- El primero de ellos ha sido el auge del comercio online que ha multiplicado de forma notable el número de embalajes en papel y cartón a lo largo del planeta.
- El segundo, ha sido la presión ecologista que incita a la sustitución de gran parte de los embalajes de plástico que la industria viene utilizando por otros más respetuosos con el medio ambiente.
El resurgir de la industria papelera en el mundo
Las toneladas de plásticos que comienzan a regresar hacia nosotros de formas insospechadas han motivado un cambio que apunta al resurgir de la industria papelera. Entérate.
Por Máximo Santos Miranda*
La industria del papel y del cartón viene sufriendo un continuo declive desde hace aproximadamente una década y es que nuestros hábitos de consumo, apoyados por los avances tecnológicos, han hecho retroceder de forma importante una industria que ha sido el emblema nacional de países como Finlandia.
Así, el correo electrónico ha hecho desaparecer en gran medida a las cartas físicas en papel, la fotografía digital ha hecho retroceder en buen grado a la analógica, los boletos de avión o tren han sido también sustituidos muchas veces por pases electrónicos que se descargan en el smartphone, y sobre todo los periódicos y revistas han visto como el desarrollo de la prensa online ha hecho casi desaparecer a la prensa en papel.
Tanto los smartphones como la conexión por internet en cualquier dispositivo se han llevado por delante muchos de los negocios que utilizaban como soporte físico al papel.
Además, cada día son más las administraciones públicas a nivel mundial que apuestan por el uso de medios electrónicos para realizar distintos trámites burocráticos.
El Estado que más ha avanzado en este aspecto es Estonia, que se ha convertido en el Estado más digitalizado del mundo y es que el empeño de este pequeño país báltico por agilizar la burocracia y simplificar los trámites administrativos ha traído como consecuencia colateral la disminución drástica del uso del papel en la administración pública.
Sin embargo, el caso de Estonia no es un caso aislado ya que cada vez son más los entes públicos mundiales que alientan a sus ciudadanos, apoyándose en las nuevas tecnologías, a que realicen todos sus trámites burocráticos a través de internet. Así, por ejemplo, en España la declaración del impuesto de las personas físicas que se realizaba exclusivamente en papel hasta hace dos décadas y que conllevaba un gran volumen del mismo ha sido sustituida por la presentación online de forma exclusiva desde hace un par de ejercicios.
Pero no sólo los gobiernos están impulsando el desuso del papel, también son cada vez más las instituciones académicas que lo están potenciando. De este modo, entidades como Thomson Reuters o Esade Business School han impulsado una drástica disminución del papel en las aulas. El motivo en ambos casos ha sido los continuos cambios legislativos que cada vez son más frecuentes en un mundo cada vez más profusamente regulado.
De esta forma, si se quiere que los manuales y compendios legislativos que utilizan los estudiantes estén plenamente actualizados se hace perentorio la utilización de medios electrónicos sin que sea necesario imprimir continuas nuevas versiones de libros en papel. Igualmente, cada vez son más las empresas que están apostando en sus oficinas corporativas por un modelo de trabajo sin papeles y es que esto entre otras cosas les supone una menor necesidad de espacio físico con los consiguientes ahorros de costes asociados.
Sin embargo, y cuando todo parecía sentenciado para el declive continuo de la industria papelera, dos nuevos elementos la están revitalizando de forma inesperada: