Luego de que la alta demanda de productos tecnológicos registrada en la pandemia y la guerra comercial entre Estados Unidos y China provocara la escasez mundial de semiconductores o chips desde hace dos años, su principal fabricante, Intel destinará más de 120,000 millones de dólares para su fabricación.

“Cuando hablamos que el 80% de semiconductores se concentra en Asia y más del 90% en Taiwán y cuando pasan cosas como estas, tenemos que ver a futuro y cómo diversificamos esa cadena de suministro. Dentro de esas acciones Intel hará inversiones multimillonarias”, explicó Santiago Cardona, Director General de Intel México durante el Neuron Automative Forum.

Esta inversión será para construir plantas en la Unión Europea y Norteamérica y así asegurar la producción de este componente clave para la fabricación de smartphones, laptops, televisiones, refrigeradores, autos, entre otros.

“En Norteamérica se destinarán 20,000 millones de dólares en Arizona, adicionalmente 20,000 millones de dólares en Ohio, en Costa Rica más de 350 millones de dólares, en México específicamente en Guadalajara la planta de ingenieros ha crecido más de 50% para aumentar la capacidad y también en la Unión Europea 80,000 millones de dólares en la siguiente década”, agregó Cardona.

De acuerdo con el directivo esto permitirá rebalancear en un 50% la cadena de suministro en la que actualmente lidera Asia, sin embargo, destacó que las plantas de semiconductores tardan al menos dos años en construirse, por lo que estima que en 2023 la situación comience a estabilizarse.

“México como parte de Norteamérica y siendo el socio comercial de la economía número uno del planeta, hay una gran oportunidad respecto al balanceo de la cadena de suministro que no necesariamente son solo fábricas de semiconductores, sino en diseño, validación, pruebas, de la cual el país ya es parte y ojalá que en este rebalanceo sea un protagonista para las Américas”, añadió Cardona.

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Pasar de la globalización a la regionalización

Fausto Cuevas, Director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), destacó que la industria automotriz mexicana debe impulsar inversiones con socios comerciales para convertirse en un cliente principal.

“La globalización la entendíamos y fue lo que permitió a México incorporarse como parte de la industria automotriz mundial; en 20 años pasó de ser un actor poco relevante a lo que somos, el séptimo productor de vehículos ligeros, el cuarto exportador de autos y el principal proveedor de partes automotrices para Estados Unidos”, puntualizó.

Además, estimó que la industria alcance los niveles prepandemia para 2024, dependiendo de cómo evoluciona la cadena de suministro, sobre todo, la disponibilidad de semiconductores, pues prevé que la demanda se cuadriplique por la demanda de vehículos autónomos y eléctricos, los cuales requerirán al menos 20% más de chips.

“Vivimos una disrupción en la cadena de suministro que había sucedido pero no con la profundidad que hemos padecido a principios de la pandemia. La situación ha sido complicada, veníamos con un par de años de desaceleración en los volúmenes de producción y en 2020 la caída fue de 20%, fue importante, además de exportaciones. El reto es reconfigurarse y adaptarse a las nuevas circunstancias para lograr no solo mantenerse sino aprovechar las oportunidades del T-MEC”.

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Las nuevas exigencias de los vehículos: más semiconductores

Por su parte, Edgar Carranza, CEO de Hyundai Motor de México, aseguró que en 2019 la compañía comenzó a estar en constante comunicación con las plantas de producción ubicadas en Estados Unidos, Brasil y Corea para revisar planes de comunicación, cadena de suministro y las relaciones con proveedores.

“Hubo un progreso de conocimiento y empezar a darnos cuenta que iban a empezar a bajar dramáticamente los semiconductores. En México en 2019 vendimos un millón 300,000 unidades y en los últimos dos años fuimos capaces de mantenernos porque al inicio de la pandemia hicimos compras de semiconductores”, agregó.

Para satisfacer las necesidades del cliente mexicano, el cual no está dispuesto a esperar más de un mes para obtener un vehículo nuevo, el directivo aseguró que la compañía automotriz planea incrementar las inversiones con socios comerciales para crear sus propios semiconductores pues para 2030 la marca planea vender más de un millón 700,000 autos eléctricos, en donde cada unidad podría requerir de 2,200 a 2,400 microchips.

“En México los clientes están acostumbrados a recibir su auto casi inmediatamente y fue una forma de aprendizaje para las plantas, gerentes y vendedores. Trabajamos en planes de asignación de información muy realista sobre dónde estaba cada uno de nuestros clientes formado, las solicitudes de créditos y el envío de los vehículos”, finalizó.

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