La pandemia de Covid-19 cambió la forma de relacionarse entre los humanos. Frente al cierre de actividades económicas y el distanciamiento social en la Ciudad de México, Natalia, una joven de 28 años, decidió sobrellevar la falta de reuniones y fiestas mediante el uso de aplicaciones de citas.

A pesar de que la joven profesionista ya había utilizado estas apps con anterioridad a la emergencia sanitaria, la nueva opción de vinculación social le permitió contactar con más personas de una forma renovada. El algoritmo diseñado por una empresa se convirtió en su mejor vínculo para interactuar con el mundo. Y no fue la única persona que así lo hizo.

Una encuesta realizada en 2021 por The Competitive Intelligence Unit (The CIU) encontró que aproximadamente el 18% de los mexicanos que utilizaron estas plataformas lo hicieron para encontrar amigos. Sin embargo, cerca del 40% dijo que su objetivo era encontrar pareja. “La pandemia llegó para revolucionar el mundo de las citas en línea. Vimos cómo la gente empezó a adoptar mucho más estas plataformas y se empezaron a romper algunos prejuicios que existían en México, porque muchos se atrevieron a probar nuevas formas de conocer a potenciales parejas. Sin la posibilidad de ir al trabajo, a los cafés o a los bares, la única forma de conectarse fue, durante muchos meses, de esta manera”, dice Samantha García, directora de Mercadotecnia para América Latina de Bumble, una app de citas que se caracteriza por darle a las mujeres el poder de ser ellas quienes dan el primer paso para hablar con un match.

En el mercado de las apps de citas, la oferta es variada. Mientras que hay jugadores que están enfocados principalmente en la comunidad heterosexual, hay otras plataformas que se han posicionado en la comunidad LGBTQI+, como Grindr, la app por excelencia de este grupo. Para febrero de 2021, 48% de los usuarios mexicanos de aplicaciones de citas encuestados declaró utilizar Tinder. Mientras tanto, el 29% citó a Bumble, y alrededor del 9% mencionó a Badoo, de acuerdo con datos de Statista.

Para calibrar el impacto que los cambios en los hábitos de consumo de los últimos años han tenido en las apps de citas, basta con ver los números de Tinder, perteneciente a Match Group, cuyos ingresos aumentaron un 23% en el último trimestre de 2021, hasta superar los 450 millones de dólares (mdd). A su vez, los ingresos totales de Bumble, que comenzó a cotizar en bolsa a inicios de 2021, crecieron un 23.5% interanual, hasta los 200 mdd en su tercer trimestre fiscal, finalizado el 30 de septiembre del año pasado.

La nueva manera de relacionarse e interactuar socialmente se convirtió en una oportunidad para Natalia, pero también en un negocio que crece con cada match en las apps de citas.

CITAS DE ALTO PERFIL

El aumento en el uso de estas aplicaciones también impulsó a las empresas a añadir nuevas funciones a su plataforma, tales como las videollamadas, la opción de informar en tu perfil si estabas dispuesto a quedar con la gente en persona o no y en qué condiciones (con cubrebocas, en interiores o exteriores) y, más recientemente, la de publicar tu estado de vacunación.

“Al principio, cuando la pandemia acababa de llegar y todo el mundo estaba muy asustado, vimos una gran caída en los usuarios activos diarios y una gran caída en la gente que compraba suscripciones. Sin embargo, descubrimos que, una vez que la gente tuvo más información sobre la pandemia, las interacciones se normalizaron”, cuenta Amanda Bradford, fundadora y ceo de The League, aplicación de citas que llegó al mercado mexicano el año pasado y cuya propuesta se centra en las citas de alto perfil.

Cuando la interacción empezó a tomar un curso casi normal, observaron que los usuarios de la plataforma estaban más involucrados, señala Bradford. “Mientras la gente estaba encerrada en casa, no había mucho que hacer más allá de su teléfono, así que vimos que la gente mantenía conversaciones más largas que antes y enviaba mensajes con más frecuencia. Funcionó casi como una red de apoyo para los solteros que estaban ‘atrapados’ en casa, y esto fue una gran ayuda para que se mantuvieran conectados con la gente”, explica Bradford.

A Natalia, quien en menor medida ya había utilizado estas aplicaciones para conocer personas, durante los primeros meses de la pandemia le resultó evidente el cambio en la dinámica de interacción con la gente. “Como había más disponibilidad de tiempo, los usuarios podían dedicar más atención a conocerte e, incluso, hacer videollamadas antes de dar el paso de quedar en persona”, cuenta.

Pero ella no es la única que piensa así. Alejandro, de 27 años, y usuario de Grindr desde hace más de ocho años, reconoce que, durante los primeros meses de la pandemia, el comportamiento más habitual era chatear en lugar de concertar una cita para verse en persona. No obstante, explica, esto ha cambiado en los últimos meses, a medida que la gente se vacuna y vuelve a sus oficinas.

LA RUPTURA DE TABÚES

Aunque para Natalia y Alejandro utilizar hoy aplicaciones de citas es algo tan normal como conocer a alguien en un bar o cualquier espacio físico, ellos admiten que aún hay un estigma sobre estas plataformas, que algunos consideran como lugares donde la gente sólo busca relaciones sexuales.

Pese a estos prejuicios, a lo largo del tiempo los tabúes que existían en torno de las apps de citas se han ido rompiendo poco a poco. De acuerdo con una encuesta realizada por Bumble a finales de 2021, 50% de las personas que estaban en contra de las aplicaciones de citas online antes de la pandemia, ahora estaban a favor.

“Antes de lanzar The League en 2014, se consideraba un estigma o una especie de ‘desesperación’ si buscabas citas en línea. Si lo hacías, implicaba que no podías encontrar a alguien en el mundo real, así que te resignabas a hacerlo”, explica Bradford. “Ahora, la gente se da cuenta de que es mucho más eficiente, mucho más cómodo y tienes la posibilidad de encontrar a mucha más gente si utilizas estas aplicaciones online”. En esto coincide Samantha García, de Bumble, quien confía en que, en un futuro, las plataformas de citas en línea serán la primera opción de las personas cuando quieran encontrar pareja.

“No tengo intención de dejar de usarlas [las apps de citas]. Es una forma de conocer gente que no tendrías la oportunidad de conocer de otra manera. No necesariamente vas a buscar el amor de tu vida en una aplicación, pero es una forma de conocer personas con las que puedes pasar un buen rato, tener una amistad o, incluso, hacer conexiones laborales. Al final, estás ampliando tu círculo de contactos”, explica Natalia, quien ha descubierto que los vínculos sociales pueden darse a pesar de una pandemia, siempre y cuando la tecnología permita hacer match con un nuevo contacto.

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