Las Vegas es la fórmula perfecta del entretenimiento: una ciudad-espejismo cuyas vallas publicitarias de neón reafirman un urbanismo fantasma. Siempre hay algo nuevo por descubrir.  Las Vegas es lo que tu quieres que sea. Cada quién tiene una definición en mente, ya sea a base de un sumatorio de ideas preconcebidas si no ha pisado el Strip o un cóctel de experiencias vividas durante su estancia en la ciudad del entretenimiento. Pero para algunos Las Vegas es un interrogante arquitectónico. A finales de los años 70 tres profesores y varios estudiantes de la escuela de arquitectura de la Universidad de Yale viajaron a esta ciudad surgida de la nada para realizar un análisis formal de su peculiar arquitectura. Cuatro años más tarde se publicaba el libro Aprendiendo de Las Vegas: el simbolismo olvidado de la forma arquitectónica (editorial Gustavo Gili, 2000). Agitó el mundo académico y supuso un punto de inflexión en la historia y la crítica de la disciplina arquitectónica. Si durante la etapa universitaria se ha leído este libro, la primera visita a LasVegas no es similar a la del resto de viajeros que llegan a la ciudad en busca de adrenalina y diversión. Dispersión urbana y objetos con semánticas nuevas. Robert Venturi, Denise Scott Brown y Steven Izenour, arquitectos autores del libro, estudiaron el simbolismo de una urbe que creció en medio del desierto a una velocidad jamás vista hasta entonces. Su análisis reveló nuevas formas de comunicación de la arquitectura y por primera vez la atención se centró en el descubrimiento de lo trivial y la belleza de lo ordinario. Pero, ¿en qué momento Las Vegas se convirtió en Las Vegas? Antonio Armijo, emigrante español, bautizó así a la ciudad por sus zonas verdosas en medio del árido desierto a comienzos del siglo XIX. Era una de las paradas de tren que unía Los Ángeles con Alburquerque. Al inicio de la década de los años 40, Las Vegas se convirtió en residencia para los obreros de la presa Hoover. Ser una ciudad perdida en medio del desierto ayudó a consolidar el culto al juego. Los soldados que se preparaban para la 2º Guerra Mundial y la presencia de varias bases del ejército puso a la ciudad en el mapa. Con la legalización del juego en 1931 comienza la expansión de Las Vegas. Diez años más tarde se inaugura el primer casino, el Rancho Vegas, en lo que ahora se denomina el Strip. Benjamín ‘Bugsy’ Siegel —mafioso neoyorquino de quien el FBI redactó más  de 2,400 páginas— llegó a Nevada para dirigir uno de los casinos más grandes y controvertidos, el Flamingo, inaugurado en 1946 con una inversión de seis millones de USD de la época. La fiesta de apertura fue un fracaso. El mal tiempo no permitió llegar a los invitados, muchos de ellos artistas de Hollywood y amigos personales de Siegel. Debido a que los jugadores no tenían habitaciones en el hotel, tomaron sus ganancias y fueron a jugar a otros lugares. El casino perdió 300.000 USD en la primera semana. Y comienza la leyenda. Mafia, lavado  de dinero, bebida sin fin, artistas como Frank Sinatra, Dean Martin o Sammy Davis Junior, damas alegres de moral relajada y espectáculos hasta el amanecer. Martin Scorsese rescata en Casino la historia de Frank Lefty Rosenthal, representante de la Cosa Nostra. En los años 80 los corporativos desbancan a la mafia y hoy el engranaje que mueve Las Vegas responde a estrategias perfectamente planeadas. Totalmente lógico si se miran sus cifras: 3.7 millones de visitantes al mes (dato de julio 2015, Las Vegas Convention and Visitors Authority) que gastan una media de 105 dólares por habitación al día y apuestan un total de 786,641,000 USD sumando el Strip, Downtown y Boulder Strip. Con esos números mejor no dejar nada al azar. Brooklyn Bowl DeniseTRUSCELLO03172014 Ruta Forbes Hospedarse en el único hotel boutique del Strip y cenar en