Vale la pena el cansancio, tiempo y trayecto para beneficio de comunidades que difícilmente tienen acceso a información y herramientas que nosotros hemos tenido.     Hace un par de semanas se cumplió uno de mis más grandes sueños para Prospera. Junto con Cáritas, estamos trabajando con una comunidad Wixárika que se llama Salvador Allende a 40 minutos de Tepic, en Nayarit. Aunque cueste trabajo creer, esta comunidad de 240 habitantes gana sólo 12,000 pesos anuales vendiendo artesanías y flor de jamaica al pie de la carretera. ¿Cuál es nuestro reto? Entrenarlos para que hagan mejor uso de sus habilidades y desarrollen productos que les permitan tener una vida más digna y rentable. Para ellos y, por supuesto, para sus familias. Lo que más me impresiona de las mujeres de esta comunidad es la disposición tan grande que tienen por aprender y por compartir. Durante las sesiones de trabajo sabatinas, he aprendido que vale la pena el cansancio, tiempo y trayecto para beneficio de este tipo de comunidades, las cuales difícilmente tienen acceso a información y herramientas que nosotros hemos tenido. Lupita es una de las mujeres de Salvador Allende que forma parte del proyecto de desarrollo de habilidades. A muchos nos encanta conocer las historias de personas que, ante la adversidad, deciden salir adelante y para mí, Lupita Ramirez es una de ellas y su historia es realmente digna de contar. Creo que nos ayuda a poner nuestra vida en perspectiva y enfrentar los retos con más valentía. Lupita es mamá soltera de cuatro hijos, es una mujer con unas ganas de vivir y un positivismo realmente inspirador. Su principal motivación es sacar a sus hijos adelante, poder darles una mejor educación y que su vida sea mejor a la de ella. Lupita es también una persona muy flexible y adaptable a sus circunstancias; todo lo hace con una sonrisa y de muy buen humor y está siempre dispuesta a aprender todo lo que le enseñamos y a cambiar y ajustar sus productos como se lo indiquemos. Lupita, junto con las demás mujeres de su comunidad comparten todas un sueño en común: el de lograr más ingresos a través de su esfuerzo y trabajo para poder alcanzar estabilidad y prosperidad y sacar a sus hijos adelante. Todas ellas están participando en nuestra iniciativa navideña y necesitan toda la ayuda, consejos y apoyo que les podamos conseguir. Por ello, hoy que la Navidad está cada vez más cerca, aprovecho este espacio para invitar a todos los lectores a que se dejen llevar por los sentimientos que esta época despierta en todos nosotros y nos dejemos inspirar por el sueño de Lupita Ramírez y las demás mujeres de Salvador Allende. Navidad tiene una emoción especial, nos trae a la mente memorias sobre lo que buscamos; es justamente en estas fechas cuando creo que todos deberíamos de recordar y rescatar la importancia que tienen los sueños en nuestras vidas ya que son éstos una manifestación de quienes somos verdaderamente y de lo que realmente anhelamos para nosotros y nuestra sociedad. Lupita está convencida de que afuera de su comunidad hay personas que aprecian su talento y para las que ella puede hacer cosas útiles y que la llenen de alegría. Su sueño es lograr la satisfacción de mejorar las oportunidades para ella y su familia; el mío es hacer esto posible a través del impulso a los 5000 empleos dignos de todas las mujeres como Lupita en esta Navidad. ¿Cómo hacerlo? Dándole herramientas para que pueda tener mejores oportunidad, apreciando su trabajo y comprendiendo la historia de esfuerzo y anhelo que hay detrás de lo que hace, pero sobre todo, comprando sus productos y convirtiendo los sueños en realidad.   Contacto   [email protected] www.prosperando.org Facebook: Gabriela Enrigue Twitter: @GabrielaEnrigue @ProsperaMexico

 

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