales que tendremos en el futuro (emergencias, arreglos del auto, regalos, averías en el hogar) y, por lo tanto, subestimamos cuánto necesitamos ahorrar. 

Una vez elegido el monto, la mejor estrategia para no gastar más que ese monto es separar ese dinero en una cuenta distinta. Las tarjetas prepago o cuentas digitales pueden servirnos para este propósito. Al separa el dinero, no solo lo asignamos físicamente a una cuenta distinta, sino que psicológicamente también lo asociamos a un propósito específico y evitamos gastar dinero de otras cuentas en estas compras. 

En este caso, la contabilidad mental es una herramienta más que nos puede ayudar a cuidar nuestra salud financiera. 

Conoce más aquí: Contabilidad mental: qué es y cómo afecta la forma en que usamos el dinero

Pausa 2: Piensa que las ofertas siempre son relativas

Una vez definido tu monto máximo para gastar en El Buen Fin. La siguiente decisión es si el precio de los artículos realmente refleja el valor del artículo para ti. Un principio que las ofertas suelen aprovechar es el de la utilidad de transacciones

Al mostrarnos cuánto estamos ahorrando entre el precio de lista y el precio de la oferta, sentimos que estamos ganando con la compra y que la transacción (la compra del artículo en oferta) fue exitosa. Sin embargo, al enfocarnos en el descuento (la ganancia), muchas veces perdemos de vista el valor de los artículos que compramos. 

Por ejemplo, si vemos una chamarra cuyo precio de lista es 200 pesos y que en oferta está en 100 (50% de descuento), la pregunta que debemos hacernos no es “¿qué tan bueno es este descuento?”, sino “¿está chamarra vale 100 pesos para mí? ¿Qué más podría hacer con esos 100 pesos?” 

Así pues, la segunda pausa de El Buen Fin es evaluar el valor de lo que queremos comprar. Una pausa de unos minutos antes de hacer la compra puede ayudarnos a usar nuestro dinero para aquello que es realmente más importante para nosotros. 

Pausa 3: No te dejes llevar por lo que compran los demás

También te hemos contado en anteriores oportunidades cómo las normas sociales, o aquello que hacen los demás influye en nuestro comportamiento. Usualmente, las normas sociales son útiles para ayudarnos a convivir en sociedad con otras personas. Nos permiten adaptarnos a nuestro entorno y hacer aquello que se espera de nosotros. Sin embargo, en el caso de los comportamientos financieros, las normas sociales solo nos muestran una visión parcial. 

Ojo aquí: Normas sociales: cómo lo que hacen los demás influye en tus decisiones financieras

Mientras que vemos los comportamientos de consumo de los demás, no vemos los comportamientos de deuda o ahorros. Así, cuando una persona se compra la chamarra de 100 pesos, no sabemos si la persona ya hizo su ahorro del mes o si esta compra está aumentando sus deudas. 

Dejarnos guiar por cuántas personas compraron la chamarra puede llevarnos a tomar una decisión que no sea la mejor para nuestras finanzas personales. La tercera pausa, entonces, es distanciarnos de lo que hacen los demás y mirar nuestras propias metas financieras antes de decidir comprar un artículo en El Buen Fin. 

A estas tres pausas cruciales, queremos sumarles una recomendación adicional. La felicidad que nos generan la mayoría de los artículos que compramos suele ser temporal. Esto se llama adaptación hedónica

Luego de un momento de mucha alegría por conseguir un artículo que buscábamos o una oferta única, volvemos a nuestra felicidad de base, aquella que teníamos antes de comprar el artículo. 

Estas pausas pueden ayudarte a tomar decisiones que se ajusten mejor a tu situación financiera. Mientras la felicidad de lo que compres será temporal, las consecuencias financieras de El Buen Fin podrían acompañarte durante muchos meses más. 

* Antonieta Castro Cosío y Hans Frech La Rosa son investigadores en el Common Cents Lab (CCL), Laboratorio de ciencias del comportamiento aplicadas a mejorar el bienestar financiero y que forma parte del Center for Advanced Hindsight de la Universidad de Duke. Antonieta Castro es investigadora senior, cuenta con una licenciatura en Relaciones Internacionales, una maestría en Ciencias en Gestión del Desarrollo y un doctorado en Políticas Públicas y Urbanas. Hans Frech La Rosa es miembro del equipo que lidera la iniciativa global de CCL en Latinoamérica, es licenciado en Psicología y maestro en Administración y Políticas Públicas.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

¿Te gusta informarte por Google News? Sigue nuestro Showcase para tener las mejores historias

 

Siguientes artículos

¿Por qué es importante un avalúo profesional para comprar o vender una casa?
Por

Te explicamos qué es un avalúo, el porqué es importante tanto para el comprador como para el vendedor y además te damos...