Es bien sabido que en la actualidad existe un problema a nivel mundial debido al manejo inadecuado de los residuos sólidos, en gran parte resultado de la economía lineal, es decir: extraer, producir, consumir y tirar. Ha sido un método rápido, pero poco sostenible para el planeta y que nos arroja como consecuencia polución, además de pérdidas económicas. De acuerdo con el Instituto Nacional de Ecología, a nivel nacional, sólo un porcentaje de los residuos sólidos se recolecta, en promedio el 78% de la población tiene acceso a este servicio. En las grandes zonas urbanas se estima en 95%, en las ciudades medias va de 70 a 85%, y en las pequeñas áreas urbanas está entre 50 y 70%.

En este sentido la economía circular trae consigo beneficios en la lucha directa contra el cambio climático, pues se enfoca en maximizar la utilización de recursos y minimizar la generación de residuos, con lo que es posible reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y por lo tanto la degradación del medio ambiente. Esto a su vez genera otros impactos positivos, como la reducción de costos de materias primas, oportunidades económicas y empleos en la cadena de valor. La OIT ha revelado que la nueva tendencia laboral está liderada por la economía circular y generará 24 millones de empleos en 2030. 

En la agroindustria cervecera, la economía circular se ha centrado principalmente en la eficiencia en la utilización de agua y energía, en la recuperación y reciclaje de materiales, así como en la utilización de subproductos para darles utilidad y mayor tiempo de vida.

Los productores de cerveza en nuestro país se han enfocado en implementar proyectos con desarrollos tecnológicos de todos los tamaños y niveles, un buen ejemplo son los nuevos vasos producidos con la cascarilla de cebada resultante de la producción de cerveza, los cuales han reemplazado más de un millón de vasos de plástico en eventos musicales y deportivos. Con este proyecto se reúsan más de nueve mil kilos de residuos de cebada, lo que equivale a dejar de utilizar 27 mil kilos de plástico virgen, así como evitar la generación de más de 57 toneladas de CO2.

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De la mano con la innovación tecnológica, la agroindustria cervecera se ha comprometido a constituir empresas cero residuos, que actualmente buscan nuevas fórmulas para maximizar su circularidad y reutilizarla en procesos. 

Otro ejemplo es la creación de anillos sustentables, los cuales son fabricados a partir de cartón reciclado post consumo y actualmente son utilizados en el producto que se envasa en lata.  Esta solución, adicionalmente, consume una menor cantidad de material para sostener y asegurar las latas de cerveza, lo que busca generar una reducción de 335 toneladas anuales de residuos de empaque.

El 1 de marzo de 2023 entró en vigor la Ley de Economía Circular en la Ciudad de México, que tiene por objeto incentivar y promover hábitos de producción y consumo responsable, a través de las 4R (Reducir, Reutilizar, Reciclar y Recuperar). En este sentido es un orgullo decir que la agroindustria cervecera está comprometida con la materia de esta ley, y desde años atrás se ha fijado objetivos específicos. 

El diseño y funcionamiento de las plantas se basa en prácticas que cuidan de los recursos naturales y buscan su máximo aprovechamiento. 

Otro de los pasos importantes que se han dado frente al reto de reducir la huella ambiental, es que la agroindustria cervecera cuenta con plantas altamente eficientes, una de ellas recientemente ha sido reconocida ya que el 100% de la energía eléctrica utilizada para la producción es abastecida por medio de energías limpias, a la par que contribuye con el 60% de recuperación y rehúso de agua. 

Asimismo, por medio la separación y reciclaje del 100% de los residuos generados y la implementación de un proyecto innovador de generación de biogás, la agroindustria abona a la reducción de emisiones de CO2.

La sinergia entre la agroindustria cervecera y las 4R, juega un papel fundamental en la aplicación de buenas prácticas para reducir la huella de carbono de las operaciones, enfocadas en contribuir con un mejor manejo a los recursos, los residuos y los impactos ambientales dentro de la cadena de valor.

En resumen, las 4R y la agroindustria cervecera van de la mano, orientadas primeramente en impactar de forma positiva a la sostenibilidad del planeta, manteniendo la fortaleza de una industria relevante para la economía de nuestro país. 

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Contacto:

Karla Siqueiros, directora general de Cerveceros de México.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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