La comunicación humana se ha transformado a lo largo de la humanidad de manera paralela al desarrollo tecnológico. Basta recordar que cuando se inventa la imprenta, la tradición oral de pasar la historia y las costumbres se ve afectada al quedar estas referencias reflejadas de manera fija en un libro. Se perdió una parte de la tradición oral, pero se ganó en la universalización de la cultura humana. Hoy, nos enfrentamos a un reto de igual magnitud, los dispositivos móviles fueron inventados para que el humano pudiera hablar entre sus seres queridos o de interés, pero hoy, por las aplicaciones de chats, se empieza a perder la tradición de hablar con otras personas. Hoy, una gran parte de la humanidad se comunica cada vez más con las diferentes mensajerías a través de textos, por medio de símbolos llamados emoticones y  por medio de grabaciones. La humanidad está en la disyuntiva nuevamente de perder una parte de la tradición oral, para ganar rapidez y universalidad. Tengo más de diez años impartiendo talleres enfocados a ayudar a los ejecutivos o políticos en el desarrollo de habilidades y competencias de comunicación, tanto para comunicarse de mejor manera en los ámbitos personales  y de negocios o para poder presentar de mejor manera sus ideas ante diferentes audiencias o medios de comunicación, a últimas fechas me encuentro con que los humanos estamos perdiendo el entendimiento y la habilidad para utilizar las herramientas naturales que tenemos para poder comunicarnos de mejor manera, como consecuencia de la digitalización y el crecimiento de la tecnología. Y esto sólo se puede entender por tres factores.
  • Primero. El ritmo de trabajo que tenemos los humanos, sobre todo en las grandes zonas urbanas, aunado a las prisas, la necesidad de atender muchas cosas al mismo tiempo, y que implica también las preocupaciones por tener que trabajar más y que no alcance el tiempo de un día normal.
  • Segundo. La cantidad y la velocidad de información a la que estamos expuestos. El humano se está saturando de información, lo que hace que nuestros mecanismos de defensa cierren nuestras habilidades receptoras y, finalmente, las facilidades que nos genera los nuevos desarrollos tecnológicos, que, contrario con el punto anterior, nos facilitan tener más amplitud para tener información y comunicación con otras personas, pero al mismo tiempo que nos da esa ventaja, nos genera facilidades que nos cierran o limitan nuestras habilidades de comunicación.
  • Tercero. Una automatización de nuestros sentimientos, lo que hace que perdamos sensibilidad a las personas y a lo que nos rodea. Hoy es muy común ver en cualquier sala de juntas en cualquier empresa, a personas que no se comunican, y mientras todos llegan y empieza la reunión, los participantes están inmersos en sus teléfonos y nadie se hace caso.
A mis talleres, las personas llegan a reaprender las capacidades básicas que todo humano tiene y que son a través de ellas con las que se logra comunicar de manera natural con los demás. He encontrado de mucha ayuda en este reaprendizaje, la utilización del antiguo concepto budista conocido como mindfulness, que a través de la atención plena y el desarrollo de una plena conciencia se puede, de una manera más efectiva, volver a la utilización de las habilidades para mejorar la comunicación entre personas. Las herramientas que ofrece esta ancestral práctica ayudan en un mundo saturado de mucha información y gran velocidad de las transformaciones, además de la saturación de nuevas tecnologías. Para mejorar los negocios, la política y generar cualquier transformación de negocios, no hay mejor herramienta que la comunicación entre los equipos de trabajo.   Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @Marcovherrera YouTube: El Marco del Poder Google+: Marco V. Herrera Berenguer Blog: El Marco del Poder Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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