Por: Juan Carlos Reséndiz y Alicia Moreno

Las empresas familiares en México desempeñan un papel preponderante en la generación de empleo y el impulso al desarrollo económico. Su capacidad de permanencia y crecimiento está conectada claramente con su habilidad para desarrollar capacidades diferenciadoras al aprovechar su grado de agilidad y adaptabilidad. 

En ese sentido, sumar elementos clave de gestión ambiental, social y de gobierno corporativo (ASG, también conocidos como ESG, por sus siglas en inglés) a su modelo de operación, puede representar a las empresas familiares un medio que les permita aprovechar oportunidades y colocarse en posición de elegibilidad para formar parte de cadenas de suministro globales para las cuales la gestión ASG representa una “licencia de operación”.

Para las empresas familiares, el factor de gobierno corporativo (G) tiene una especial relevancia, ya que provee los elementos para coordinar acuerdos entre accionistas, familiares y ejecutivos clave que lleven a la organización al logro de objetivos de forma eficiente, en balance con las expectativas de estos grupos. Esta fortaleza en la estructura de gobernanza permite un entorno de transparencia y rendición de cuentas fundamental para el ecosistema ASG, pero sobre todo aumenta la capacidad de consecución de los objetivos de las empresas.

Incorporar un marco robusto de gestión ambiental (A), impulsado desde la estructura de gobierno (G), permite aprovechar la flexibilidad para construir o adaptar sistemas de gestión enfocados en reducir el consumo de energía, generar infraestructuras resilientes al cambio climático, caminar hacia las energías renovables, incrementar el uso circular de recursos, reducir o eliminar residuos, proteger la biodiversidad, evitar emisiones de contaminantes y gestionar de manera responsable los impactos al entorno. Todo esto representa un elemento diferenciador importante frente a clientes, consumidores y fuentes de financiamiento.

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Desde la perspectiva social (S), las empresas que integran la sostenibilidad a su estrategia promueven el respeto a los derechos humanos y el desarrollo de capacidades de los individuos que intervienen a lo largo de la cadena de valor; fomentan un grado de pertenencia de parte de sus empleados con un enfoque equitativo, diverso e inclusivo; construyen cadenas de suministro más sólidas y resilientes; desarrollan enfoques innovadores para abordar los problemas sociales, e impulsan el desarrollo económico y la prosperidad en las comunidades donde operan o influyen.

Las empresas familiares tienen la posibilidad de integrar la agenda ASG en sus códigos, cultura, valores y propósito, y con ello transcender el nivel actual de cumplimiento regulatorio y realizar contribuciones sustanciales a la agenda global de desarrollo sostenible a través de la articulación de estrategias ASG que fortalezcan su capacidad de gestión y permanencia a largo plazo.

Nota: las ideas y opiniones expresadas en este escrito son de quienes firman el artículo y no necesariamente representan las ideas y opiniones de KPMG en México.

Prohibida la reproducción parcial o total sin la autorización expresa y por escrito de KPMG

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Contacto:

Juan Carlos Reséndiz, Socio Líder de Asesoría en Gobierno Corporativo,  Riesgo y Sostenibilidad, y Alicia Moreno, Directora de Estrategia ESG de KPMG en México.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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