el primer restaurante de la televisiva Giada De Laurentiis. Ver el show Le Rêve con copa de champagne en mano y fresas bañadas en chocolate Godiva. Jugar al Black Jack y celebrar la victoria recibiendo el amanecer en un helicóptero camino del Gran Cañon. The Cromwell El primer hotel boutique de Las Vegas. Caesars Entertainment invirtió 185 millones de USD para renovar esta joya situada en mitad del Strip. Sólo 188 habitaciones que compiten con titanes de la hotelería en el Strip. «Quienes vienen a Las Vegas ya no buscan sólo apostar, quieren la experiencia completa: gastronomía, espectáculos, tours, night clubs, etc. Por eso definimos a este hotel bajo un concepto de lifestyle que engloba todas las facetas de un viaje» afirma Karie L. Hall, VP y GM de The Cromwell. Según los datos de Las Vegas Convention and Visitors Authority sólo un 21% de turistas son Casino Guests: visitantes que han pagado tarifa de habitación de casino. The Cromwell lleva ventaja sobre su competencia. Posee el primer y único restaurante de la reconocida chef italo-americana Giada De Laurentiis, un beach club firmado por Victor Drai por el que ha pasado Rita Ora o 50 Cent, entre otros, y el bar Bound by Salvatore, con cócteles a base de espresso. caesars.com/Cromwell The Cromwell Casino Floor Show time! Michael Jackson, ONE realizado por el Circo del Sol y Le Rêve, nombrado durante cinco años Best Production Show. El primero es un paseo visual y auditivo por diferentes canciones del Rey del Pop. Fusiona las acrobacias propias del Circo del Sol, coreografías con ritmos hip-hop y algo de humor. La puesta en escena de la canción Billie Jean es memorable. Un tributo emotivo al legado de Michael Jackson, ‘the One’. Le Rêve es más espectacular por sus efectos especiales y por tener lugar en una superficie acuática con plataformas ascendentes y descendentes. Aunque la historia resulta algo confusa, y  a veces incoherente, introduce al espectador en un mundo misterioso de elfos, hadas, ángeles, diablos y duendes. Imágenes de impacto aseguradas. cirquedusoleil.com Michelle Jacson El bar y el club «Bound es la nueva aventura del hotel que quisimos crear junto a Salvatore Calabrese». El Breakfast Martini tiene base de ginebra y se mezcla con la mermelada de naranja más exquisita, misma que Salvatore usa para untar su tostada matutina. Además Calabrese ideó para The Cromwell los espresso cocktails, llamados Keep Me Awake Bro y Never Say Goodnight. Victor Drai, entrepreneur y productor de la película The Woman in Red, gobierna la noche con Drai’s Beach Club/Nightclub. Es el único club en lo alto de una azotea con alberca que hay a lo largo del Strip (y 15 ‘luxury cabañas’ con alberca privada). Atrae a los artistas y DJs de moda. Las 150 mesas VIP tienen una larga lista de espera noche tras noche. En el sótano ha creado un after-hours que merece una visita. draislv.com Giada El primer restaurante de Giada De Laurentiis (ganadora de un premio Emmy) es una experiencia en sí mismo. La decoración imita el salón de su hogar y es el escenario donde comparte con los comensales su versión culinaria más celebrada: los platos familiares italianos que le han hecho famosa en Estados Unidos. A pesar de su cocina mediterránea, la mitad de los platos de la carta son libres de gluten. ¿Nuestra recomendación? Elegir una mesa frente al gran ventanal para cenar viendo el baile de las fuentes del Bellagio y el bullicioso Strip con sus luces de neón. Y ordenar todos los platos para compartir, porque es difícil decidirse por uno solo. Imprescindible probar el lemon crab arancini, jugosas bolas de cangrejo con alioli y salsa de tomate con chile, y las galletas signature de Giada con un enorme cappuccino. Meraviglioso! giadadelaurentiis.com Giada_Tuscan Rib EyeRE

 

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