El negocio de los cajeros sin marca en el continente americano

Hace cinco años, el argentino Sebastián Ponceliz fundó Odyssey Group en el garage de su casa ubicada en Florida, Estados Unidos, con la finalidad de dar servicios de instalación, operación, mantenimiento y administración de cajeros automáticos sin marca. Hoy tiene presencia en Estados Unidos, Chile, Perú, Colombia, Uruguay y México, y espera llegar a Italia, Reino Unido, Holanda en 2019 y a Medio Oriente dentro de dos años. Hoy en día, la firma cuenta con 1,000 cajeros en su red y administra otros 500 que pertenecen a particulares y empresas, incluidos bancos. Tiene previsto instalar 2,000 en Argentina este año. En los últimos 24 meses, la empresa ha invertido 7 millones de dólares (mdd), tres de ellos en software y el resto destinado a operaciones. El modelo de negocios consiste en el desarrollo de redes de 20 cajeros automáticos, las cuales Odyssey Group administra sin marca o vende y opera para terceros, quienes financian parte de la infraestructura y luego se quedan con un porcentaje de la comisión por retiro. “El dueño compra una red de cajeros automáticos y recibe una renta a partir de las transacciones que realicen. Ese fue el modelo inicial y tardó un año y medio en consolidarse, pero ha tenido un crecimiento exponencial por la publicidad de boca en boca entre clientes latinoamericanos que están dentro y fuera de Estados Unidos”, detalla Ponceliz. La rentabilidad a corto plazo es de 10%, y puede llegar hasta 15% en el mediano plazo: “A lo largo de los últimos cinco años, le hemos mostrado al inversionista que su inversión es líquida debido a que está en Estados Unidos, por lo que es segura”, resalta.

Otros negocios

La empresa tiene como principal concepto la expansión, debido a que busca tomar presencia en mercados locales, por lo que ofrece servicios fintech. En su modelo de negocios es importante el capital humano, la inversión en el área jurídica, así como en las pruebas piloto de los cajeros, previas a su venta. Odyssey Group cuenta con desarrollo de software, una plataforma Uptodown que tiene el control de los cajeros automáticos y los convierte en cajeros híbridos, que operan con criptomonedas y efectivo. Los servicios financieros que provee son distintos para cada mercado. En Europa, un mercado maduro, las ganancias son ajustadas, mientras que en mercados volátiles como Latinoamérica pueden ser más grandes. La empresa entra a cada país con el negocio que considera que se adaptará a las necesidades de su población. Actualmente cuenta con 10 empresas y hay países donde opera tres y en otros cinco. “En Italia hay una gran oportunidad para las tarjetas prepagadas, debido a la gran inmigración que hay; nosotros aprovechamos esta oportunidad dado que tenemos una máquina que fabrica este producto [plástico]. Vamos a ingresar con máquinas que expendan tarjetas prepagadas, y no con cajeros automáticos”, destaca.